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mayo 29, 2019

En mayo, un homenaje a las madres que salvan vidas


A las madres que no dudan un segundo en dar su vida por la de sus hijos. ¡Infinitas gracias!

Un momento o un día especial, para recordar lo valioso que es salvar una vida, puede ser o debe ser cualquier día o momento. Y mayo es propicio para recodar el valor de las madres, por ser el mes de su conmemoración. Esta semana termina mayo y tiene una particularidad relacionada con las mamás: tres de los millones de madres que hay en el planeta salvaron en fechas de este mes las vidas de sus hijos.

Tomasa Rentería, negra, palenquera, con toda la tristeza y también el valor esculpido en su rostro de 73 años, fue capaz de enfrentarse, un 16 de mayo de 1992, a los delincuentes organizados, pandilleros que controlaban la plaza de Bazurto, en Cartagena, para salvar la vida de su hijo Simón, quien huía de siete atacantes armados de machetes y navajas. Le cobraban la osadía de denunciarlos ante la policía, por venderles bazuco a los niños del sector.

Era casi imposible que Simón no muriera apuñalado o cortado en trozos como el pescado que vendía. Pero Tomasa alcanzó a reaccionar y se interpuso en el paso de los hombres que por poco alcanzaban a su hijo. Les gritó y levantó los brazos, lo que no impidió que uno de ellos abriera su vientre de lado a lado, y como en ‘Crónica de una muerte anunciada’, sus intestinos quedaron en sus manos. Todos la vieron casi morir. Pero Tomasa no podía irse. En casa todavía la esperaban nueve hijos más y tenía que estar para ellos. Está viva de milagro.

En otro punto de Colombia, un 22 de mayo de 1998, Sandra Carolina Torregrosa no dudó un segundo en canjearse por su hijo Esteban, que tenía para ese momento 17 años. Era un estudiante de primer semestre de comercio exterior y subversivos del frente 53 de las Farc se lo llevaron de un restaurante del norte de Bogotá.

El corazón de mamá de Sandra sabía que su hijo no iba a regresar de ese plagio por el que les exigían, a ella y a su familia, dos mil millones de pesos. Seguro, Esteban se resistiría a las largas caminatas y terminaría muerto o, en otro caso extremo, obligado a empuñar un fusil o servir de carne de cañón en un combate.

Con determinación negoció canjearse por su hijo en el páramo de Sumapaz. Los criminales aceptaron, pero, a cambio, le subieron la cuota a tres mil millones de pesos.Antes de irse, tomó la cara de su hijo Esteban entre sus manos, le dio la bendición e inició con los guerrilleros una larga caminata. Un recorrido que duró tres años y cuatro meses con sus noches y sus días. Sandra no regresó igual del secuestro. Su alma murió.

La tercera mujer, Luz Nelly Lima, la noche del jueves 27 de mayo de 1999, le ratificó a su hija lo mucho que la amaba. Vio cuando dos sicarios aceleraron la moto y, pistola en mano, se abalanzaron contra ellas. Nelly tampoco dudó, y cubrió a su hija con su cuerpo. El parrillero la tomó del brazo y la arrastró cerca de 200 metros. Ella quedó casi muerta…

Luz Nelly Lima es mi valiente madre. Ayer se cumplieron 20 años de ese día que partió nuestra vida en dos. Un año después vino mi secuestro. A ella y a los miles de miles de madres llenas de coraje, que no piensan un segundo en dar su vida por la nuestra, la de sus hijos e hijas, ¡infinitas gracias!

FUENTE: EL TIEMPO


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