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mayo 23, 2025

Valeria Márquez y María José Estupiñán: dos víctimas de feminicidio por sicariato en México y Colombia


Los feminicidios de Valeria y María José reflejan una de las formas más recurrentes de ejercer violencia y poder sobre los cuerpos feminizados.

El 15 de mayo, María José Estupiñán, una joven modelo y estudiante, fue asesinada en la urbanización El Bosque, en Cúcuta, Norte de Santander. Tenía 22 años, cursaba séptimo semestre de Comunicación Social y tenía su propia tienda virtual de ropa deportiva, lencería y calzado. El feminicidio fue cometido por un falso domiciliario que llegó hasta la casa de María José sobre las 8:00 de la mañana para entregarle una encomienda. El sujeto le entregó una bolsa de regalo, le disparó tres veces frente a la madre de María José y huyó. 

María José todavía era víctima de violencia psicológica y verbal por parte de su expareja, el presunto autor intelectual del feminicidio. En 2018, María José había instaurado una denuncia contra su expareja por violencia intrafamiliar, de acuerdo con la Policía Metropolitana de Cúcuta. Un día antes del feminicidio, la joven acudió a la Fiscalía tras recibir notificación de un fallo a favor de su caso y se encontraba a punto de recibir una indemnización por 30 millones de pesos por parte de su agresor. 

El caso de Valeria Márquez

El 13 de mayo, dos días antes del feminicidio de María José Estupiñán, la modelo y creadora de contenido mexicana de 23 años, Valeria Márquez, también fue asesinada con arma de fuego en su salón de belleza La joven transmitía en vivo para su cuenta en TikTok en Blossom The Beauty Lounge, su negocio ubicado en la localidad de Zapopan, en Jalisco. 

Al día siguiente, el 14 de mayo, circularon notas en las que se señaló como presunto responsable del feminicidio a su pareja sentimental Ricardo “N”, perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los principales carteles del país. No obstante, la Fiscalía comunicó el 15 de mayo que “no existe señalamiento directo contra ninguna persona en la carpeta de investigación”. Según el alcalde de Zapopan, Juan José Frangié, Valeria no solicitó apoyo de las autoridades por amenazas en su contra.

Las autoridades locales confirmaron que la investigación inició bajo el protocolo de feminicidio para avanzar en procedimientos diseñados con perspectiva de género. Actualmente, Jalisco es un estado de zona de conflicto y es foco de violencia generalizada. 

No son casos aislados

El contexto de violencia de género que sufren las mujeres en Norte de Santander es alarmante. Volcánicas habló con Gabriela Chacón, directora de la Corporación Casa Puentera y del Observatorio de Asuntos de Género en Norte de Santander. “El caso de María José Estupiñán no es un hecho aislado, sino que también está muy relacionado con las formas y las dinámicas en las que se ejerce violencia en este territorio. Hay algo que nos llama mucho la atención y es que se trata también de una violencia simbólica cuando hablamos de feminicidios por sicariato. Allí podemos identificar que estas acciones se presentan como una manera de generar miedo y de ejercer control y poder”, explica.

Chacón también se refiere al análisis que ha realizado el Observatorio junto a la Red Feminista Antimilitarista respecto al concepto del feminicidio por sicariato en el departamento: “Es una de las formas más recurrentes de ejercer violencia contra las mujeres, en la que hay una tercera persona que comete el acto de asesinar, pero que detrás existe una persona con poder que puede no solamente estar asociada a grupos al margen de la ley sino también a economías ilegales y que esto, de alguna manera, les da legitimidad para ejercer poder no solamente en el territorio sino en los cuerpos de las mujeres”.

Además, advierte sobre el discurso revictimizante en medios de comunicación y redes sociales hacia las mujeres víctimas de feminicidio por sicariato, en el que la responsabilidad suele recaer sobre ellas y no sobre el feminicida: “A muchas de estas mujeres se les cuestiona por sus vínculos con estas personas que se asocian tanto a economías ilegales o a grupos armados. Esto no es algo que se presente únicamente en el caso de María José, sino que se presenta en los casos de muchas mujeres en esta zona de frontera”.

De acuerdo con el Observatorio Feminicidios Colombia, entre enero y marzo se registraron 207 feminicidios en el país y 116 en grado de tentativa. Durante los tres primeros meses de 2025, 11 mujeres fueron víctimas mortales de feminicidio en Norte de Santander. 

El caso de Valeria tampoco es un caso aislado en Jalisco. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y marzo de 2025 se han registrado 162 feminicidios a nivel nacional. Durante este periodo, Jalisco ocupa el tercer lugar de la lista con ocho feminicidios registrados. Sin embargo, el crimen de Valeria Márquez se suma a los al menos 15 casos que la Fiscalía ha abierto durante 2025, aunque el gobierno federal sólo reconozca ocho en su conteo oficial.

El cubrimiento del feminicidio de Valeria Márquez también ha sido revictimizante y marcado por la misoginia. Usuarios en redes sociales compartieron el momento de su asesinato sin ningún reparo, se burlaron de su cadáver con comentarios necrofílicos e incluso la culparon de su propia muerte. 

El Observatorio de Asuntos de Género en Norte de Santander resalta la importancia de reconocer que los cuerpos feminizados no son únicamente víctimas, sino también territorios en disputa por el poder patriarcal, económico y armado y esto aplica para otros territorios y otros países. Además, advierte que la impunidad constituye una forma de complicidad del Estado con el feminicidio, por lo que considera necesario transformar tanto las condiciones materiales como las simbólicas para evitar que estas violencias continúen ocurriendo en estos territorios.

Desde Volcánicas nos sumamos al llamado de Justicia para María José y Valeria.

FUENTE: VOLCANICAS


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