octubre 9, 2024
La violencia contra las mujeres vuelve a ser un arma de guerra en Colombia
En Quibdó, Colombia, las bandas criminales locales han declarado como objetivo militar a mujeres por sus vínculos con grupos rivales, recurriendo a la violencia basada en género como estrategia de control en medio de las disputas territoriales.
A inicios de septiembre, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) difundieron a través de chats de WhatsApp una lista con los nombres y fotografías de al menos 27 mujeres que tenían algún tipo de relación con miembros de otros grupos criminales que operan en Quibdó, la capital del departamento de Chocó, en la costa pacífica colombiana. La estrategia fue bautizada como “Plan Feminicidio” por parte del grupo.
“Tienen 24 horas para abandonar la ciudad porque ya están en la lista de objetivos militares”, dice el mensaje que circuló por diversos grupos y chats.
En la ciudad, el mes de agosto estuvo marcado por el incremento en los feminicidios. A inicios de mes, fue asesinada una menor de edad y luego, a finales del mismo mes, sicarios mataron a Luz Berilia Chalá, líder social y miembro de la Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Asesinados en Quibdó.
Aunque las AGC negaron estar detrás de las amenazas en un comunicado publicado el 29 de septiembre, el aumento de casos, y la zozobra, obligaron a varias mujeres a desplazarse y salir de la ciudad. El 5 de septiembre, la ONG Ruta Pacífica de las Mujeres alertó, en un comunicado, que habían recibido 35 casos de amenazas a mujeres en el municipio desde inicios de septiembre.
Los hechos ocurren en medio del fortalecimiento de las AGC en Quibdó, según la Alerta Temprana 024 de 2024 de la Defensoría del Pueblo. A esto se le suma que, recientemente, se rompió la tregua entre las bandas locales —Los Mexicanos, que supuestamente vinculados con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Lokos Yam, Los Zetas y RPS—, que buscaban negociar con el gobierno colombiano dentro de la política de Paz Total.
“Todo el mundo vive esta situación, pero es mucho más violento con las mujeres”, explicó Paola Marín, investigadora de la línea de Paz Territorial y Derechos Humanos de la Fundación Paz y Reconciliación a InSight Crime. “[Llamarlo Plan Feminicidio] incluye esta cuestión de que es algo sistemático, de que está organizado, de que no es fortuito”, agregó.
Análisis de InSight Crime
Con el “Plan Feminicidio”, los grupos criminales en Quibdó proporcionan otro ejemplo de cómo la violencia contra las mujeres es utilizada como arma de guerra entre grupos criminales en América Latina, especialmente cuando estos se disputan territorio y el control de rentas criminales.
En Colombia, históricamente, a lo largo del conflicto armado, estas estrategias han sido una forma de herir al enemigo y de humillar a las comunidades.
Desde el Observatorio Colombiano de Feminicidios resaltan que aunque la dinámica no es nueva, es preocupante. “Hemos visto unos picos [de feminicidios] sobre todo en el marco de las distintas disputas territoriales de hombres en armas que en términos de tener poder territorial ejercen diferentes formas de violencia contra ellas… Vemos cómo esa violencia incrementa en ciertos lugares como Cauca, Santander, Norte de Santander, Antioquia”, explicó una representante del Observatorio a InSight Crime.
Los diferentes grupos que luchan por el control de Quibdó han recurrido a la violencia de género. “Las amenazas estuvieron enmarcadas inicialmente a responsabilizar al Clan del Golfo (como se les conoce a las AGC), pero lo cierto es que todas las organizaciones criminales y las bandas que se encuentran allí se valen también de las mismas estrategias,” agregó Marín.
Las prácticas siguen vigentes en otras partes del país. En 2022, los grupos guerrilleros presentes en Tibú, Norte de Santander usaron amenazas similares para desplazar, asesinar y desaparecer a decenas de mujeres por sus presuntos vínculos con las fuerzas de seguridad en la zona. Según los datos del Observatorio Colombiano de Feminicidios, departamentos como Antioquia, Valle del Cauca y Cauca también presentan cifras de feminicidios alarmantes durante 2024.
En medio de las disputas territoriales, los grupos criminales utilizan la violencia feminicida como estrategia para romper los vínculos de las comunidades y generar miedo, explicó a InSight Crime la representante del Observatorio. En medio de disputas por economías criminales y territorios, los grupos de crimen organizado buscan atacar a las mujeres que actúan como pilares del tejido social —como madres, cuidadoras o lideresas— para infundir miedo y aplastar iniciativas comunitarias con miras a afianzar su control social. Otros países de la región han experimentado olas de violencia de género similares.
En Haití, durante las disputas entre las confederaciones de pandillas del G9 y Familia y el G-PEP, ambos bandos fueron acusados de interrogar y abusar sexualmente de mujeres con presuntos vínculos familiares o afectivos con sus rivales con total impunidad. En Venezuela, las bandas criminales asesinan a mujeres relacionadas con bandas rivales o con fuerzas de seguridad para afectar a sus rivales o enviar un mensaje de poder, según cifras recolectadas por organizaciones de la sociedad civil. Además, han asesinado a mujeres que ejercen liderazgo dentro de sus comunidades para inspirar temor y afianzar su control social.
FUENTE: https://insightcrime.org/