Menú

Entérate

agosto 2, 2024

Las historias detrás de las primeras mujeres linieras que construirán torres de energía eléctrica en Colombia


Su proceso de formación se llevó a cabo en La Ceja, Antioquia, y fue liderado por Enlaza, empresa del Grupo de Energía Bogotá.

Desde La Guajira, Cesar, Nariño, Cundinamarca, Putumayo y Valle del Cauca arribaron 29 mujeres al Seminario Misionero del Espíritu Santo, en La Ceja (oriente antioqueño). Allí, lejos de sus hogares, pero con una maleta llena de sueños, llegaron a prepararse para ser las primeras en adquirir capacidades prácticas y técnicas para construir torres de energía eléctrica y hacer mantenimiento a redes de transmisión a más de 50 metros de altura.

La iniciativa surgió de Enlaza, empresa del Grupo Energía Bogotá (GEB), y sus contratistas J.E. Jaimes, SDV, Proing y la Corporación Tener Futuro, con el propósito de certificar a mujeres del área de influencia de los proyectos y activos en operación de la compañía.

De acuerdo con Juan Jacobo Rodríguez, director de Planeación y Control Transmisión del GEB, inicialmente se contó una inversión de $600 millones por parte de la compañía, pero gracias al aporte económico de los aliados, esta superó los $900 millones.

Las elegidas

La convocatoria se abrió el pasado marzo para mujeres de todo el país que estuvieran interesadas en aprender y ejercer como linieras, un oficio tradicionalmente realizado por hombres, dado que es un trabajo que requiere fuerza, resistencia física y mucho tiempo lejos de sus hogares.

De esta manera, fueron 1.899 mujeres las inscritas y finalmente se seleccionaron 29, provenientes de 19 municipios del país.

En la escuela, ellas siguieron un plan de estudios estricto, revisado y aprobado por la Gerencia de Líneas de la dirección técnica del GEB, y avalado por el Sena. El curso tuvo una duración de 12 semanas, distribuidas en jornadas de lunes a sábado durante 45 horas semanales.

Tras este proceso de formación, ya se encuentran capacitadas para montar estructuras y componentes para líneas de transmisión de energía eléctrica a 230 y 500 kilovoltios (kV), instalar sistemas de puesta a tierra y hacer mantenimiento en líneas de transmisión electricidad.

Las estudiantes también recibieron, en esta primera etapa, acompañamiento de equidad de género, talleres sobre liderazgo femenino, manejo de conflictos, empoderamiento y prevención del acoso sexual.

Cerrar la brecha

Karina Díaz tiene 24 años y viene de Santa Helena del Opón, municipio de Santander. Su pasión por el sector energético la adquirió desde muy pequeña, pues su papá, sus tíos y su novio se han dedicado también a este oficio.

“El campo de la electricidad ofrece muy buenas oportunidades laborales y es muy amplio. Mi familia siempre me ha dicho que la energía nunca se va a acabar y es algo que siempre vamos a necesitar para todo. Y como mujer, esto me demuestra que también soy capaz y que tengo las habilidades para cumplir de la mejor manera con este trabajo”, comentó.

Rubiangie Polanco Epiayu, de 20 años, también llegó a La Ceja a capacitarse. Es de Maicao, La Guajira, uno de los territorios que se encuentra en el área de influencia del proyecto de transmisión Colectora.

“Cuando me enteré de la convocatoria me interesó inmediatamente. Sobre todo por ser un trabajo que ha sido solo de hombres. Me parece que este es una avance porque nos está dando al género femenino la oportunidad de demostrar que también somos buenas. Yo sé que de ahora en adelante habrá muchas más mujeres que se querrán incorporar a este oficio”, señaló.

Agregó que si bien la altura al principio la intimidó, la fortaleció el hecho de demostrarse a sí misma de lo que era capaz: “Nosotras somos multifacéticas, prestamos más atención al detalle, podemos aportarle más a este trabajo”.

Y es que si bien en el 2022 Isa Intercolombia, la Corporación Tener Futuro y los contratistas Salomón Durán e Instelec patrocinaron la primera generación de mujeres linieras, estas solo se formaron para el mantenimiento de las redes de transmisión.

Según el ingeniero Mario Aristizábal, profesor de las aprendices, lo novedoso con esta cohorte es que podrán montar desde cero una estructura de energía eléctrica.

“Esta formación de linieros, tanto de hombres como de mujeres, nació como una necesidad de las empresas del sector. La mano de obra colombiana estaba siendo exportada a otros países y aquí estábamos en un crecimiento grande de la demanda de energía y del sistema de transmisión nacional, por lo que se iban a requerir muchos más trabajadores capacitados”, explicó.

Y destacó que esta escuela se podría considerar como la única de este tipo en el país. “Llevamos 25 grupos de hombres que han salido de aquí, uno de mujeres capacitadas en mantenimiento, y este último, en construcción de torres”.

Por lo pronto, tras esta etapa formativa, estas 29 mujeres serán vinculadas a proyectos de contratistas del Grupo de Energía Bogotá.

FUENTE: EL COLOMBIANO


Más Noticias