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julio 30, 2024

La menopausia, el ciclo que exige más atención y menos tabúes


En Colombia, el aumento de mujeres mayores y de su esperanza de vida amplían la conversación sobre la menopausia

Cerca de 9 millones de mujeres en Colombia, con 45 años o más, están alrededor de la menopausia o han pasado por ella. Es el 17% del total de la población de 52,6 millones de habitantes que tiene el país. Pese a estas cifras, la menopausia está más marcada por estereotipos que por la atención que merece. “Cada una de nosotras experimenta la llegada de la menopausiade formas muy diversas: unas apenas la notan; otras sufren unas transformaciones, y algunas, como yo, pasamos por el periplo completo. Me di cuenta que la información era escasa y que nadie quiere hablar con tranquilidad de este asunto”, expresa la politóloga e internacionalista Sandra Borda en una publicación en su blog, con aires de desahogo.

Borda, alta consejera para las relaciones internacionales de la Alcaldía de Bogotá, empezó a enfrentar los síntomas de manera inesperada por cuenta de una histerectomía que le practicaron para extirparle el útero. “Después de semanas, ya estaba en medio de unos calores nocturnos insoportables, se me caía el pelo a manotadas, empecé a dormir terriblemente mal, me cambió el genio, gané peso y en general, mi relación con mi cuerpo se convirtió en una tortura”, recuerda. Mientras atravesaba las alteraciones, no se animó a llamar a alguien para comentar lo que vivía. “Debo confesar que sentí vergüenza. En menos de un mes, ya no era la mujer que había sido por más de 40 años. Me desconocía por completo y sentía que ya no había vuelta atrás… Nada, absolutamente nada en la vida, me preparó para lo que me estaba pasando”, agrega la mujer de 50 años.

La menopausia marca el final de los años reproductivos de las mujeres. Generalmente llega con cambios en la regularidad del ciclo menstrual que terminan en una interrupción definitiva del periodo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de mujeres en el mundo experimentan la menopausia entre los 45 y los 55 años de edad “como un episodio natural fruto del envejecimiento biológico”. Algunas se enfrentan a la menopausia prematura, a edades más tempranas, incluso antes de los 40 años.

La OMS advierte que, en la mayoría de países, el acceso a la información y los servicios sanitarios de calidad para la atención a la menopausia siguen siendo deficientes. “Es posible que las mujeres no sepan que los síntomas que experimentan están relacionados con la menopausia, o que existen opciones de asesoramiento y tratamiento que pueden ayudar a aliviar las molestias”, señala la organización.

Especialistas colombianos como Germán Barón, ginecólogo endocrinólogo, reconocen esa realidad en el plano nacional. “La frase de cajón más fácil de decirle a una mujer es: ‘aguante que eso se le quita’”, cuestiona. “Estamos muy atrás, estamos haciendo cosas que se hacían hace 20 años. Para muchos médicos el concepto no ha cambiado, no se les da importancia a todas las molestias que atraviesa una mujer, ni a la prevención hacia el futuro. Menos del 4% de las mujeres mayores de 50 años acceden a tratamientos como terapias de reemplazo hormonal por falta de orientación o conocimiento”, apunta. Una revisión científica publicada en la revista Cell advierte que más del 85% de las mujeres con síntomas menopáusicos no reciben un tratamiento eficaz.

Borda coincide en que una de las mayores complicaciones radica en tener que soportar los síntomas sin conocer las alternativas médicas, ni contar con acompañamiento profesional: “El gran problema es que estamos muy solas y, a menos que uno sepa qué tiene que buscar y dónde lo tiene que buscar, no existe iniciativa por parte del cuerpo médico para decirles a las mujeres: “estas son las alternativas que tienen por delante” “. A esto se suma que no todas las mujeres cuentan con las mismas condiciones para acceder a medicamentos o servicios que no estén contemplados en el Plan Obligatorio de Salud. “Sobrellevar médicamente la menopausia a través de reemplazo hormonal o cualquier otra alternativa es un lujo médico, no lo conocen todas las mujeres, ni están disponibles para todas. Muchas son tremendamente caras. Las drogas, sean inyecciones o parches, se están volviendo cada vez más difíciles de conseguir en Colombia”, reclama la politóloga.

FUENTE: EL PAIS


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