Cada año más de 2 millones de turistas nacionales y extranjeros/as asisten al Carnaval de Barranquilla, declarado por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Durante este espacio cultural, la campaña “No es No”, apoyada en el marco de “Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros”, sensibilizó a sus asistentes sobre la prevención de las violencias contra las niñas y mujeres.

Desde hace más de un siglo, el Carnaval de Barranquilla en Colombia se ha destacado como una de las celebraciones culturales y artísticas más prominentes a nivel mundial, compartiendo el lugar con el Carnaval de Río de Janeiro como uno de los más concurridos en América Latina y en el mundo.

Durante cuatro días, una variedad de expresiones culturales que evocan trajes, figuras mitológicas y bailes tradicionales de la música colombiana inundaron las calles de Barranquilla.. Esta festividad celebra y rinde homenaje a la diversidad cultural indígena, africana y española, que ha dejado una huella significativa en el país desde la época colonial.

No obstante, este espacio festivo representa una amenaza para las mujeres, quienes con frecuencia se ven acosadas por piropos no deseados, actos de violencia sexual y demás formas de acoso, bajo la excusa de que “en carnaval todo está permitido”.

Para abordar esta problemática, la Alcaldía de Barranquilla, en colaboración con ONU Mujeres, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Oficina de Población, Refugio y Migración de Estados Unidos (PRM), lanzaron la campaña “No es No”.

“No es No” es una de las estrategias que se realizan en el marco de nuestra iniciativa “Ciudades seguras y espacios públicos seguros”, a la cual se adhirió Barranquilla en 2023, convirtiéndola en la séptima ciudad colombiana en unirse a este programa.

La campaña llevó a cabo actividades de sensibilización sobre las distintas formas de violencia contra las mujeres, así como acciones de prevención y atención en estadios de fútbol, estaciones de transporte, universidades, aeropuertos, entre otros lugares de alta asistencia de personas.

“Es de vital importancia concientizar dentro de las fiestas sobre el no es no porque nosotras, las mujeres, también necesitamos sentirnos seguras y disfrutar de nuestra cultura”,  Samantha Olivero, turista dominicana y asistente al carnaval. 

La Caravana Segura y la comparsa “No es No” en la Batalla de las Flores fueron dos de las acciones de la campaña. Aquí un repaso de estas: 

Caravana Segura: entre letanías, cumbias y porros

Con un mensaje tan poderoso como “Amiga, hermana, si te pega no te ama”, la caravana recorre tres paradas estratégicas en Barranquilla: el Paseo Simón Bolívar, la Galería 72 y la emblemática Aleta del Tiburón. En cada parada, más de 20  lideresas  desembarcan para poner en práctica las enseñanzas que han impartido durante semanas.

Empoderadas y determinadas, las lideresas se  toman el espacio público, convirtiéndose en las protagonistas de la jornada. Reconocen su papel crucial como portavoces de esta iniciativa, sabiendo que su voz inspira a otras mujeres que enfrentan situaciones similares.

Con el sol de la tarde como testigo y el río Magdalena como telón de fondo, la Caravana Segura culmina su misión, dejando un impacto duradero en la comunidad. Una multitud se congrega en torno a ellas, ávida por escuchar el mensaje de sensibilización que llevan consigo.

La Batalla de las Flores

El corazón se detiene al enfrentarse a los ojos expectantes de más de 200,000 personas, ansiosas por sumergirse en un mar de bailes, arena y expresiones culturales diversas. Es la Batalla de las Flores, un festival que durante más de cinco horas deleita a multitudes con carrozas y comparsas que celebran la riqueza artística y cultural.

Encabezando el desfile, la Comparsa “No Es No”, bajo el liderazgo de la Oficina de la Mujer de Barranquilla, recorre la avenida 40 con un mensaje claro: la violencia contra las mujeres no debe ser tolerada en ningún contexto.

El implacable sol del mediodía hace que los asistentes busquen refugio bajo cualquier material disponible. Aprovechando esta oportunidad, la comparsa distribuye abanicos que además de refrescar, contienen información crucial sobre los recursos de ayuda disponibles en casos de violencia de género durante el carnaval.

El compromiso de Barranquilla con la erradicación de la violencia contra la mujer durante el carnaval es inequívoco. Tanto el Alcalde como la Gestora Social ratifican su apoyo a la campaña, demostrando la unidad de la ciudad en esta causa vital.

Aunque la jornada llega a su fin, el mensaje persiste en la mente de cada persona presente. Porque la creación de ciudades seguras solo es posible cuando todas las personas se comprometen a trabajaren conjunto.

FUENTE: https://colombia.unwomen.org/