Menú

Entérate

agosto 22, 2023

El brutal asesinato que cambió las políticas contra los feminicidios en Colombia


Después de más de una década del crimen de Rosa Elvira Cely, que alumbró una ley con su nombre, se producen nuevas condenas contra el Estado colombiano por la deficiente asistencia sanitaria que recibió la joven tras ser violada

En lo que va de año, en el país suramericano han muerto ya 374 mujeres por violencia de género

Ya han pasado once años desde que la familia de Rosa Elvira Cely sigue esperando que el Estado colombiano responda frente al brutal feminicidio de la mujer, que fue asesinada por uno de sus compañeros de estudio. Hace unos días, un juzgado de Bogotá condenó a cuatro entidades por omisión y negligencia ante la inacción en la noche del 24 de mayo de 2012 en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera.

En la decisión se indicó que el ente de control deberá asumir el 80% de la reparación económica a la familia, y el Hospital Santa Clara se encargará del 15%, mientras que el 5% restante sería para la Secretaría Distrital de Salud. El fallo impuso una indemnización de casi 300.000 euros (1.300 millones de pesos) para la familia de la víctima.

Adriana Cely, la hermana de Rosa Elvira, que presentó la demanda en agosto de 2014 contra las entidades anteriormente mencionadas, relata a ABC que si bien «no todas fueron aceptadas», también habían adjuntado a la demanda a la Policía, a la línea de atención y al médico que revisó a la víctima. «Es un paso para sentar un precedente en nuestro país para que nos permita seguir luchando por los derechos de las mujeres», declara Adriana, que señala que este puso en evidencia todas las barreras institucionales y «humanas» que se presentaron en el caso.

Sin embargo, pese a tener una esperanza, es consciente que nada le va a devolver a su hermana. Es un primer paso, pero «no hay nada logrado hasta el momento, aún no es una ganancia», asegura.

«Estoy en el Parque Nacional. Me están violando»

Rosa Elvira Cely, de 35 años, tenía una hija de 12, trabajaba en un puesto ambulante en la calle de Bogotá durante el día y por la noche estudiaba en la escuela pública Manuela Beltrán. En una jornada de clase, salía acompañada de dos compañeros, Javier Velasco y Mauricio Ariza, y aunque no los conocía lo suficiente decidió ir a un lugar de Chapinero. Subió a la moto de Velasco sin saber lo que le ocurriría.

Esa noche William Cardona, coordinador de la Línea de Emergencias 123, recibió una llamada a las 4:47 de la madrugada. «Estoy en el Parque Nacional. Me están violando», denunció Cely al otro lado del teléfono. Se le cortó la llamada. A las 4:50 llamó de nuevo para dar indicaciones más precisas de su paradero. Los agentes no llegaron a tiempo. Después de una hora encontraron a Cely desnuda de cintura para abajo, y con laceraciones en los brazos y el cuello que sugerían un intento de estrangulamiento. Estaba tirada en el suelo, con hipotermia, mientras sangraba en sus zonas íntimas. «Javier Velasco y Mauricio Ariza», dijo Cely al ser auxiliada.

Fue trasladada a un hospital lejos del lugar donde sufrió el ataque y no al centro que tenía a menos de cinco minutos de distancia. Una vez ingresada en urgencias, el proceso se demoró y cuatro días después Cely falleció tras no superar las graves heridas que le provocó Velasco. Unos análisis posteriores determinaron que tenía destruido el útero y las trompas de Falopio; también dentro de su cuerpo se hallaron rastros de yerba y astillas.

El subdirector del centro médico, José Páramo, mencionó que los médicos de urgencias nunca habían visto algo «tan brutal y tan horrible» como lo que encontraron cuando examinaron a la víctima. «El daño de todos sus órganos intestinales provocó una peritonitis al interior de la cavidad abdominal», confirmó.

Las autoridades iniciaron la búsqueda del asesino, quien ya había sido condenado previamente por matar a otra mujer en 2002; sólo cumplió nueve meses de condena y fue internado en un centro de rehabilitación porque el sujeto presentaba problemas de alcoholemia. Después de quedar libre, recibió una denuncia penal por abuso sexual de sus dos hijastras y violación de una trabajadora sexual. Y repitió la historia con Rosa Elvira.

Tras siete meses prófugo de la justicia, Velasco fue capturado y condenado a 48 años de prisión. «Él va a terminar pagando sólo 18 años por el abuso sexual de los hijos, es el único que no tiene rebajas», indica Adriana, pues el homicida puede reducir su condena por buen comportamiento, estudio o trabajo al interior de la cárcel. «No se tuvo en cuenta el agravante del asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer porque no existía la tipificación del feminicidio», explica.

El caso de Rosa Elvira conmovió a toda la sociedad colombiana y tuvo un amplio eco internacional. En Colombia se multiplicaron las protestas, miles de mujeres salieron a las calles y las feministas denunciaron el caso. Las muestras de rechazo inundaron las redes sociales. La familia de Rosa Elvira sentía la necesidad de hacer algo para conmemorar la memoria de la víctima.

Ley Rosa Elvira Cely: se aprueba el delito de feminicidio en Colombia

No es hasta el 2015 que se aprueba la ley que lleva su nombre y que tipifica un feminicidio como «la causa de muerte de una mujer por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género». Los acusados se enfrentarán a penas de entre 250 meses (20 años) y 500 meses (40 años). Además, la ley promulga la formación de género y Derechos Humanos de los servidores públicos para tratar este tipo de casos penales, así como más desarrollo de instituciones pedagógicas para dar a conocer e identificar la violencia de género.

Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) de Colombia en 2021 se produjeron 978 homicidios contra mujeres; cifra que se rebajó a más de la mitad el año siguiente, con la muerte de 435. Sin embargo, no se especifica el delito, por lo que la responsabilidad de ejecutar la condena es de la Fiscalía General de la Nación. No obstante, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) demostró que de las 978 mujeres asesinadas, en 358 casos los peritos forenses encontraron indicios en las necropsias que infieren que, por las características del daño perpetrado en los cuerpos, se podrían tratar de feminicidios.

Dentro del contexto de violencia se presenta un índice alto en violencia intrafamiliar del 42,29% y violencia interpersonal del 30,08%. Cuatro de cada 10 asesinatos de mujeres son cometidos por la pareja, expareja, familiares o personas conocidas. Además, el arma de fuego es el mecanismo causal más frecuente, con 6 de cada 10 de los casos, y un 30% usaron algún objeto cortopunzante o la asfixia.

Estos feminicidios son generalmente precedidos por actos de violencia en los hogares: en 2021, prácticamente en 9 de cada 10 casos de violencia no letal de pareja, la víctima es una mujer (29.609 casos de un total de 34.042); y en casi la totalidad, la persona agresora es un hombre. El último boletín actualizado por INMLCF señala que de enero a mayo de 2023 ya hay 374 casos de homicidio de mujeres con un 43,85% de violencia interpersonal frente a un 31,14% de violencia intrafamiliar.

Colombia: la ley de feminicidio en el contexto internacional

Adilia de las Mercedes, docente y jurista especializada en derechos de las mujeres y desarrollo legislativo, indica que Colombia cuenta con una legislación previa a la Ley contra el feminicidio Rosa Elvira Cely que «incluye políticas públicas generales de prevención, atención, protección, sanción, reparación y restablecimiento de derechos de las mujeres», para garantizar una «vida libre de violencias».

El Estado le falló a Rosa Elvira Cely. La jurista afirma que para estos casos «todavía hace falta mucha formación en estándares internacionales de derechos humanos de las mujeres para que realmente podamos hablar de que hayan instituciones de justicia que estén investigando con perspectiva de género». Sin embargo, en la mayoría de las indagaciones «encontramos falencias».

Asimismo, en cuanto a la sentencia la docente señala que «es importante porque reconoce que si se hubiese hecho un trabajo previo con perspectiva de género, que seguramente falló», ya que, en ese momento Velasco tenía otras acusaciones por delitos sexuales y asesinato, «Rosa Elvira hoy estaría viva, no habría sido asesinada de una manera tan brutal», expresa.

«Rosa Elvira hoy estaría viva, no habría sido asesinada de una manera tan brutal»

Adilia de las Mercedes

Jurista especializada en derechos de las mujeres

El cumplimiento e implementación de la ley siguen siendo grandes retos, no sólo en Colombia sino en el contexto internacional. Sin embargo, Adilia de las Mercedes remarca que «la ley colombiana contra el feminicidio es una de las más avanzadas de las Américas, su cumplimiento e implementación son los grandes desafíos».

Por esto, no siempre los resultados en los índices de delito contra la mujer se ven reflejados en una realidad social, ya que muchos de los gobiernos fallan en la ejecución del código penal, así como de presentar una cátedra de género para las instituciones y funcionarios que garanticen el derecho y acceso de la justicia de las mujeres.

«Sabemos que el feminicidio de Rosa Elvira Cely fue un revulsivo para toda la sociedad colombiana y que su memoria trasciende hasta hoy, convertida no sólo en el recuerdo de un asesinato totalmente evitable, sino en la incansable búsqueda de justicia de una familia que no solo reclama por sus derechos, sino por los de todas las mujeres de Colombia», expresa la investigadora del feminicidio y la violencia sexual en escenarios de conflicto, Adilia de las Mercedes.

En cuanto a la sentencia, la familia de Rosa Elvira Cely espera «ampliar la reparación a otras posibles víctimas, transformar la institucionalidad para que esas reparaciones lleguen también a sus familias y a otras personas sobrevivientes», concluye la jurista.

FUENTE: ABC


Más Noticias