diciembre 14, 2021
Feminismo y memoria, en el segundo disco de la uruguaya Papina de Palma
Maribel Arenas
Madrid, 14 dic (EFE).- La cantautora uruguaya Papina de Palma va más allá del amor en su segundo disco «Esta podría ser la señal», y explora temáticas como el abrazo del feminismo o la importancia de la memoria histórica, en relación a la última dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985).
«Para mí simboliza una confianza en mí misma muy grande porque lo produje yo», explica la montevideana a Efe en una entrevista en Madrid, donde esta semana presenta su trabajo.
El nuevo álbum recoge diez canciones de las cuales solo una es completamente desconocida para el público: «Tiempo al Tiempo».
La cantante treintañera, que se define como habladora, obsesionada con la transparencia, enamorada de su perra Idea y muy distraída, sostiene que este recopilatorio de temas es un modo de «soltar» las canciones que la acompañan desde hace tiempo «para que lleguen todas las nuevas».
«La memoria es una canción sobre lo importante que es a la hora de pensar en el futuro. Para mí, no hay futuro posible sin memoria», relata de Palma.
La artista también reconoce haber experimentado un cambio personal y musical con respecto a su álbum anterior y primer trabajo, «Instantes Decisivos», como consecuencia del acercamiento del feminismo a su vida diaria.
«De repente el feminismo me puso a preguntarme cosas que nunca antes me había preguntado. Ahora, por suerte, son preguntas que incorporé a mi día a día», añade.
Sobre esto, la cantante explica que comenzó a cuestionarse, por ejemplo, el uso de expresiones empleadas por mujeres como el «estar sola cuando no tienen pareja, aunque en realidad no lo estén».
LA INFLUENCIA RIOPLATENSE
De Palma recuerda que sus primeros coqueteos con la música se dieron cuando acudía los domingos a misa con su abuelo: «nos daban como unos cuadernos con todas las letras de las canciones. Para mí era el mejor momento de la semana», dice.
Actualmente, la artista identifica como referentes musicales a cantantes uruguayos como Eduardo Mateo o Jaime Roos; y a cantautoras como Samantha Navarro, Inés Errandonea y Eva Sienra, cuyos discos, según admite, no solo escucha «muchas veces» en bucle, sino que, además, se constituyen como «referentes de lo estético».
La influencia de la cultura uruguaya en la música de la cantante, tal como explica, «es muy profunda», aunque, reconoce, no siempre fue así.
«Hace como diez años fui a un taller de canciones que daba Rubén Olivera (compositor, cantante y guitarrista uruguayo). Él decía que si eras uruguaya, lo honesto era que tu música tuviera mucho del lugar del que venías. A mí me ofendió, pero después me di cuenta de que era inevitable y entendí a qué se refería porque todo lo que hago está atravesado por el lugar del que vengo desde la forma de hablar hasta las influencias en lo rítmico», reflexiona.
Sobre el sentido de su música, la cantautora insiste en que su objetivo no es tanto «transmitir algo concreto» como el hecho de «militar la sencillez, la honestidad y la ternura», aunque a veces pueda resultarle más difícil.
Tras el lanzamiento a distancia de su nuevo disco, de Palma adelanta que, luego de unos meses de conciertos entre México y Europa, ahora le toca regresar a Uruguay para emprender una gira por el interior de su país, Argentina y Chile.
«También me interesa mucho la combinación del audiovisual con la música para cine e incluso para la publicidad: es un mundo que me parece relindo y, además, es otra forma de trabajar la música», concluye.
FUENTE: https://www.swissinfo.ch/