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noviembre 17, 2021

Historias que hagan latir, la apuesta del Festival de Cine por los DD. HH.


Este miércoles se inaugura la octava edición del Festival, que no deja ningún tema coyuntural por fuera: paridad, migración, población LGBTIQ+, posconflicto, reconciliación y lo que dejó el paro nacional.

Hablar de derechos humanos se ha convertido en un comodín para adornar discursos políticos sin que haya algo de fondo. Olvidamos, en el fragor de la guerra en la que viven Colombia y el mundo, que es un término que más que sujeto es acción, y eso es justamente lo que viene a recordarnos el Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos, que este año llega a su octava edición.

Cumpliendo con su lema “Historias que te harán latir”, el Festival no deja fuera ningún tema importante para la agenda de este país: paridad, reconciliación, búsqueda de la verdad, población LGBTI, migración, indígenas, posconflicto y el paro nacional. Estos asuntos están presentes en las charlas y en las 50 películas seleccionadas de Chile, Perú, Brasil, Francia, España, Dinamarca y Siria, entre otros.

“Trabajamos para encontrar historias que sirvan de inspiración para el público y sensibilicen a quienes asistan. El lema habla de latir y eso se puede hacer de muchas maneras: por indignación, por amor, por rabia, por afinidad, por inspiración, y eso está en las películas y en las demás actividades que tendremos”, asegura Diana Arias, directora general del Festival, que se realizará de manera virtual del 17 al 25 de noviembre.

La película inaugural será el largometraje Frío en la montaña, del director colombiano Édison Gómez Amaya. Una cinta conmovedora que muestra la tríada de la violencia en Colombia: guerrilla, paramilitares y el pueblo en el medio. En la película, los dos bandos son inidentificables, según le comentó a Colombia+20 el director.

Un accidente junta a tres hombres, que aparentemente deberían ser enemigos, creando una convivencia que les permite abandonar sus banderas ideológicas y verse solo como humanos.

“Es una película muy sencilla e íntima, pero muy poderosa, que habla sobre el poder de la reconciliación. Son tres actores metidos en un conflicto que no es de ellos, como sucede con esta guerra, y nos pareció muy pertinente mostrar ese lado. Nos gustó mucho porque creo que en Colombia seguimos hablando de reconciliación y es importante seguir promocionando ese discurso”, comentó Arias.

Dos de los tres actores principales son profesionales, uno de ellos familiar de una persona víctima de las ejecuciones extrajudiciales -también llamados ‘falsos positivos’, mientras que el tercero es un actor natural, músico de carranga en Boyacá.

La idea de la película le surgió a Gómez de un curso de cine que dictó en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita (Boyacá) a guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes.

“Los tenían a todos separados y pedí que los juntáramos. Obviamente hubo negativas por parte de la gente de la cárcel. El ambiente fue duro, pero entre las reflexiones y las cosas que conversábamos en clase, incluso con las comedias de Chaplin que veíamos, se empezó a formar una convivencia pacífica”, explica.

Y añade: “Lo importante es que como estamos en una sociedad de gente con pensamientos tan diferentes, quizás porque yo nací en esta zona o en esta condición socio-económica y con estos amigos pues estoy condicionado a pensar de determinada manera y creo que la verdad es esta. Incluso algunos están dispuestos a matar por ella. Pero al quitarse todas esas capas, que es justo lo que pasa en la película, empezamos a mirarnos por dentro y a ver que sí tenemos muchas cosas en común de lo que creemos”.

Historias que hagan latir, la apuesta del Festival de Cine por los DD. HH.

Lo que no se debe perder

Arias precisa que, si bien todas las películas apuestan por relatos personales de víctimas de la guerra, se alejan del tono de denuncia para dar paso a otras narrativas, como el perdón o el simple reconocimiento de quienes vivieron los hechos. “Hay un documental llamado Del otro lado. A la mamá del director la secuestraron. Él hace un viaje a donde ella estuvo secuestrada, hace un esfuerzo por conocer a su secuestrador y toda la cinta es sobre cómo perdonar a ese personaje que le quitó a su mamá”, detalla.

En largometrajes de ficción se destacan Nowhere, también colombiano, sobre una pareja gay y su lucha por la garantía de amar sin prejuicios; Amor rebelde, otra lovestory que se da en medio del proceso de paz de La Habana, y Memorias guerrilleras, una serie de cortos hechos por excombatientes tras un proceso de formación con el director Ricardo Coral. El festival tiene tres talleres gratuitos para aprender a hacer documentales o para escribir guiones de cortometrajes. Hay que hacer inscripción previa en su página oficial.

Un premio por los DD.HH.

En esta edición se entregará por primera vez el premio Héctor Abad Gómez, en homenaje al médico y defensor de derechos humanos antioqueño.

Su escogencia se da justo cuando la película El olvido que seremos, basada en la novela homónima del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, marcó la cartelera colombiana y se hizo merecedora de varios premios Platino y el Goya como mejor filme iberoamericano. El galardón se dará este miércoles a las 8:00 p. m. durante la inauguración del Festival en la Cinemateca de Bogotá.

También habrá varias charlas virtuales, entre ellas una para conocer el funcionamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de la mano de Ana Ochoa Arias, Gustavo Salazar y Óscar Parra, magistrados de este tribunal. Esta conversación estará moderada por Gloria Castrillón, directora de Colombia+20 de El Espectador, medio que por cuarto año consecutivo es uno de los aliados del evento.

En la charla de cierre, llamada “Memorias del conflicto”, estará Íngrid Betancourt, excandidata presidencial, quien pasó seis años secuestrada por la guerrilla de las Farc.

Las 50 películas seleccionadas serán transmitidas en la página www.cineporlosderechoshumanos.co. Cada día se expondrán diez películas, pero quienes quieran acceder de manera ilimitada podrán pagar abonos por un costo de 11 dólares (unos 42.000 pesos colombianos). El dinero se destinará a causas sociales. Las charlas serán transmitidas a través del Facebook Live del evento

El paro nacional, también protagonista

El paro nacional de abril pasado, que junto con el del 21 noviembre de 2019 y el del 9 de septiembre de 2020 configuraron las protestas más fuertes y más largas en Colombia, también está presente en el Festival.

Esa coyuntura no escapó del evento que, según Arias, quiere visibilizar otras caras de esas manifestaciones.

“Esa programación en particular no es de expertos o académicos ni de doctorados en derechos humanos, sino de las personas que están viviendo, defendiendo y luchando por estas causas. Quisimos traer a los verdaderos protagonistas”, detalla Arias.

En algunas de esas charlas estarán, por ejemplo, los familiares de Lucas Villa, el estudiante que fue asesinado en una manifestación en Pereira y quien se convirtió en el símbolo de la protesta pacífica durante el paro de abril pasado. También protagonistas de acciones ciudadanas como los Escudos Azules, grupos de manifestantes que guiaban las marchas de forma pacífica; y medios alternativos como Red Alterna Popayán y Aquinoticias

Dentro de los temas de las charlas estarán la búsqueda de la verdad y su apoyo en el arte y la cultura con la comisionada Lucía González, de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV); el trabajo de lideresas indígenas con invitadas de Chile, Colombia y México, y los colectivos LGBTIQ+ por su victoria tras ser reconocidos como sujetos de reparación en el posconflicto. Además, defensores de los derechos de los migrantes y cuatro mujeres activistas que inciden en la política pública de América Latina.

FUENTE: EL ESPECTADOR


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