octubre 27, 2021
5 pilares de la lucha feminista en Colombia
Mujeres sin derecho y al derecho es una serie documental de 6 capítulos que explora desde diferentes enfoques la historia y presente del movimiento feminista en Colombia.
Esta producción audiovisual se propone hacer un recuento 100 años de luchas y avances a favor de la equidad, la democracia y la inclusión de las mujeres en el país.
La serie hace un reconocimiento a las mujeres que durante este periodo han luchado por la defensa de sus derechos, entre ellas campesinas, líderes, poetisas, politólogas y activistas de derechos reconocidas a nivel nacional por sus logros.
Con la presentación de Gloria Gómez e Isabel Granados, Mujeres sin derecho y al derecho se alimenta de testimonios de mujeres activistas y protagonistas de las transformaciones sociales producto de las luchas feministas, como Maruja Vieira, Imelda Arana, Francia Márquez, Catalina pérez y Angela Robledo, entre muchas otras.
Mujeres sin derecho y al derecho cuenta la historia desde la voz de sus verdaderas protagonistas: las mujeres que han liderado estas luchas. Al hacerlo, aborda la problemática de los derechos de las mujeres desde distintas perspectivas, como la educación, la política, el aspecto económico, la ruralidad o la violencia contra la mujer.
Para lograrlo, la serie documental se enfoca en los esfuerzos y logros que las mujeres colombianas realizaron entre las década del 30 del siglo pasado hasta la actualidad.
Fue desde aquella época que se empezaron a conquistar espacios de participación determinantes, que se convirtieron en pilares para generar cambios en el país a pesar de las oposiciones, la subvaloración y la falta de aplicación de los derechos constitucionales de las mujeres.
Mujeres sin derecho y al derecho es un proyecto ideado, desarrollado y dirigido por realizadora Verónica Posada, quien lamentablemente falleció luego de completar la producción de la serie.
Para entender a profundidad el desarrollo temático de la serie, que en cada capítulo toca un aspecto específico del movimiento feminista en nuestro país, a continuación hacemos un recorrido por 5 pilares de esta lucha que explora la serie.
Educación
La entrada de las mujeres a la educación superior, en 1936 significó un cambio en el rol impuesto para las jóvenes de la época, pues supuso la búsqueda del conocimiento y de la libertad individual.
Desde allí, las cifras de su participación dentro de ámbitos académicos han ido en aumento, a pesar de que aún las mujeres se ven sometidas a enfrentar estereotipos y brechas de género, dificultades para el acceso a la educación y les cuesta más mantenerse dentro del sistema educativo.
Política
Las movilizaciones feministas por los derechos laborales, educativos y rurales abrieron caminos de resistencia social, política y cultural con el fin de reconocer a la mujer como sujeto político.
A finales de la década del 50 del siglo pasado, tras años de reclamo por el derecho de participación en organismos de representación popular, las mujeres llegan a las urnas para ejercer como ciudadanas, sustentado en su activa movilización, especialmente en cabeza de Esmeralda Arboleda, Josefina Valencia y Bertha Hernandez.
Esta participación no significó la equidad plena dentro estamentos públicos de poder y decisión, porque aún hoy siguen las exigencias por conformar un gobierno paritario que logre superar la desigualdad de género.
Economía
Las precarias condiciones laborales a las que se han enfrentado las mujeres ha sido uno de los temas de lucha de las mujeres, quienes además de ser “las encargadas del hogar” aportan a la activación de la economía nacional y familiar.
Luchas como la de la activista Betsabé Espinal por la reivindicación de las condiciones laborales de las mujeres no se quedaron en el pasado, y como en todos los pilares se trata de un problema que persiste: aún hoy, el desempleo femenino es mayor que el de los hombres, además de disparidades tanto en las condiciones de trabajo como en la remuneración económica.
Eliminación de la violencia de género
Los casos de violencia de género no disminuyen y, por el contrario, parecen estar en aumento, de acuerdo con las cifras de Medicina Legal (2018), las cuales registran cada tres días a una mujer asesinada por su expareja. Se trata entonces de otra lucha que se mantiene en el feminismo: eliminar y enfrentar la violencia de género.
Aún más si nos preguntamos si esta es la única forma de violencia contra la mujer. Hay distintas expresiones de violencia a las que se ven sometidas las mujeres, sumado a la normalización de conductas violentas en diferentes ámbitos y su utilización como una herramienta para la dominación y ejercicio del poder sobre ellas.
Es de vital importancia que la sociedad entienda cuáles son dichas situaciones de violencia de género, y también saber diferenciar entre la violencia “ a secas” y la violencia de género.
La mujer rural
Las mujeres rurales son quienes enfrentan una triple discriminación: por hacer parte del territorio rural; por ser mujer y por ser víctima del conflicto armado, el cual aún no ha acabado, y por el cual han sufrido violencia sexual y despojo.
Esta situación de pobreza y vulnerabilidad para las mujeres rurales ha sido una constante, y esta opresión sobre su trabajo, sobre su cuerpo y sobre sus derechos a la tierra tuvieron abanderadas como Felicita Campo, quien en 1928 alzó su voz y describió estas cuestiones del tejido social.
Las mujeres rurales, entonces, son otro aspecto que la lucha feminista mantiene siempre en su mirada, pues se tratan de una gran parte de las mujeres del país.
FUENTE: SEÑALCOLOMBIA