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octubre 5, 2021

¿Cuál es el papel del hombre en el feminismo?


Los espacios separatistas buscan ser un lugar seguro para las mujeres, donde se pueda debatir, conversar, manifestar, sin miedo a ser víctimas de abusos y violencias. 

¿Un hombre puede ser feminista? Le explicamos cómo pueden aportar en una lucha de miles de mujeres.

No uses mucho maquillaje para no parecer payasa, pero sí el suficiente para verte mejor. Tacones sí, pero no muy altos para no perder la elegancia. El cabello siempre largo, y los vellos siempre cortos. No juegues fútbol. No hables duro. No pelees. No reclames. ¡Claro que puedes expresar emociones! Pero solo alegría y a veces tristeza y miedo, los que te hagan ver indefensa, delicada, pero nunca la rabia, porque serás histérica, o la frustración, porque serás una llorona.

A las mujeres siempre se les ha dicho qué hacer. “Tanto que hoy, cuando por fin construimos un movimiento nuestro, donde cuestionamos, luchamos por nuestros derechos, buscamos libertad y equidad, recuperar lo que se nos ha quitado, también nos dicen cómo hacerlo. Y ahí sí quieren participar, ayudarnos, cuando antes no les había interesado”, dice Nancy Becerra, psicoterapeuta con enfoque de género.PUBLICIDAD

¿Pueden los hombres marchar con las mujeres? ¿Acompañarlas en su lucha? ¿Ayudarlas? ¿Pueden ser feministas?

De acuerdo con algunas corrientes (no todas porque son casi tan diversas como las mujeres), el hombre puede apoyar con muchas acciones, pero no necesariamente asistiendo a marchas, a espacios de mujeres para mujeres. Eso sí, el hombre no ayuda, “porque no es un favor el que nos hacen, es su responsabilidad porque fueron ellos los que legislaron, los que gobernaron, los que siempre han estado priorizados”, agrega Becerra.

Tampoco pueden ser feministas, porque se trata de un movimiento por, para y a consecuencia de las mujeres que “ellos no podrían entender”.

Le explicamos entonces cómo un hombre puede aportar a la lucha de millones de mujeres, con qué acciones, sin entrometerse a la fuerza donde no son requeridos.PUBLICIDAD

Objetivo de la lucha

Buscan que todo ser humano tenga derechos garantizados sin importar la condición de género. “Es un proceso orientado a la emancipación de las mujeres, porque hemos sido históricamente oprimidas en la jerarquía social donde los hombres han sido quienes definen la forma como se organiza la sociedad, los roles, la distribución económica, de trabajo”, dice Angélica Beltran Pineda, politóloga y magíster en Comunicación Política.

El mundo se ha ordenado según una sola mirada, la masculina. Y no implica que esa visión sea opresora en sí, pero sí que es una forma de ver y entender el mundo que puede ser ajena a las mujeres. “Las necesidades que ves como hombre dejan a la mitad de la población por fuera”, continúa Beltran.

¿El feminismo, entonces, excluye a los hombres? “Puede pasar que sí queden por fuera en ciertos momentos, pero eso no es malo. Existe en derecho un término considerado discriminación positiva, discriminar a uno para priorizar a otro, y eso no es arbitrario sino razonable, parte de una necesidad”, agrega Laura Figueroa, activista feminista y fundadora del colectivo Incendiarias.

No pueden querer estar incluidos en algo que no les pertenece y que ellos mismos causaron, añade Becerra, “no deben mandarnos. Nos dicen que debemos incluirlos y desde ahí es otra orden más, una patriarcal. Ya desde Napoleón se prohibía que más de dos mujeres se reunieran solas, siempre ha habido control”.

Espacios separatistas

Hay espacios considerados seguros, generados por y para las mujeres, donde se prohíbe la presencia del hombre, como en algunas marchas, manifestaciones y actividades artísticas o culturales en las calles.

Por esto, solicitan que los medios de comunicación y las autoridades respeten el espacio separatista y envíen a mujeres policías o fotógrafas, pero es común que esto sea ignorado y sean hombres los que acudan. Pasó tan solo esta semana en varias ciudades del país en las marchas prodecisión.

“En la calle, en el trabajo, en la esfera pública somos acosadas. Estos espacios nos permiten desarrollar nuestras acciones, conversar, sin encontrarnos con esos acosadores, sintiéndonos seguras. Y eso no quiere decir que ese policía o ese camarógrafo específico sea malo, pero deberían respetar”, agrega la activista.

¿Por qué no envían mujeres? Puede ser por dos razones. La primera es porque no han entendido el motivo y la lucha y no les interesa respetarlo. La segunda, con otro problema de fondo, es porque no tienen a mujeres contratadas, “porque se han feminizado los campos laborales, se ha dicho que somos buenas para unas cosas pero malas para otras, y porque todavía no tenemos la misma presencia y representatividad en los espacios laborales y públicos” continúa.

De hecho, más de la mitad de las mujeres en edad de trabajar no lo hacen y las que tienen empleo ganan 27 % menos que los hombres, según el informe Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia realizado por la Organización para las Naciones Unidas, la Consejería Presidencial para la Mujer y el DANE.

CONTEXTO DE LA NOTICIA

MANUAL PARA SER ALIADO EN LA LUCHA DEL FEMINISMO

El feminismo no es uno solo, es una teoría política en evolución. Hay muchas corrientes, las más liberales y las más radicales, así que lo que para unas es aceptado para otras puede que no. Esta es una aproximación. ¿Los hombres pueden asistir a marchas y manifestaciones? Para Beltrán, cualquier persona puede estar comprometida con este proceso de emancipación, pero son las mujeres las que deben ser las protagonistas. “Son sujetos políticos y no les podemos quitar el derecho a tener una visión política, pero deben entender que su postura y su análisis siempre estará incompleto”. Si no son bienvenidos en una acción, deberían respetarlo, no querer entrar a la fuerza. Si son invitados, deben asistir con responsabilidad, reconociendo que no gira en torno a ellos y cuestionando sus privilegios. Para Becerra, no es necesario que vayan a las calles con las mujeres porque “las calles nunca han sido nuestras, es el lugar donde nos violan, donde tenemos horarios restringidos, es una apropiación simbólica que hacemos”. Más bien, si quieren apoyar la marcha, es mejor que faciliten la participación de las mujeres, cuidando a los niños, potenciando, supliendo otras necesidades, sin convertirse en barreras, puntualiza Beltrán. ¿Cómo pueden aportar más a la lucha? Desde ellos mismos: pueden debatirse sus privilegios, escuchar a las mujeres, ir a charlas, eventos, ver documentales, leer libros, consumir información feminista, comprar en mercados feministas, no quedándose callados ante las injusticias, no cometiendo abusos y violencias basadas en género, cuestionando públicamente el machismo de otros hombres, no riéndose de los chistes misóginos del amigo. Enseñando a sus hijos, oponiéndose a las violencias en las familias, rompiendo el pacto patriarcal, enseñándole a las hijas que pueden ser lo que quieran ser. “No nos ayudan, porque esto es su responsabilidad. No podemos agradecerles por no pegarnos, no son héroes”, finaliza Becerra. En general, un hombre puede, y debe, ser aliado en la lucha pero sin buscar ser protagonista en algo que no le pertenece y cuestionando sus privilegios. Sobre su participación en ciertos espacios, “nunca vamos a llegar a un consenso, unas estarán de acuerdo y otras no”, dice Beltrán, por eso lo mejor será analizar en qué sí pueden aportar.

Periodista de la UPB. Amante de las historias y de las culturas. Estoy aprendiendo a escuchar y a escribir.

FUENTE: EL COLOMBIANO


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