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julio 23, 2021

EL FUTURO ESTÁ EN LOS NIÑOS


Contar con un organismo para la prevención, la recuperación y defensa de los niños, que demuestre sus logros día a día.

Dedicarles a los niños, en el aniversario luctuoso de mi hija Andrea, quien a sus escasos cinco años se nos fue, es reconocer una de las grandes desgracias de Colombia, ninguna puede ser peor, inclusive la pandemia, frente al maltrato y la muerte de niños, endémico en Colombia, casos permanentes, que hay que “aceptar”. De acuerdo con la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (Limpal Colombia), aproximadamente 55 niñas y adolescentes son violadas en Colombia cada día, y cada tres días una es asesinada, según datos de Medicina Legal, que sumados a los demás crímenes que se suceden todos los días, masacres, violaciones, feminicidios, asesinatos, robos, narcotráfico, corrupción y demás.

La directora del instituto de Bienestar, indicó que la liga rechaza estos hechos, y expresó su preocupación por la situación de las niñas y adolescentes en los territorios de Colombia. Sí, todos estamos preocupados, pero hay es que actuar para acabar con estos crímenes execrables, rechazados por todos los colombianos, solo quedan aquellos que no tengo un adjetivo para denominar sus actuaciones, son monstruos de la maldad.

Tratar un niño con maldad, es de aquellos que no pueden estar en la sociedad en la que vivimos, ahora llamada civilizada. Para ellos, la cadena perpetua puede ser poco, si no se lleva al criminal a trabajos forzados. Por eso, algunos piden para ellos la pena de muerte. Reclutar niños, colocarlos a realizar trabajos de adultos, aprovecharse de ellos, es volverlos ignorantes, marcarlos para el resto de su vida, con un hecho imborrable, quedar sin educación y sin derechos para su edad, es algo imperdonable, que el Estado tiene, no solo como una deuda de cumplimiento urgente, a la Constitución y demás leyes.

Es una respuesta que tenemos que cumplir conjuntamente con el gobierno, que nos hace recordar que así como hemos sido de afortunados con nuestros hijos, deberíamos ayudar a solucionar los problemas de los demás niños de nuestra patria, de lo contrario esos niños, que después pasarán a ser la juventud, tendrán una adolescencia trágica, llena de cicatrices imborrables, que los proyectarán a ser los criminales del mañana. Darles todas las oportunidades es nuestra obligación, castigando con la mayor severidad a quienes intenten o atropellen sus mínimos derechos.

En respuesta a esta necesidad, debemos plantear reformas, que nos permitan, disminuir y controlar, el ascenso vertiginoso de un comportamiento no solo repudiable, sino también, trágico y destructivo del comportamiento, en la evolución de los individuos afectados.

Se deben tomar acciones más contundentes en la formación infantil, de instituciones y personas, con colaboración y educación de quienes los vienen formando, padres y profesores. Con el liderazgo del gobierno y sus componentes relacionados, responsabilidad compartida con escuelas, colegios o universidades, y en general con todas las asociaciones, fundaciones, y demás que se requieran.

Vigilancia al comportamiento de personas relacionadas con niños, que nos permita, darles el respeto y quitarles el rechazo a las instituciones nacionales para recobrar el amor patrio, cívico y humanitario.

Contar con un organismo para la prevención, la recuperación y defensa de los niños, que demuestre sus logros día a día. Asignar los recursos necesarios sin limitaciones, manejados, pero con buena vigilancia de lo asignado, para que no sucedan los conocidos robos, hasta de la alimentación.

Gracias Andrea, por recordarme tus derechos, y los de tantos niños que los necesitan. Tu sufrimiento por tu partida no ha terminado, pero, ayudar a un niño, será siempre, al menos un consuelo para el dolor que nos dejaste.

FUENTE: EL HERALDO


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