octubre 30, 2020
El iceberg del feminicidio
El feminicidio es el punto culminante de un problema muy grave que Colombia no ve o no quiere ver. Cuando una mujer es asesinada por su condición de género, en la mayoría de los casos por su compañero sentimental o su expareja, ha pasado por una serie de abusos, no solo físicos, sino también sicológicos, económicos y sexuales que no han sido detectados a tiempo.
Según el observatorio de feminicidios de Colombia, 243 mujeres han sido víctimas de este flagelo en lo que va corrido del año y hace pocos días el país fue sorprendido con un caso en el que la víctima sobrevivió al ataque de su expareja, que le propinó varios hachazos en la cabeza.
Si bien los agresores deben recibir castigos ejemplares, más allá de lo punitivo, es necesario que el país se enfoque en lo preventivo y la violencia intrafamiliar sea asumida como lo que es, un problema grave, que no es asunto exclusivo de quienes la padecen, sino un problema de toda la sociedad.
La violencia intrafamiliar es una espiral que tarde o temprano traspasa las paredes del hogar en el que se produce y termina generando conductas abusivas y agresivas que se replican, por eso es necesario que el entorno inmediato de cada hogar, es decir sus familiares, amigos y vecinos, alerten a las autoridades ante cualquier señal de maltrato, sea sicológico o físico, para que pueda haber una intervención oportuna.
Esto, además del acompañamiento de la Policía y de las alcaldías, con dependencias especializadas en la atención de estos casos, requiere un trabajo de largo plazo desde lo educativo enfocado en superar un machismo fuertemente arraigado en nuestra sociedad, una educación basada en la igualdad y en el respeto, que nos lleve a formar ciudadanos que rechacen lo que por años fue normalizado.
FUENTE: OCCIDENTE.CO