julio 2, 2020
Retiran sargento que dice haber denunciado violación a menor indígena
En informe a superiores afirma que ordenó vigilar a soldados acusados. Tenía 18 años en el Ejército.
El Ejército anunció en las últimas horas el relevo del comandante del Batallón San Mateo de Pereira (Risaralda), el teniente coronel Wilson Caicedo, superior de los soldados que admitieron haber violado a una menor embera.
Sin embargo, la decisión también cobijó al sargento viceprimero Juan Carlos Díaz Díaz, quien comandaba el grupo al que pertenecían los soldados implicados. El Ejército argumenta en su resolución, en manos de EL TIEMPO, que el suboficial pudo incurrir en una omisión.
En ese contexto, este diario accedió a la versión del sargento Díaz, en la que asegura que actuó de manera correcta cuando se enteró de que una menor indígena había sido violada por soldados que estaban bajo su mando.
De acuerdo con su testimonio, en el momento exacto en que fue informado de los hechos ordenó que los implicados fueran aislados para evitar una fuga o que presionaran a la víctima, y también dice haberse puesto a disposición de la familia de la menor para denunciar el caso.
Todo esto lo consignó en un reporte escrito a mano y fechado del 23 de junio pasado, el cual les entregó a sus superiores, en el que relata que –en zona rural de Santa Cecilia de Pueblo Rico, Risaralda– siete soldados bajo su mando eran acusados de violar a una menor perteneciente al resguardo embera chamí.
Los hechos se registraron el domingo 21 de junio –dos días antes del reporte del sargento Díaz–, y los uniformados implicados terminaron aceptando la violación.
Incluso, por los expedientes abiertos en la Fiscalía y la Procuraduría sus identidades se dieron a conocer: Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, Luis Pérez Holguín, Juan David Guaidi Ruiz, Óscar Eduardo Alzate, Deyson Andrés Isaza Zapata y Luis Fernando Mangareth Hernández.
El propio sargento acompañó a la familia de la menor a presentar la denuncia y tomó todas las acciones protocolarias sobre los soldados
Los soldados están detenidos y, tras aceptar ser responsables de la violación, pueden ser condenados hasta con 30 años de cárcel. De hecho, están recluidos en una base militar por el posible riesgo que correrían sus vidas de ser enviados a una cárcel corriente.
En su reporte, el sargento Díaz fue informado de lo sucedido por el personal de la Unidad Buitre II —del Batallón de Artillería de la Octava Brigada— que estaba bajo su mando. El suboficial asegura que el mismo día en que se enteró fue a hablar con la menor para conocer su versión.
Díaz –con 18 años de servicio– añade que sobre las 10:30 de la mañana del día siguiente, el 22 de junio, familiares de la víctima llegaron hasta su unidad a ratificar la denuncia de violación y que, con base en eso, decidió llevar de inmediato el caso a las autoridades competentes.
“El propio sargento acompañó a la familia de la menor a presentar la denuncia y tomó todas las acciones protocolarias sobre los soldados. Además, el reporte que envió está escrito a mano y en hojas de cuaderno porque en la zona donde estaba no tenía acceso a elementos informáticos y la norma indica que estos reportes se deben enviar a la menor brevedad posible”, le dijo a EL TIEMPO el abogado Óscar Moreno, quien representa al suboficial.
El Ejército reconoció que hay 118 uniformados de sus filas implicados en casos de posible abuso sexual.
En todo caso, el Ejército –en cabeza de su comandante, el general Eduardo Enrique Zapateiro– decidió ordenar el retiro discrecional del sargento Díaz.
En la resolución 2817 del 1.º de julio de 220, el Ejército indica que “se evidencia que el mismo (sargento Díaz) no ejerció las funciones que su cargo requería. (…) El proceder del suboficial en este caso pone en tela de juicio la trayectoria de su carrera militar, perdiendo la credibilidad y confianza en futuros cargos y misiones que se le encomienden”.Resolución de retiro del sargento Díaz
El sargento Díaz también hizo saber a través de su defensa que está listo a afrontar las investigaciones del caso y que, hasta el momento, solo tiene un proceso disciplinario por estos hechos que se basa, precisamente, en la posible omisión de mando sobre sus hombres.
FUENTE: EL TIEMPO