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junio 23, 2020

Con respecto al género: las mujeres somos oprimidas por nuestro sexo.


Las discusiones en base al sexo biológico en el ámbito de la identidad sexual humana se difuminan en preguntas como: si vemos el género en todas las culturas ¿es por la biología o por el ambiente? ¿las expresiones de los genes dependen del ambiente? ¿pueden ser los roles de género heredados?
La sexualidad biológica ha evolucionado desde mecanismos primitivos unicelulares de conjugación desde hace más de 3000 millones de años a organismos pluricelulares con células transmisoras de información genética, ya que ésta se basa en funciones reproductivas. En una especie animal, los organismos con células sexuales receptoras se refieren a la hembra y los que poseen células sexuales donantes se refieren al machoevidentemente en la naturaleza puede haber un intercambio en el que los dos organismos son donantes y los dos son receptores.

Con respecto al género, vemos que en estudios de fisiología animal y desarrollo el término género no tiene una definición, se utiliza el sexo para diferenciar entre hembras y machos, por ejemplo, en las pocas especies cuya estirpe es únicamente de hembras el término género no tendría un significado. Esta es la razón por la que filósofos, naturalistas y científicos en el campo de la biología han utilizado los términos femenino y masculino durante tres milenios para referirse a individuos hembras o machos sin una connotación social, tal como se realizará en este artículo.

Los seres humanos poseemos un par de cromosomas específicos que contienen la información genética que va a definir nuestras características sexuales, un cromosoma X de la madre y un cromosoma X ó Y del padre. La mayoría de las mujeres tienen 2 cromosomas sexuales X y la mayoría de los hombres tienen un cromosoma sexual X y uno Y. Estos cromosomas pueden estar desactivados, repetidos o faltando, en función de esto tenemos un X0, un XYY, un XXX, XXYY y de esta manera otras combinaciones posibles, ya que la mayoría de las cosas en la naturaleza tienen un parámetro y un porcentaje con distintos matices.

Estas variaciones cromosómicas se pueden deber a una sobreexpresión o supresión génica, así como a mutaciones, por mencionar algunos casos conocidos, la pérdida o falta de expresión de los genes SRY y SOX9 (encargados de la determinación hormonal sexual masculina) están asociados con hombres XY que presentan un fenotipo femenino. Una mutación en el gen CYP21A2 incrementa los niveles de testosterona en las hembras (XX) y producen genitales externos de apariencia masculina.

Se ha observado que una interrupción, posiblemente debido a sustancias químicas del medio ambiente, afectan el proceso de desarrollo celular en los ovarios y testículos del feto. Esto generará una variación en la síntesis de hormonas, provocando una discrepancia entre el sexo cromosómico, gonadal y fenotípico. La Sociedad Intersexual de Norte América (ISNA) recomienda utilizar el término DSD por las siglas en inglés que significan “Diferencias en el Desarrollo Sexual” para referirse a las personas con estas discrepancias, pues su objetivo es
apoyar a una mejor atención médica para los niños nacidos con tales condiciones, ya que también vienen acompañadas con deficiencias en la salud que pueden ponerlos en situación de riesgo. Pero ¿son todas estas variaciones determinantes biológicas del género?

Un punto principal es que las variantes biológicas que definen las características de una especie se definen en términos estadísticos y no en función de una amplia gama de posibilidades. Los reportes clínicos calculan que 1 entre 4500 personas nacen intersexuales, es decir el 0.02% de la población mundial. Como hemos visto, el sistema genético varía a nivel molecular determinando una expresión u otra que casi siempre es resultado de la producción de hormonas y proteínas que inhiben o activan ciertos rasgos biológicos.

Por ejemplo, en vertebrados homínidos mujeres y hombres, se producen andrógenos y estrógenos, la enzima aromatasa se encarga de convertir andrógenos a estrógenos en ambos sexos, las mujeres convierten más testosterona en estradiol que los hombres en los que el sistema que gobierna esta conversión es menos eficiente. No obstante, a pesar de que pueda haber variaciones en la producción endocrina de hormonas masculinas y femeninas no existen evidencias de que estén relacionadas con diferencias de género y comportamiento.

Así que, los comportamientos y actividades sexuales de las personas no están relacionadas con el sexo biológico, porque en este sentido encontraríamos una gran contingencia en cada individuo y en biología nos referimos al sexo como característica de una especie, esta contingencia viene a ser de tipo moral e ideológico. La OMS afirma que los rasgos de comportamiento, como la agresión, los roles de género o la actividad sexual, son extremadamente complejos y no pueden explicarse por un gen o componente genético ya que están dictaminados por normas culturales que fluctúan a través del tiempo.

Hay una serie de consecuencias que se derivan de la utilización del sexo biológico como un constructo social y la normalización de la ideología de la “libre elección del sexo” que proclama el fundamentalismo queer, entre las que mencionaré (1) el sesgo en el diagnóstico de pacientes intersexuales que suelen padecer problemas de salud sería casi imposible de mejorar o inclusive incrementar, en la actualidad sólo el 13% de ellos reciben un diagnóstico genético preciso, lo que conlleva a un sin número de repercusiones a nivel físico y mental. (2)  Las actuales investigaciones médicas están empezando a adoptar una perspectiva de detección y tratamiento de enfermedades específicas del sexo y procesos de envejecimiento para reducir las disparidades sociales en salud y mortalidad, este importante avance científico se vería truncado por políticas públicas que implican tratar a todos los pacientes con una supuesta “paridad biológica” en base a sus deseos individuales.(3)

¿la realidad biológica de una persona sirve para condenarla y/o estigmatizarla? Las feministas creemos firmemente que no, así como creemos que nuestra realidad biológica tampoco debe denigrarnos de ninguna manera. Alegamos a favor de la aceptación de la sexualidad con todos sus matices y por eso luchamos por abolir el género, que impone a las mujeres maneras de comportamiento ajenas a nuestro ser, mediante las cuales el género es utilizado para subyugarnos.

Los presupuestos que se podrían invertir en la investigación de enfermedades degenerativas y tratamientos que afectan a la mayoría de la población podrían ser derivados a clínicas estéticas de “reasignación sexual fenotípica o aparente”, a pesar de que reconocidos expertos proclaman que los roles de género son sociales, separados del sexo biológico y recomiendan esperar al desarrollo del comportamiento sexual y roles de género en la sociedad de sus pacientes para someterse a este tipo de cirugías. (4)  Sobremanera, el tener la convicción de que el sexo es construido es un retroceso en el conocimiento de lo que sucede hace más de 3 billones de años cuando surgió la vida en nuestra ausencia.

Por último ¿la realidad biológica de una persona sirve para condenarla y/o estigmatizarla?  Las feministas creemos firmemente que no, así como creemos que nuestra realidad biológica tampoco debe denigrarnos de ninguna manera. Alegamos a favor de la aceptación de la sexualidad con todos sus matices y por eso luchamos por abolir el género, que impone a las mujeres maneras de comportamiento ajenas a nuestro ser, mediante las cuales el género es utilizado para subyugarnos.

Al afirmar que las condiciones de las mujeres y sus características fisiológicas pueden ser iguales al resto de las personas en base a una sensación nos referimos claramente a que todas las personas somos libres de elegir para justificar una serie de comportamientos injustos y violentos, en este caso en contra de la integridad personal de las mujeres.

Es verdad que los aspectos sociológicos y psicológicos parten de la biología que nos permite existir, percibir, pensar e interactuar, pero nuestro nivel de discernimiento depende de la cultura y con este artículo se espera que la asimilación interior de esta información nos sea útil para dejar de utilizar el sexo biológico como argumento erróneo que sirva para justificar la opresión patriarcal, las mujeres somos oprimidas por nuestro sexo.
“El sexo biológico de los seres humanos, es decir de animales, vertebrados y homínidos tiene más de 3,000 millones de años de evolución.”

FUENTE: TRIBUNA FEMINISTA


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