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agosto 23, 2019

Siempre será el momento


Las mujeres siempre han encontrado los tiempos para seguir avanzando en pro de más derechos.

Siempre será el momento para reabrir debates difíciles. En este sentido, siempre será el momento para reabrir el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Un tema que lidera la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres y ha llamado “despenalización total del aborto: una causa justa para las mujeres”.

Desde la sentencia de la Corte Constitucional (C/355) del 2006 que despenalizó tres causales, fueron 13 años de trabajo brindando asesoría jurídica, divulgando la sentencia, capacitando a mujeres, médicos, médicas y jueces en todo el país e incidiendo en políticas públicas para garantizar los derechos reproductivos de las colombianas. Hoy, la Mesa tiene un diagnóstico serio e informado de lo que fue positivo para las mujeres y también de lo que puede funcionar mucho mejor para poder solicitar una IVE sin tantas trabas, que aún son innumerables.

La despenalización total significa sacar el aborto del ámbito penal, como lo hizo hace poco Canadá. Significa profundizar ese derecho a la autonomía de las mujeres, y la única manera de hacerlo es despenalizar totalmente el aborto, lo que nos permitiría abordar este tema sin las actuales interpretaciones manipuladoras y a menudo arbitrarias de las causales.

Despenalizar supone eliminar el uso del poder punitivo del Estado, en cualquiera de sus formas, para limitar el ejercicio de los derechos reproductivos de las mujeres. Implica también desestigmatizar el aborto y liberalizarlo según las razones que cada mujer tenga para llevar a cabo sin ser criminalizada por ello.

Significa profundizar ese derecho a la autonomía de las mujeres, y la única manera de hacerlo es despenalizar totalmente el aborto

Sin olvidar que en este capítulo, las voces de las mujeres han estado ausentes durante siglos, pues los hombres fueron los que legislaban sobre nuestro cuerpo sin ningún reparo. Al fin y al cabo, despenalizar el aborto como causa justa para las mujeres tiene que ver también con cómo entendemos la democracia. Como una causa reparadora históricamente, como una causa justa.

Se reabre el debate. Sin afán, sin gritos al cielo, sin apasionamientos, con seriedad y, sobre todo, con sólidos argumentos que difundiremos poco a poco. No olvidemos que las mujeres no saben lo que es dar un paso atrás. No saben lo que es ceder, es decir, retro/ceder. Y miles de ejemplos tenemos, a pesar de contextos políticos más que difíciles: mujeres argentinas en sus marchas a favor de una legalización del aborto, mujeres indígenas brasileñas que defienden sus territorios, mujeres futbolistas y, en general, deportistas que piden iguales condiciones que los hombres, mujeres líderes sociales, entre muchos otros ejemplos.

Sí, algo ha cambiado. Mis 52 años de vida en Colombia me dan autoridad para decir que este 51,04 por ciento de la población colombiana hoy piensa distinto, vive distinto y entiende lo que significa mejores vidas, causas justas, participación, o sea, democracia participativa, entre otros avances. Nos dirán que no es el momento, que hay otras urgencias, que la coyuntura política no es propicia.

Pero para las mujeres siempre será el momento de abrir o reabrir debates difíciles, complejos, debates en contravía de los grandes estereotipos de género, debates que buscan mejores vidas para ellas, debates que radicalizan la democracia. Y, sí, no hay momentos mejores que otros, pues las mujeres, hoy más imparables que nunca, siempre han encontrado los tiempos para seguir avanzando en pro de más derechos, más autonomía, más reconocimiento, más ciudadanía.

* Coordinadora del grupo Mujer y Sociedad

FUENTE: EL TIEMPO


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