julio 18, 2019
Israelí señalado de liderar red de explotación sexual en Cartagena quedó libre en Portugal
Assi Moosh fue capturado el pasado mes de mayo en la península Ibérica, pero una jueza constató que no hay investigaciones pendientes del ciudadano israelí en ese país y ordenó su libertad inmediata.
El israelí Assi Moosh fue expulsado de Colombia en noviembre de 2017 por estar relacionado con una red de proxenetismo en Santa Marta y Cartagena. Sin embargo, en julio de 2018 la Fiscalía emitió una orden de captura y una circular azul de Interpol en su contra por su presunta participación en una red dedicada al turismo sexual, la explotación sexual de menores de edad y de proxenetismo en Colombia. Aunque fue capturado en Lisboa (Portugal) en mayo de este año, una jueza de ese país lo dejó en libertad porque no tenía procesos judiciales pendientes en ese país.
Moosh era considerado uno de los “intocables” de la región Caribe, pese a que era reconocido por sus negocios alrededor del turismo sexual. En una operación de la Fiscalía contra la explotación sexual de menores en julio de 2018 se capturaron 18 personas, entre ellas varios ciudadanos israelíes, y se libró orden de captura contra Moosh, quien siempre ha negado haber cometido delito alguno.
Luego de que se realizaran los trámites para la expedición de una circular azul, las autoridades portuguesas capturaron a Moosh en mayo pasado. En Colombia, lo señalan de ser el líder de una organización que vendía paquetes turísticos que incluían alojamiento en Casa Benjamín (Cartagena) o en fincas de Turbaco (Bolívar), drogas y trabajadoras sexuales, varias de las cuales eran menores de edad. En Portugal, sin embargo, no tenía investigaciones pendientes que justificaran su detención, como se lee en el auto del pasado 28 de junio que le dio libertad.
En diciembre de 2018, la Fiscalía anunció avances en las investigaciones y reveló la existencia de una mafia israelí dedicada a la prostitución. Según el ente investigador, los paquetes eran promocionados exclusivamente entre empresarios y hombres que exmilitares de Israel. A su llegada a Colombia, los extranjeros supuestamente cumplían tours en hoteles, hostales, fincas y yates —varios de esto bienes han sido vinculados a Mosh—, asistían a fiestas privadas de música electrónica y diversos escenarios en los que había menores de edad sometidas a prostitución. çColombia no tiene un tratado de extradición directamente con Portugal, lo que habría dificultado el proceso. Pero, también, contra el ciudadano israelí no hay una circular roja de Interpol que permita su detención, sino apenas una azul que sirve de aviso a las autoridades de otros países para que colaboren con la ubicación del presunto criminal.
FUENTE: EL ESPECTADOR