Menú

Entérate

mayo 23, 2019

Colombianas.org


La categorización hombre/mujer es muy limitada para cubrir la sexualidad y condición humanas.

Admito que no tengo alma de activista, no me nace poner el cuerpo por ninguna causa. (Me asombra confirmar en mí lo fuerte y determinante que es la herencia del pensamiento binario tan polarizador de la concepción del mundo: alma-cuerpo, hombre-mujer, víctima-victimario, etc.).

Sin embargo, me llamó la atención la propuesta de colombianas.org, un proyecto que pretende hacer una biografía colectiva de la mujer colombiana en toda su diversidad. Cuando me invitaron a participar, sentí esa habitual apatía de la cual no me enorgullezco en absoluto. Pero me puse a ver los testimonios en su página web y me topé con el de una mujer transgénero que consiguió hacerme parar de la silla y unirme al grupo de entrevistadas cuando terminó su intervención diciendo, “preséntenme como Diana Navarro: negra, marica y puta. No más”.

Para mí, el movimiento feminista no tiene sentido si no se apropia de otras causas en las que se combate la discriminación de cualquier índole.

¿Se considera feminista? Fue una de las preguntas. Nunca me ha gustado alistarme dentro de ningún ‘ista’, quizás porque me sugiere algún tipo de adoctrinamiento en una ideología. Podría decir que lo soy en un sentido más progresista (?). Para mí, el movimiento feminista no tiene sentido si no se apropia de otras causas en las que se combate la discriminación de cualquier índole; si termina excluyendo a otras personas que, como muchas mujeres, necesitan emanciparse y tener libertad para expresar y vivir libremente su sexualidad y la totalidad de su ser, su objetivo se desvirtúa. La categorización hombre/mujer es muy limitada para cubrir la sexualidad y condición humanas. No estoy de acuerdo en que el agente político del movimiento sea solo la mujer biológicamente clasificada como tal. Yo voy por un feminismo inclusivo que declara lo femenino como un punto de partida, un espacio social amplio, dinámico y motivador de nuevas conciencias sobre todo lo que se menosprecia e invisibiliza.

Al responder ante una cámara un amplísimo y confrontador interrogatorio, terminé confesándome a mí misma verdades que nunca hubiera verbalizado. Es más, ojalá muchas se animaran a contar en Colombianas.org cómo es ser mujer en Colombia. No está mal atrevernos a mirarnos en el espejo que somos unas para las otras: una mujer campesina para una abogada, una puta transgénero para una ama de casa o para una pintora. Encubiertas en nuestra manera de vivir la feminidad hay innumerables claves que pueden explicar por qué esta sociedad está tan enferma.

FUENTE: EL TIEMPO


Más Noticias