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abril 8, 2019

La búsqueda de la verdad en el Putumayo ya comenzó


La Comisión de la Verdad le apuntará a develar cómo los cultivos de coca, las economías ilegales y los múltiples grupos armados incidieron en las masacres, la violencia contra las mujeres y el desplazamiento forzado. La Casa de la Verdad de Puerto Asís abrirá en dos semanas.

Puerto Asís es el departamento más victimizado del Putumayo. El Registro Único de Víctimas cuenta 61.328 hechos victimizantes entre 1985 y el 1 de marzo de 2019. También es el municipio más militarizado del país y el tercer municipio colombiano con más cultivos de coca. A su vez, Puerto Asís, y en general el Putumayo, ha resistido a la guerra y sus habitantes se han organizado para buscar la verdad de lo que les pasó. Por eso es importante que la Casa de la Verdad del Putumayo quede allí. La comisionada encargada de la región Surandina, Alejandra Miller, estima que en 15 días este espacio, que está siendo adecuado, ya recibirá público.

“Vamos a tener en Putumayo dos puntos de referencia. Uno en Mocoa, que va a atender todo el tema étnico y vamos a tener la Casa de la Verdad en Puerto Asís. Ahí porque el medio y el bajo Putumayo son los territorios de mayor afectación del conflicto armado en esta región. Creemos que aquí es donde van a tener las víctimas más acceso y el equipo más facilidad para movilizarse”, dijo Miller.

Para hacer este trabajo, la Comisión empezó una articulación con la institucionalidad y las organizaciones de víctimas. Estas últimas son la base de esta fase de esclarecimiento, en la que esperan recoger alrededor de 20.000 testimonios en todo el país. Sin embargo, también van a conversar con los responsables, pues “tienen una parte de este rompecabezas que nos va a ayudar a explicar lo que nos pasó en el conflicto armado”. La idea es, a partir de lo que recojan, identificar los patrones de violencia que se vivieron en esta región. Y de esta manera explicar qué pasó.

¿Qué han identificado ya? “Para nadie es un secreto que los temas relacionados con los cultivos de coca, las fronteras, las economías ilícitas y la presencia de todos los actores armados tienen una particularidad en este territorio. Lo que sucedió a partir de esto, que son masacres, violencia sexual, desplazamiento forzado, lo vamos a investigar”, explicó la comisionada.

De hecho, algunos de los hechos más cruentos del conflicto han ocurrido en el Putumayo. Por ejemplo, las masacres de El Placer y de El Tigre, ambas cometidas por paramilitares en noviembre y enero de 1999, respectivamente. Luego, el desplazamiento forzado, el confinamiento, los asesinatos selectivos y el control total que ejerció el Bloque Sur Putumayo desde entonces en el Valle del Guamuez y otros municipios.

Sin embargo, la gente resistió y buscó formas de comunicarse y mantenerse juntos. Uno de los movimientos fuertes de este departamento es el de las mujeres, quienes actualmente siguen luchando por sobrevivir. Según Medicina Legal, el aumento de los homicidios contra mujeres en Putumayo ha sido del 700 %, al pasar de una mujer asesinada en los dos primeros meses de 2018 a ocho homicidios en el mismo período de 2019. En la violencia contra las mujeres también pondrá la lupa la Comisión de la Verdad, especialmente sobre la violencia sexual.

“Putumayo aparece dentro de las estadísticas que tiene la unidad de Víctimas y que tienen otros centros de pensamiento como unos de los territorios con mayor afectación en términos de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Eso nos obliga a poner una lupa muy potente en ese tipo de victimización, con la fortuna que tenemos aquí en Putumayo mujeres organizadas alrededor del tema, con las que la Comisión trabajará para poder llegar y escuchar a esas víctimas de violencia sexual y poder construir una explicación a lo que sucedió con las mujeres en general. Estamos en la tarea de hablar con las organizaciones para trazar una ruta a través de la cual ellas se vincularías con sus aportes a la verdad”, manifestó Miller.

De hecho, según el Registro Único de Víctimas, en este departamento han sido inscritas 1.433 víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual. Solo en el Valle del Guamuez hay 777. La cifra, no obstante, puede ser mucho mayor, pues muchas mujeres no han denunciado por temor.

Una víctima del Valle del Guamuez, que pidió proteger su nombre, también vuelve sobre este tema. Ella, que perdió varios familiares en la guerra y todavía tiene un primo desaparecido, quisiera saber qué pasó, especialmente con varias mujeres y niñas que fueron desaparecidas, violentadas sexualmente y asesinadas. Así como sus familiares. Recuerda, por ejemplo, a una niña que en 1997 tenía 14 años y apareció quemada y empalada. “Era una niña. La gente culpa al Ejército, pero no se sabe. Uno dice ¿cuándo se va a reivindicar el nombre de estas niñas?”, dice.

El miedo es uno de los factores que la Comisión debe tener en cuenta. Sobre esto, Miller dijo que deben “garantizar que las personas se sientan tranquilas al dar su testimonio, contándoles cuáles son las estrategias de seguridad que tenemos en términos de la información, cómo garantizamos la confidencialidad, la seguridad de la información y por supuesto unos equipos territoriales que sepan leer adecuadamente el contexto”.

Esa es una de las preocupaciones de las víctimas. “Los testimonios deben darse en un espacio privado y que uno sepa que no se va a saber su nombre, donde no vaya a recibir acusaciones. Hay muchos chicos y chicas que pasaron de víctimas a victimarios, que en algunos casos se fueron a las Farc. Ellos tienen mucho que contar”, dice esta mujer que ha trabajado con su comunidad durante más de 10 años y que espera acercarse a la Comisión de la Verdad.

El espacio que está siendo adecuado y donde quedará la Casa de la Verdad está ubicado en la Carrera 38 #11-35, barrio Las Colinas en Puerto Asís. Aquí podrán acercarse las víctimas y organizaciones. También pueden enviar información o inquietudes al correo de la coordinadora de la Comisión en el departamento, Amanda Camilo: amanda.camilo@comisiondelaverdad.co.

La comisionada Miller dice que la importancia del trabajo en este departamento está en la búsqueda de los patrones de violencia, pero también “en los profundos silencios que hay en algunas zonas de esta región, que también la Comisión de la Verdad se va a encargar de descubrir y dilucidar”. La mujer que está en este territorio solo atina a pensar en todas las personas que ha escuchado, en todo lo que ha visto y en todas las preguntas que tiene. Y dice que en Putumayo necesitan saber qué pasó para cerrar algunas heridas.

FUENTE: EL ESPECTADOR


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