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febrero 26, 2019

‘Las víctimas queremos perdonar, pero necesitamos la verdad’: Córdoba


Colombiano que ganó reconocimiento en ‘Nobel’ de DD. HH. habla sobre situación de líderes sociales.

Marino Córdoba, un chocoano de 54 años que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, recibió el 13 de febrero un reconocimiento como finalista en el Martin Ennals Award, considerado el ‘premio Nobel’ de los derechos y entregado por las 10 más importantes organizaciones de derechos humanos del mundo.

Córdoba es un sobreviviente de una de las incursiones paramilitares que más desplazados causó en el país, la ‘Operación Génesis’, ocurrida en Riosucio (Chocó) entre diciembre de 1996 y febrero de 1997. Esta incursión generó un desplazamiento forzado, según algunos registros, de más de 3.500 personas, aunque Córdoba habla de más de 20.000, y contó con el apoyo de la Brigada 17 del Ejército, bajo el mando del general Rito Alejo del Río –condenado por la muerte de Marino López Mena, ocurrida durante la toma–, como quedó probado en un fallo del 2013 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó al Estado colombiano.

Después de dos atentados en Bogotá, a donde había huido luego de ‘Génesis’, salió del país en 2001 y se asiló durante 11 años en Estados Unidos. Solo regresó a Colombia en 2012, cuando comenzaron los diálogos de paz con las Farc, en los que fue uno de los negociadores de la Comisión Étnica en La Habana.

¿Por qué le entregaron este reconocimiento?

Nosotros acabamos de pasar por la firma de un acuerdo de paz muy importante para que se conozca la verdad, haya justicia y no se repitan estos hechos, y el reconocimiento internacional va en esa dirección, de alentar lo que está sucediendo.
Pero también quiere decir que la comunidad internacional está atenta a lo que sucede en el país, no es justo que en Colombia haya tantos asesinatos de líderes sociales, especialmente después de la firma del acuerdo de paz.

¿Qué pasó en la ‘Operación Génesis’?

El 20 de diciembre de 1996, a las 5 a. m., paramilitares llegaron a Riosucio (Chocó), desembarcaron de lanchas rápidas en las cuales se habían transportado desde Turbo a ese municipio, por el río Atrato.

La gente estaba durmiendo y de pronto se escucharon ráfagas de disparos; algunos despertaron y alcanzaron a huir, pero otros no tuvieron la misma suerte, fueron sacados de sus casas, paseados por las calles y llevados fuera; muchos de ellos siguen desaparecidos.

La incursión tuvo el propósito de sacar a las comunidades del territorio para facilitar que foráneos ocuparan y explotaran las tierras, de allí era de donde las empresas madereras sacaban la mayoría de sus recursos.

¿Qué opina de que Darío Acevedo, quien niega el conflicto armado, haya sido nombrado en el Centro de Memoria?

No creo que nadie hoy se pueda imaginar que en Colombia no ha habido un conflicto. Hay estadísticas que hablan de más de 8 millones de víctimas del conflicto, ¿de dónde salieron si no hubo conflicto?

Cualquiera que trate de desconocer la historia va a encontrar hechos como mi caso, lo que pasó con mi pueblo, la ‘Operación Génesis’, que desplazó más de 20.000 personas

Cualquiera que trate de desconocer la historia va a encontrar hechos como mi caso, lo que pasó con mi pueblo, la ‘Operación Génesis’, que desplazó más de 20.000 personas. Eso no se puede esconder, no se puede negar, no se puede contradecir porque pasó. El conflicto es una realidad que hemos vivido y aún vivimos.

¿Cómo fue su trabajo en el proceso de paz?

En el año 2012 yo regreso a Colombia porque arrancan las negociaciones de paz. Para mí era la oportunidad más importante para terminar una confrontación armada y construir un sueño de esperanza.

Tras darnos cuenta de que las propuestas de los afrocolombianos no estaban quedando en los preacuerdos, empezamos a buscar soluciones, luego hicimos una alianza con los indígenas y finalmente logramos ser negociadores en La Habana.

¿Cómo va la implementación de esas disposiciones étnicas?

No se ha cumplido. En este gobierno no hay voluntad política de avanzar en la implementación del acuerdo. El conflicto nos ha llevado a un retroceso histórico y es una amenaza para todo el mundo.

En Colombia nos podemos dar una mejor oportunidad, pero desafortunadamente este gobierno no tiene como prioridad el acuerdo de paz.

En Colombia nos podemos dar una mejor oportunidad, pero desafortunadamente este gobierno no tiene como prioridad el acuerdo de paz

¿Qué piensa de lo que está pasando con la JEP?

Para las víctimas es un dolor que no se conozca la verdad. Sería una lástima que el Presidente no firme la ley estatutaria, una tristeza para el país, un dolor para las víctimas y un hecho incomprensible para la comunidad internacional.

La JEP es el sistema que nos va a permitir conocer esta larga historia de impunidad en Colombia, esta larga historia de tristeza. Va a traer a los responsables a que cuenten la verdad.

Nosotros no sentimos sed de venganza, queremos perdonar pero para eso necesitamos saber quién fue el responsable de nuestra desgracia. Para poder avanzar en el país necesitamos que realmente haya perdón, reparación de las víctimas y que los hechos no se vuelvan a repetir. De lo contrario, seguiremos navegando en mares de sangre.

FUENTE: EL TIEMPO


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