enero 23, 2019
EXCLUSIVO: Abogado gana el primer juicio por homofobia en México
Armando Ocampo Zambrano nunca imaginó que sería su propio abogado. En la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde estudió Derecho, ni luego en su Maestría, le enseñaron cómo mantenerse frío y distante ante un litigio, donde víctima y defensor coinciden en una misma persona. Y es que en el mundo judicial los alegatos de autodefensa son la excepción y no la regla.
Pero Armando era la excepción, así que vivió en carne propia lo que sus clientes solían sentir. La frustración y el desespero lo invadieron cuando demandó por homofobia a la reconocida firma mexicana del mundo fiscal Chevez, Ruiz, Zamarripa y Compañía. El despacho, en vez de promoverlo como se merecía por sus éxitos profesionales, lo despidió por sus “temas personales”, un eufemismo con el cual escondían su acción ilegal e intolerante.
El 5 de septiembre de 2018, tras varios años de lucha, Armando se convirtió en el primer mexicano en vencer un juicio por homofobia contra una de las firmas de abogados más poderosas del país.
“Debía salir, no obstante que había cumplido satisfactoriamente con requerimientos técnicos, de cobranza, de liderazgo, de prestigio en obtención de excelentes resultados, de haber obtenido los mejores casos y sentencias favorables por mi desempeño, de atención a clientes y formación de mi equipo de abogados”, cuenta en exclusiva Ocampo al Washington Blade.
Su “delito”: Unirse en matrimonio con Sergio Bueno Saldívar, el amor de su vida, su compañero y cómplice en cada paso juntos por la vida, según narra. Para la sociedad de abogados, con precedentes misóginos y discriminatorios, era una situación simplemente inadmisible. Ya no lo querían en el equipo.
La Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, elaborada por el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED), señala que escenarios discriminatorios como este “y acoso laboral pueden explicar que una de cada dos personas no fuera abierta sobre su orientación sexual y/o identidad de género en su último empleo”.
Armando integra el 27 por ciento de los empleados en México que hablan abiertamente de su homosexualidad en sus centros de trabajo, según indicó la consultora internacional Out Now, especialista en temas de productividad y diversidad sexual.
Esta misma consultora afirmó que, solo en México, los trabajadores que “están fuera del clóset” pueden representar un ahorro de hasta 8 mil 771 millones de pesos para las empresas, y una perdida igual para las compañías en donde sus trabajadores aún esconden su orientación sexual o identidad de género.
Mejor vivir de pie
Originario de la capital mexicana, Armando, 37 años, inició su carrera laboral en un despacho civil, luego trabajó en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y en 2002 ingresó, desde el escalón más bajo, en la prestigiosa firma Chevez, Ruiz, Zamarripia y Compañía.
Allí asesoraba a adinerados clientes en materia fiscal, la especialidad de la compañía. “No cualquiera entra y logra hacer una carrera”, advierte Ocampo. “Su formación técnica y de desarrollo profesional es impecable en formar los mejores abogados en México en dichas materias”.
El día en que se reunió con su socio jefe, noviembre de 2015, creía que iba a ser promovido, pues ya reunía todas las condiciones. En cambio, le notificaron su despido con la amenaza de que, si no aceptaba, se iría sin liquidación y con su prestigio destruido.
BLADE: ¿Cómo repercutió en Ud. ser discriminado por su orientación sexual?
ARMANDO: Se me bloqueó en los grandes corporativos y despachos élites y de alto prestigio, por el poder e influencia en el mercado y en las élites empresariales que tiene la firma. Tuve que empezar de cero en tratar de reconfigurar mi práctica profesional; así inicie casos de discriminación y para con la diversidad sexual, como grupos vulnerables y objeto de violencia de género.
BLADE: ¿Y en el plano personal?
ARMANDO: Catastrófico, de la cúspide al suelo. Perdí en ese momento seguridad personal, económica. Me deprimí. Tuve un desequilibrio familiar, económico, deudas, no estaba preparado para un impacto de este tipo.
BLADE: Ante este injustificado despido Ud. denunció a la firma ante el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED), sin embargo, esta entidad falló en su contra. ¿Por qué?
ARMANDO: CONAPRED, la autoridad encargada a nivel federal de haberme auxiliado, alteró mi expediente para beneficiar a la firma homofóbica. Quiso desvanecer pruebas para afectar mi defensa. Litigó en mi contra. Intentó dejarme sin una sola prueba para defender a dicha firma. Les gané un amparo ante el Poder Judicial Federal en contra de dicho intento de beneficiar a la Firma, y ahora la Sala Superior falló a mi favor.
BLADE: ¿Cómo fue el proceso del juicio?
ARMANDO: El peor desgaste de mi vida. Es terrible ser tu propio abogado y víctima; difícil mantener los sentimientos encapsulados y no perder objetividad; plantear una ruta y estrategia legal para recrear la realidad de las cosas. Es complicado en Tribunales contar una historia que no están acostumbrados a sentenciar, pues la verdad México no estaba listo para esto, sino hasta el día 5 de septiembre de 2018, fecha en que la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, y 7 Magistrados me dieron la razón.
Increíble que dos Magistrados establecieron que Chevez tenía todo el derecho a correrme, pues no tenía derechos humanos en el trabajo. Afortunadamente, no prosperó su criterio. Ganó la razón, la interseccionalidad, universalidad en los derechos humanos y justicia”.
BLADE: Imagino que el apoyo de su esposo fue vital en esa época…
ARMANDO: Único. Sin él jamás lo hubiera logrado. Es un pilar, amigo y hombro para aguantar todo el estrés y desgaste personal, psicológico y económico que ha implicado en un litigio de tres años.
BLADE: Durante ese tiempo, ¿dónde trabajó?
ARMANDO: Por mi cuenta. Tengo mi despacho, en el que atiendo asuntos de índole familiar, laboral, administrativo y civil, asociados o incluyendo a población LGBTTTI, pero también en personas en situación de vulnerabilidad.
BLADE: ¿Qué representa para Ud. ser la primera persona en México que gana un juicio por homofobia?
ARMANDO: Histórico; orgullo; abrir brecha; prevenir estos eventos en el futuro; generar visibilización en la sociedad; que tenemos derechos humanos y el no discriminar es un principio de rango constitucional, que aplica no solo en el gobierno, sino a particulares. Es particularmente placentero haber vencido a una de las firmas de abogados en Materia Fiscal, como Chevez, Ruiz, Zamarripa y Compañía, S.C., con toda su hegemonía, poder e influencia. No me bastó más que contar una verdad y defenderme con el uso de la razón, el derecho y la justicia. Sigo Feliz.
BLADE: Sin embargo, esta firma lo ha denunciado por difamación en Nuevo León, único territorio mexicano que condena con cárcel este tipo de delitos. ¿En qué estado se encuentra esa denuncia?
ARMANDO: La denuncia se encuentra pendiente de integrarse. Ya me notificaron su existencia y rendí mi declaración, sosteniendo la incompetencia e improcedencia del delito.
BLADE: ¿Teme que pueda ser encarcelado? ¿Qué posibilidades tiene para ganar este pleito?
ARMANDO: No temo ser encarcelado por buscar justicia, si lo logra Chevez, pues que así sea. Mejor vivir de pie y manteniendo tu dignidad, a ser objeto de burlas, como ahora, con un acoso penal en mi contra. Las posibilidades de ganar son altas para mí, ya que se sentenció discriminación por homofobia a cargo de esa firma de abogados. En cualquier estado de derecho, el ejercer mi libertad de expresión no puede ser objeto de acoso penal ni criminalización por el Estado. Me defenderé en la vía penal, así me cueste mi libertad, pero no me vencerá Chevez y así mostraremos que a la población LGBTTTI no nos doblan ya.
BLADE: ¿Cuáles son los próximos pasos?
ARMANDO: Chevez ha interpuesto un amparo en contra de la sentencia favorable de la Sala Superior. Mi expectativa es, que al ser algo inédito en México, el caso sea atraído también por la Suprema Corte de Justicia de México, el máximo órgano judicial en nuestro país. De vencer en la Corte, habré definitivamente ganado y se desvanecerá (espero) la fabricación del delito por parte de Chevez, Ruiz, Zamarripa y Cía, S.C. Incluso, por qué no: iniciar una nueva acción legal en lo personal a cada socio por torcer la ley penal con tal de acallarme.
BLADE: ¿Qué enseñanzas le ha dejado todo esto?
ARMANDO: Creer en mí, en mi esposo y familia. Jamás perder la fe, en tus capacidades y nunca agachar la cabeza con y ante nadie.
BLADE: Ud. además fue el primer hombre gay en postularse a la presidencia del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), sin embargo, no fue nombrado. ¿Qué cambios cree que necesita esta institución para seguir defendiendo la igualdad?
ARMANDO: Faltan dientes, falta prevenir, educación, tejer redes reales de sociedad civil, empresariado y comunidad. No me fue favorable el proceso, pero confío en que vendrán cambios positivos.
BLADE: ¿Es cierto que su historia podría ser contada en un audiovisual de Netflix o tal vez en el cine? ¿Puede darnos detalles?
ARMANDO: Por el momento no puedo, pero ya vendrán sorpresas en su momento. Confío en que los tiempos toman su camino en el momento que sea correcto y tengo mucho qué contar, veremos.
BLADE: En su opinión, ¿Cuánto ha logrado México y cuánto falta por lograr en materia de derechos LGTBIQ?
ARMANDO: Ha habido grandes avances, pero hay aun resistencia a la incorporación en la vida pública y social de la comunidad en puestos claves, en cambiar mentalidades, en aplicar la justicia. Veo muchos retos aún por vencer.
BLADE: ¿Qué mensaje les daría a todas las personas que han sido y son discriminadas por su orientación sexual o identidad de género?
ARMANDO: No se rindan, luchen, defiéndanse, asesórense. No están solos, ni son los únicos que lamentablemente les pasa esto. Solo soy un caso de perseverancia y terquedad en no dejar impune el acto, no más. Ni un paso atrás.
FUENTE: https://www.washingtonblade.com