enero 4, 2019
Cadena humana de mujeres en India rechaza la prohibición de ingreso al templo Sabarimala
El hecho histórico desató protestas entre quienes defienden la prohibición y quienes aceptan la entrada de mujeres en edad de menstruar.
La controversia comenzó el pasado miércoles cuando Bindu Ammini y Kanaka Durga, dos mujeres de cuarenta años, ingresaron al recinto sagrado en respuesta a un fallo de la Corte Suprema que les permitió el acceso. La decisión, tomada en septiembre, abolió la restricción impuesta por el templo hindú que impedía radicalmente la entrada de mujeres entre la pubertad y la menopausia.
Solo hasta la madrugada del 1 de enero, con la cabeza agachada, vestidas de negro y custodiadas por la policía; estas mujeres lograron entrar al templo Sabarimala en medio del rechazo de varios grupos conservadores que las consideran impuras. Y a pesar de que una de ellas manifestó a la prensa que no ingresaron por los “18 escalones sagrados, sino por la entrada del personal” -algo que demanda la religión hindú- esto no fue suficiente para los opositores, quienes convocaron a dos días de manifestaciones en el estado de Kerala.
Los líderes locales del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) -al que pertenece el primer ministro Narendra Modi- y del Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS, Cuerpo de voluntarios nacionales) se volcaron a las calles a exigir la anulación de la medida. Durante los enfrentamientos, la policía empleó gases lacrimógenos, granadas paralizantes y cañones de agua para controlar las agresiones entre grupos rivales. No obstante, una persona murió y al menos quinces resultaron heridas en actos violentos.
Foto tomada el 24 de diciembre cuando Bindu Ammini de 42 años y Kanaka, de 44, intentaron entrar al templo por primera vez. (AFP)
Cuatro millones de mujeres formaron una cadena humana el día anterior a que Bindu Ammini y Kanaka Durga acudieran al lugar de peregrinación, ubicado al sur de la India. Durante el acto simbólico, que abarcó 620 kilómetros (desde Kasaragod hasta Thiruvananthapuram, estado de Kerala), las participantes estiraron el brazo derecho y en algunos casos apretaron el puño para pedir igualdad de género.
Su manifestación busca que la decisión de la Corte Suprema sea respaldada así como lo han sido las sentencias progresistas que favorecen a los hombres y a la comunidad LBGTI (el año pasado este tribunal despenalizó el sexo homosexual y el adulterio).Por lo que exigen que su derecho a rezar en el templo del dios hindú Ayyappan también sea garantizado.
FUENTE: SEMANA