noviembre 19, 2018
“En los zapatos de los Embera Chamí”: una iniciativa contra la discriminación
Con este proyecto de memoria histórica, la profesora Rubiela Castelblanco logró que sus alumnos Embera Chamí del Instituto Puerto Pinzón, de Puerto Boyacá, tejieran relaciones de confianza con sus compañeros, y les enseñara el valor de la diversidad.
Si hubiera que darle nuevas definiciones a la palabra voluntad, quizás una de ellas sería Rubiela Castelblanco. Esta mujer, nacida en Boyacá y licenciada en ciencias sociales de la educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, está poniendo su granito de arena en la construcción de paz en el municipio de Puerto Boyacá, a través de la memoria histórica. Su finalidad: contribuir, como lo dice su proyecto de aula, a que “nos pongamos en los zapatos del otro”, en los zapatos de los niños, niñas y adolescentes de la comunidad Embera Chamí que habitan el corregimiento de Puerto Pinzón, en Puerto Boyacá (Boyacá).
Luego de un largo proceso con la Secretaría de Educación de Puerto Boyacá, Rubiela fue seleccionada hace cinco años para ser el reemplazo de un colega que dictaba clases en la Institución Educativa Puerto Pinzón. Una vez empezó a tener contacto con sus alumnos, la profesora se dio cuenta de la situación de discriminación por la que pasaban los estudiantes Embera Chamí, quienes diariamente tienen que recorrer un camino de dos horas para llegar al centro educativo.
En esos encuentros iniciales surgió “En los zapatos del otro”, un proyecto de aula que busca que los estudiantes de esta comunidad indígena puedan salvaguardar sus memorias y que sus compañeros (a quienes los Embera llaman, con cariño, “los blancos”), comprendan el valor de la diversidad y aprendan a respetar la diferencia.
Su iniciativa tomó fuerza cuando empezó a trabajar con algunas de las publicaciones compiladas en la “Caja de Herramientas: Un viaje por la memoria histórica: aprender la paz y desaprender la guerra”, un conjunto de metodologías y de secuencias pedagógicas creada por el Área de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica, que tienen como objetivo abrir discusiones sobre la memoria histórica del conflicto armado colombiano en el ámbito escolar.
Uno de los libros clave para el proyecto de la profesora Rubiela fue “Portete: el camino hacia la paz, el reconocimiento de nuestra diversidad”. Con él, ha hecho un proceso de reconstrucción de memorias plurales, complejas, y a veces contenciosas, que ha contribuido a que sus estudiantes reconozcan la riqueza étnica que hay en nuestro país y los factores que ponen en riesgo la supervivencia material y cultural de los pueblos étnicos.
Las memorias de los alumnos Embera de la profesora Rubiela dan cuenta de las formas de exclusión y violencias que, durante más de 60 años del conflicto armado, padecieron de manera más aguda los pueblos indígenas. “Muchos de ellos o sus familias han vivido el desplazamiento y la violencia en departamentos como Risaralda y Chocó. Es duro escuchar esas voces de desarraigo de la tierra, de las afectaciones por la minería; de familias separadas porque los padres decidieron enviar a sus hijos a otras partes, para que no sean reclutados o no tenga que sembrar coca”, asegura Rubiela.
Con “Ponte en mis zapatos” la profesora Rubiela quiere fortalecer la empatía en sus estudiantes, para que puedan establecer lazos de confianza con ella y sus compañeros, y se sientan libres de compartir sus costumbres, vivencias, arraigos, las marcas que les ha dejado el conflicto y las formas que han encontrado para resistirlo. En palabras de Rubiela, este proyecto de aula lleva implícito el mensaje de que “todos somos diferentes, pero, al fin y al cabo, hermanos”.
Actualmente en la institución educativa hay 15 niños Embera: once en primaria, tres en grado sexto y Dagoberto, el único estudiante Embera de grado noveno. “Todos lo respetan. De cariño le decimos ‘el líder’ y es nuestro intérprete. Me parece valioso que él nos dicte clases a nosotros en su lengua”, sostiene Rubiela.
“Esos niños que antes se sentían excluidos, tienen muchos conocimientos y aportes para convertirse en agentes de paz”, afirma la profesora Rubiela Castelblanco, sobre sus alumnos Embera. – Fotografía: Rubiela Castelblanco
En el ánimo de seguir retroalimentando su iniciativa, la profesora Rubiela Castelblanco asistió a “Memorias que transforman: encuentro nacional de redes y experiencias educativas para la construcción de paz”, un evento que reunió en Bogotá a más de 350 estudiantes y profesores de colegios y universidades de 21 departamentos, para compartir iniciativas sobre construcción de paz y memoria, utilizando estrategias pedagógicas e investigativas.
Fue en ese espacio -que duró tres días-, que Rubiela me compartió un llamado que otros participantes también sugirieron: es necesario que los ejercicios de memoria histórica y construcción de paz, impulsados en las escuelas, estén acompañados por estrategias de cuidado emocional. La docente recuerda que en una oportunidad decidió hacer una mesa redonda con sus estudiantes de grado noveno. En ella, cada uno de los alumnos debía sugerir a quién querían perdonar en sus vidas: desde su círculo familiar, pasando por ellos mismos y por personas a las que no les conocen el rostro, pero que les causaron daño a ellos o a sus familias. Allí, la profe Rubiela entendió la necesidad de utilizar mecanismos para que no se abran nuevas heridas.
La profesora Rubiela ha hecho constantes viajes al resguardo indígena Embera para familiarizarse con las costumbres Chamí y con sus principios, como la armonía con la naturaleza. Así, ha recogido más herramientas para facilitar la interacción con sus alumnos que, antes de este proceso, se sentían discriminados por sus compañeros. Hoy el escenario es otro. Los indígenas están ganando espacios de liderazgo, con actividades como enseñarles a otros estudiantes a fabricar manillas y collares. En últimas, lo que esta docente espera, es contribuir a que jóvenes como Dagoberto y los demás Embera puedan convertirse en la nueva generación de dirigentes de su comunidad.
FUENTE: CENTRO DE MEMORIA HISTÓRICA