Mein Mann ist mein Ehemann und nicht mein Kumpel. Wann hört das endlich auf#Homophobie#MeQueer
agosto 28, 2018
#MeQueer: el #MeToo de la comunidad LGBTI

La iniciativa surgió en Alemania el pasado 13 de agosto con un tuit del escritor Hartmut Schrewe.
Cientos de personas LGBTI se han pronunciado a través de sus cuentas de Twitter con el ‘hashtag’ #MeQueer para denunciar las agresiones verbales, la violencia física y, en general, todo tipo de discriminación que han sufrido por su orientación e identidad sexual.
Golpizas en lugares públicos, negligencia en centros de salud, humillaciones en planteles educativos, rechazo de familiares e incluso la falta de visibilidad en los medios de comunicación son algunas de las denuncias que se han compartido con este ‘hashtag’.
El movimiento lo inició el escritor Hartmut Schrewe, un dramaturgo que reside en Brandeburgo, Alemania, tras publicar un tuit el pasado 13 de agosto en el que expresaba su molestia por una conversación telefónica de su esposo en la que el interlocutor insistía en calificar su relación como «de amigos».
«Mi esposo es mi esposo y no mi amigo. ¿Cuándo terminará esto? #Homofobia #MeQueer «, escribió el escritor en su cuenta.
De inmediato, miles de usuarios emularon la decisión del escritor y difundieron en Twitter sus propias experiencias. En cuestión de minutos, el ‘hashtag’ se viralizó en Alemania y, poco a poco, se ha convertido en tendencia global.
La etiqueta empezó a moverse entre usuarios hispanoparlantes gracias a un artículo escrito por el periodista español Rubén Serrano, en el cual se explica el impacto del movimiento que suscitó el #MeQueer en Alemania. Serrano, además, compartió sus experiencias personales en su cuenta de Twitter e invitó a sus seguidores a hacer lo propio.
Este fin de semana, miles de usuarios en España decidieron sumarse al movimiento y publicar sus propias historias. Entre ellos, Miguel Iceta, secretario general del Partido de los Socialistas de Cataluña. «Hace mucho tiempo, pero lo recuerdo como si fuera ayer: entrando con un amigo en la parte poco iluminada de un pub, se nos acercó un camarero y nos dijo: ahí no, que es para parejas #MeQueer», contó Iceta.
La repercusión de esa tendencia en España ha sido tal que incluso el Ministerio del Interior de ese país se sumó al movimiento. «El amor no es delito. El acoso o la discriminación por tu orientación sexual, sí», señalaba en un tuit la entidad, la cual también invitó a denunciar formalmente estos casos de violencia y discriminación.
Y es que en España, como se evidencia con los miles de testimonios recogidos bajo el ‘hashtag’ #MeQueer, muchas personas siguen sufriendo agresiones en razón de su orientación e identidad sexual, a pesar de que Spartacus World, una de las guías de viajes destinada a público LGTB más afamadas, nombrara a ese país como el tercer país con mayor aceptación de ese colectivo.
El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, por ejemplo, indicó en un informe que tan solo en Madrid se registraron 321 incidentes en 2017, casi uno diario.
Según explicaron miembros de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) a medios locales, el movimiento #MeQueer pone sobre la mesa un problema que no debe quedarse solo en redes sociales. Sólo un cambio legal y cultural, aseguraron, podría acabar definitivamente con la violencia.
El amor no es delito. El acoso o la discriminación por tu orientación sexual, sí. Que nadie te impida querer como quieras. Denúncialo.
Este ‘hashtag’ tiene sus precedentes. La difusión de estos testimonios recuerda a otros fenómenos parecidos en redes sociales, como las historias de machismo, acoso y agresiones sexuales bajo la etiqueta #MeToo o el movimiento que suscitó la etiqueta #MeTwo, que amparó a los alemanes de origen extranjero que narraban situaciones de racismo que habían sufrido.
Con el movimiento #MeQueer se pretende visibilizar no solo los actos de violencia en razón de la orientación y la identidad sexual, sino también esas acciones y actitudes de personas heterosexuales que, aunque a primera vista parecen irrelevantes, resultan problemáticas para las personas LGBTI.
A continuación algunas historias de la etiqueta #MeQueer.
Aunque muchos usuarios de América Latina compartieron sus testimonios, se espera que en los próximos días el ‘hashtag’ se viralice en países como Colombia, en donde también hay cifras alarmantes de la violencia en contra de personas LGBTI.
Este año distintas organizaciones colombianas, a propósito del Examen Periódico Universal (EPU), elaboraron un documento en el que señalaron que “(…) entre 2013 y enero de 2018 se registraron en Colombia 465 homicidios de personas LGBT y al menos 148 corresponden a asesinatos motivados por el prejuicio hacia la orientación sexual o la identidad de género de las víctimas”.
Eso sin contar la discriminación diaria que vive la población LGBTI y que difícilmente puede registrarse. Un ejemplo claro de ello es el llamado ‘bullying homofóbico estudiantil’ que a diario viven menores con identidades u orientaciones diversas, quienes son objeto de distintas formas de violencia y que, en algunas ocasiones, provoca desenlaces trágicos, como lo demostró el caso de Sergio Urrego en 2014.
FUENTE: ELTIEMPO.COM