marzo 5, 2018
Mayoría de hombres en trabajos remunerados y de mujeres en trabajos NO remunerados
La discriminación también se visualiza en el reparto de trabajo
A pesar de que llevamos 4 años de crecimiento económico (tres de ellos por encima del 3%), la situación laboral de las mujeres no ha mejorado, como reflejan los datos de la EPA correspondientes a 2017. Por el contrario, las brechas de género en el empleo continúan ampliándose
La falta de compromiso del Gobierno en la implementación de medidas de igualdad en el empleo y los propios efectos de su reforma laboral, que ha supuesto una devaluación del trabajo, está condenando a un gran número de mujeres a la pobreza laboral
UGT exige al Gobierno que en lugar de tratar de “ocultar” esta situación, asuma sus responsabilidades y se comprometa, de una vez por todas, a adoptar medidas eficaces para luchar contra las discriminaciones por razón de género en todos los ámbitos
El sindicato anima a todos y a todas a participar en la huelga de dos horas por turno, convocada el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, una jornada de lucha por la igualdad.
Por más que el Gobierno trate de justificarse la realidad es tozuda y los datos reflejan que, a pesar del actual contexto de recuperación económica, la situación de las mujeres lejos de mejorar ha empeorado.
Cada vez hay menos mujeres entre la población activa, 1.602.450 mujeres menos que hombres (es decir la tasa de actividad femenina es casi once puntos y medio inferior a la masculina). Más de 134.000 mujeres han abandonado la búsqueda activa de empleo de 2012 a 2017.
La mayoría de las mujeres inactivas en España, lo son por dedicarse a cuidar del hogar y de la familia, y no perciben ningún tipo de remuneración (3.389.900 mujeres, por apenas 371.350 hombres). De ellas, 478.125 mujeres (frente a apenas 29.825 hombres) no buscan empleo por dedicarse al cuidado de menores o adultos enfermos.
La tasa de empleo también es menor (un 43,11% de las mujeres, frente al 54,60% de los hombres). Lo que significa que hay 1.707.775 mujeres ocupadas menos que hombres. La brecha de género en la ocupación no deja de aumentar pasando de 9,83 puntos en el 2013 a 11,49 puntos en 2017.
El sector servicios en nuestro país agrupa las tres cuartas partes del total de la población ocupada y un 88,85% de las mujeres ocupadas trabaja en este sector. En este grupo se encuentran las personas empleadas de hogar, personal de limpieza, ayudantes de preparación de alimentos, todas ellas ocupaciones feminizadas.
En el resto de los sectores económicos la presencia de la mujer es muy baja: un 7,72% en la industria (en este sector, el más valorado y mejor retribuido apenas trabajan 660.575 mujeres, frente a casi dos millones de hombres), 2,28% en agricultura y 1,16% en la construcción.
La temporalidad afecta casi por igual a hombres y mujeres (pues éstas ocupan el 49,36% de los contratos temporales) pero en relación con los contratos indefinidos las mujeres vuelven a perder. En el año 2017, 635.250 mujeres menos que hombres tuvieron acceso a un contrato de duración indefinida. Las mujeres solo representan el 47,24% del total de población asalariada con contrato indefinido.
Cabe resaltar que el contrato indefinido discontinuo mayoritariamente es para las mujeres (62,36%). Solo cobran el salario en los periodos en los que trabajan, con lo cual muchas de ellas no llegan a tener los requisitos necesarios para poder cobrar el desempleo.
Las mujeres siguen siendo, un año más, las que de forma mayoritaria ocupan los empleos a tiempo parcial (2.066.925 mujeres, el 73,32%, frente a 751.950 hombres, el 26,68%). En la ocupación a tiempo completo la situación se invierte. Los hombres ocupados a tiempo completo son 9.514.300 (59,44%) frente 6.491.600 mujeres (40,56%), existiendo una diferencia 3.022.700 menos de mujeres ocupadas con jornadas a tiempo completo.
Hay que tener en cuenta, que el trabajo a tiempo parcial sigue siendo involuntario. Cerca del 60% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial es porque no encuentran un trabajo a tiempo completo. El 20% de las mujeres con esta jornada alega responsabilidades familiares; un 12,56% por el cuidado de menores, personas con discapacidad o mayores (frente a 1,64% de hombres); y tan solo el 9,07% de las mujeres declaran hacerlo de manera voluntaria.
El reparto del trabajo se polariza, remunerado para hombres y no remunerado para mujeres. De media las mujeres desempeñan 5,9 horas menos a la semana que los hombres al trabajo remunerado y 12 horas más que ellos al trabajo no remunerado. Así dos ejemplos, es lo que ocurre con el cuidado y educación de los hijos (las mujeres dedican 4 horas, frente a dos horas que dedican los hombres) y las tareas domésticas (dos horas a la semana frente a una hora e los hombres). Es decir, en estos dos aspectos las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres.
En 2017, año en el que el permiso de paternidad se elevó a 4 semanas, éste ha aumentado en 20.164 permiso más (8,25%) respecto al año 2016 y la diferencia entre los permisos de maternidad y paternidad se ha reducido considerablemente pasando de un 12,22% a un 1,38% (es decir, este año ha habido solo 3.696 permisos más de maternidad que de paternidad).
Por otra parte, pocos hombres comparten el permiso de maternidad que son disfrutados únicamente por la madre (en un 98,16%). Solo 1,84% de estos permisos son compartidos, de alguna forma, también con el padre. Hay que recordar que las madres pueden ceder al padre hasta 10 semanas, de las 16 del permiso de maternidad.
Las excedencias (no retribuidas) por cuidado de familiar son casi en exclusiva para las mujeres (90,57%). Las excedencias por cuidado de hijos e hijas son disfrutadas en un 92,63% por mujeres frente al 7,37% por hombres. Si se tratan de excedencias por cuidado de familiares, la presencia de mujeres se reduce hasta 84,04% y la de hombres se incrementa 15,96%.
El desempleo afecta también más a las mujeres. La tasa de paro femenino es de 19,03% frente al 15,66% de tasa de paro masculino. Además, la brecha de género en la tasa de paro sigue aumentando, situándose la diferencia en 3,37 puntos.
Por tramos de permanencia en el paro, la presencia de mujeres es igual o mayor a la de los hombres. Las mujeres representan el 54,78% de las personas paradas entre 1 y 2 años y el 51% de las que llevan en desempleo 2 años o más.
De las 999.375 mujeres que perciben alguna prestación por desempleo, solo un 38,17%, 381.529 mujeres cobran la prestación contributiva por desempleo.
Como resultado de las vidas laborales, las cuantías medias diarias que perciben las mujeres en el desempleo contributivo son inferiores que la de los hombres en todos los tramos de edad. La cuantía media diaria de estas prestaciones no superan los 26 euros diarios. Para los hombres esa cuantía media, inferior a 26 euros diarios, solo se produce en los tramos de edad situados entre los 16 y 24 años. En esos tramos las mujeres perciben de media, 2 euros menos por jornada.
La brecha salarial que sufren las mujeres en el desempleo contributivo (381.529 mujeres perciben una prestación de desempleo contributivo) es del 15,03%, que supone de media 3.175,20 euros anuales al año menos que los hombres. Pero esta brecha va en progresión creciente hasta situarse por encima del 21% a partir de los 55 años.
UGT considera que una parte del reparto de roles entre mujeres y hombres en el empleo se corrige con permisos de cuidados retribuidos para ambos sexos y de carácter intransferible, tal y como está proponiendo la Unión Europea.
Asimismo, exige servicios públicos gratuitos y de calidad, para evitar que muchas mujeres y hombres tengan la obligación de acogerse a las excedencias por cuidado familiar. Un permiso que no es retribuido y que en muchos casos supone el abandono del mercado de trabajo definitivo.
El sindicato reclama la puesta en marcha de una Ley de Igualdad Salarial y políticas específicas por parte del Gobierno para evitar las discriminaciones de la mujer en todos los ámbitos. En este sentido, hace un llamamiento a hombres y mujeres para participar en la huelga de dos horas por turno del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, porque la Igualdad es cosa de todos.
FUENTE: TRIBUNA FEMINISTA