enero 29, 2018
La historia del Lobo Feroz cuando lo llamaban Peter Pan en Venezuela
Juan Carlos Sánchez, a quien se le atribuye la violación de más de 500 niños en Colombia, trabajaba en el vecino país como técnico de computadores, hasta su captura el pasado 1 de diciembre. Un reportaje de ‘El Heraldo’ revela que allá también despertó desconfianza por su cercanía con los niños.
Peter Pan y Michael Jackson. Con esos dos apodos conocían a Juan Carlos Sánchez Latorre en el barrio de Maracaibo en donde vivió hasta el pasado 1 de diciembre, cuando fue capturado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Venezuela por la presunta violación de cerca de 500 niños en Barranquilla y sus alrededores.
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Así lo informó El Heraldo, luego de buscar pistas sobre cómo fue la vida de este depredador en el vecino país. El Lobo Feroz huyó a Venezuela en el año 2008, luego de estar preso ocho meses en la cárcel Modelo de la capital del Atlántico, acusado de abuso sexual. Quedó en libertad por vencimiento de términos.
A su llegada, Sánchez encontró un empleo como vigilante en un conjunto residencial de Maracaibo. Posteriormente, aprovechando sus conocimientos en sistemas se ubicó como técnico de computadores en un barrio de esa ciudad del Estado de Zulia, donde alcanzó a trabajar en tres cafés internet diferentes.
Allí se hizo amigo de una familia a la que le vendió un computador. La relación se hizo tan estrecha que Sánchez Latorre fue el padrino de bautizo de dos de los hijos de la pareja. Pero la cercanía del Lobo Feroz con los niños de la zona no se limitaba a eso. Según cuenta Hilda Sánchez a la periodista Lorayne Solano Naizzir, «Juan trabajó por aquí en tres cafés internet. Del último lo botaron porque le gustaba sentarse a los menores en las piernas. Cuando prohibieron la entrada a niños en las salas de internet –para 2010– generaba muchos problemas».
Por esa característica, Hilda le empezó a decir Peter Pan. «Hablar con él es como si te sentaras a conversar con un chamo, es como un niño”, dice la mujer. Su esposo, sin embargo, escogió otro apodo relacionado con ese comportamiento. “Yo le decía Michael Jackson porque siempre estaba rodeado de niños, de lo único que hablaba era de animes y videojuegos. Tenía un tatuaje de Shaka de Virgo en el antebrazo, un personaje de la serie Los Caballeros del Zodiaco. Así se llamaba una de sus cuentas de Facebook, las demás tenían nombre de otros muñequitos”.
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Hilda cuenta que en un momento Sánchez le empezó a generar desconfianza por sus actitudes misteriosas con los computadores, pues siempre mantenía todo con clave, cuando usaba otros computadores borraba los historiales y los archivos y además le tenía pánico a las fotos. «Una vez hasta le dije: Vos como que violaste o mataste un carajito en Colombia, por eso te viniste huyendo para acá”, afirma en declaraciones recogidas por el periódico barranquillero.
Para mantener su fachada, Sánchez tuvo como novia a una estudiante de 25 años e incluso convivió con ella durante tres meses. Fue en medio de esa convivencia que se percató de que el hombre usaba una cédula falsa con el nombre de Danilo Gutiérrez y que alteraba documentos como cartas de recomendación para abrir cuentas en bancos.
Toda esta vida ficticia se derrumbó en diciembre pasado. A raíz de su captura en las escaleras del apartamento donde vivía, los vecinos de Sánchez cuentan que no podían creer que hubieran estado conviviendo con un presunto delincuente de las características que se le imputan en Colombia. Por ahora, Sánchez permanece en Venezuela a la espera de su extradición al país, donde deberá responder por la violación de más de 500 niños.
FUENTE: SEMANA