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enero 4, 2018

Lo llaman feminismo y no lo es.


El feminismo es un movimiento que lleva siglos luchando por la emancipación y derechos de las mujeres.
Esto al patriarcado no le hace mucha gracia, obviamente se le acabaría el «chollo», pero nos lleva muchos siglos de ventaja, por lo tanto sabe cómo crear nuevas corrientes que nos devuelvan al lugar que el propio patriarcado dispuso para nosotras.
La manera más eficaz y rápida, es utilizar a mujeres que nos vendan discursos «feministas», pero que en realidad siguen afianzando los roles patriarcales.
Esto es básicamente como las consignas del 15M «lo llaman democracia y no lo es», pero borremos democracia le ponemos feminismo y estamos en la misma situación, la usurpación de los movimientos sociales por el sistema.
¿Qué tiene de empoderante ser puta? Absolutamente nada, el discurso de revolución sexual «me acuesto con quien quiero» tergiversado y afianzando el patriarcado. La prostitución es y será una herramienta del patriarcado para que cualquier hombre tenga acceso al cuerpo de la mujer que desee. El discurso está claro, «pobres hombres y sus necesidades», nosotras nos empoderamos con lo mismo que nos permite el patriarcado desde hace milenios ser putas, ser violadas por hombres, eso sí, ahora encima con una sonrisa y gritando ¡que felices putas somos!. Las “malas” feministas somos putófobas, no dejamos hablar a las putas pero… las miles de supervivientes de la trata y prostitución no valen, que ellas no son las que tienen que hablar sobre este tema, se lo dejamos a productoras del porno, reclutadoras de prostitutas, proxenetas, puteros, el jardinero, el cuñado del bar, ejecutivos, empresarios, cualquiera menos las feministas abolicionistas y las supervivientes.
Pero no solo se nos usurpa la lucha contra la prostitución, el inicio del movimiento pro-sex o regulacionista de prostitución y pornografía emerge cuando el feminismo radical en la década de los 70/80 comienza a conseguir logros para las mujeres en la revolución sexual (aborto, medios anticonceptivos, por lo cual el sexo debe ser deseado y no solo consentido,etc..), ¡Hola playboy!… somos unas sweeerf
Nos han usurpado la simbologia, las consignas, la historia… incluso el símbolo feminista con las manos en triángulo, ya no podemos usarlo porque ¡Terfffff!.Y como guinda del pastel al símbolo del feminismo le metemos el símbolo del hombre ¡Por cojones! Como diría Reverte.
Esto que puede sonar incluso “gracioso”, sino fuera porque hay un movimiento bastante agresivo contras las mujeres autodenominado transfeminismo, en España lo encabeza Mar Cambrollé, que defiende la prostitución y los vientres de alquiler ¡Sorpresa!, pero eso sí, bastante obsesionada en perseguir a las feminista radicales por ser abolicionistas de género.
Lo que realmente nos preocupa es que reciba apoyo de partidos como IU Andalucía, se han declarado abolicionista de prostitución y vientres de alquiler, han apoyado la ley de identidad de género. Ley que vulnera los derechos de las mujeres en materias como vientres de alquiler o violencia de género. 
 
 
Facebook de la activista trans Mar Cambrollé, refiriéndose
a mujeres feministas con estas descalificaciones y agresiones.
Facebook de la activista trans Mar Cambrollé
publicando perfiles de feministas para acosarlas.
«Feminismo» que se centra en atacar constantemente a mujeres defendiendo los estereotipos, feminismo que huele a patriarcado. Acoso y difusión a perfiles feministas, mientras que ni una foto de un asesino de mujeres trans, raro es la verdad, pero las nazis y transfobicas somos nosotras. Y conforme estos ruidos ocurren se tapan las acciones de los hombres sexualizando adolescentes y las farmacéuticas haciendo negocio con la hormonación de niños disconformes con el género, que no su sexo. Las mujeres somos CIS, porque amamos ser oprimidas por nuestro sexo y nos encanta nuestro genero super empoderador. ¡Vaya! las histéricas de toda la vida mire usted. y ellas las de verdad, las que salen recién horneadas de los quirófanos hinchadas a hormonas, las mujeres según ellas reales. Copias patriarcales de las mujeres CIS que tanto odian. Ellas se suman ahora a que tu vecino puede decirse mujer dependiendo del pie con el que se haya levantado. O tu padre o tu perro. Que aquí lo que empodera no es ser mujer sino que tu carnet de biblioteca lo diga, lo dice Mar Cambrollé ¡¡Ojo!!, eso es empoderamiento y no lo de esas nazis del género.
Y para darnos una lección de cómo el transfeminismo no es nada patriarcal, este año las reinas magas seran…. 2 Drag Queen (señores femeninos) y una cabaretera (lo que ahora llamamos striper pero con glamour, mucho glamour… empoderante)
Desgraciadamente encontramos que lo que más inunda las redes y medios de comunicación son las feministas que se empoderan de la misma forma que lo hacían «las mamachicho» o las conejitas de playboy. Podemos ver un certamen de Miss Perú, con mujeres muy feministas que relatan cifras de asesinadas por violencia machista mientras muestran sus cuerpos empoderados para deleite de los machos. O terminamos el año con una “feminista” dando un discurso en contra de la violencia de género y violaciones, mientras que reivindica nuestro derecho como mujeres a dar las campanadas semidesnudas, “claro que sí guapi”, ya sabemos qué nos asesinan y violan porque no podemos hipersexualizarnos lo suficiente.
Y es que el feminismo de ahora es empoderante como el patriarcado de antes (nos ha salido un pareado sin haberlo preparado), empodera a los hombres mientras nosotras sonreímos en bikini adorando el maravilloso género femenino.
Que adoramos tanto el género, que lo tenemos hasta en la sopa, violencia de género (ya no es violencia contra las mujeres), discriminación por género (ya no es sexismo), siguiendo la máxima de “si no se nombra no existe”. Y no olvidemos que si decimos que claramente las mujeres sufrimos violencia por ser mujeres, somos ¡Terffff!, que tenemos a los hombrecillos acojonados con nuestro apocalipsis Feminazi.
Estupefactas veremos como en este 2018 aparecen esa nueva corriente “feminista”, que lo que a nosotras nos empodera es la limpieza del hogar y la crianza de los hijos. Que cuidar a las personas dependientes solo nosotras, es una libre elección, que no tiene nada que ver “es que yo no sirvo para cuidar a papa”, “es que no me enseñaron como se usa la lavadora”. ¿No os dais cuenta? Nosotras sabemos utilizar esos cacharros que no es capaz de usar ni Javier aun que es licenciado en Telecomunicaciones, que tenemos el Power de la lavadora, la plancha, la secadora, el lavavajillas, por eso pone Power de empoderante.
Y olvidaros, dejemos a otro siglo los feminicidios, violaciones, explotación sexual y reproductiva, el trabajo gratuito del cuidado y servicio doméstico, el derecho a vivir, a no tener que trabajar gratis desde el mes de noviembre hasta el 31 de diciembre porque nuestros salarios son más bajos, la violencia contra la mujer, la feminización de la pobreza, la sexualización de mujeres y niñas, el acoso en redes a mujeres, la falta de compromiso político a acabar con la discriminación sexista, la trata de mujeres, que el mundo siga gobernado por Hombres blancos y ricos, ¡¡No nos importa!!, nosotras nos queremos empoderar siendo objetos sexuales y madres, no vaya a ser que seamos una terf, swerf, putófobas, lesbianas malfolladas, transfóbicas.. las descalificaciones que tienen las feministas para las mujeres, parecen machirulos, ¡Calla mujer, calla!.
Esperamos que al menos con humor, se entienda que no hay feminismoS, que solo hay un feminismo y lo demás es lo de siempre: Patriarcado. Hay un movimiento, que se autodenomina feminista, que lo único que hacen es afianzar los roles patriarcales tildándolo de feminismo como «libre elección». Y negando la colectivización de las mujeres a través de discursos que separan y derrotan las luchas que muchas mujeres iniciaron hace siglos antes que nosotras.
FUENTE: PATRULLA FEMINISTA

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