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noviembre 7, 2017

‘El sistema educativo colombiano les exige demasiado a los niños’


Después de que su hija se enfermó por estrés, Jürgen Klaric investigó qué pasa con los colegios.

Médicos de Estados Unidos, México y Colombia no daban con un diagnóstico certero sobre el padecimiento de Daniela. No hallaban la causa de los fuertes dolores estomacales que la adolescente, de 15 años, empezó a sentir un día y que no paraban. En medio de la incertidumbre, alguien planteó el peor escenario: podría ser cáncer.

Sus padres siguieron buscando hasta dar con la respuesta. “Finalmente nos dijeron que era estrés escolar, algo sobre lo que nunca habíamos escuchado”, cuenta el estadounidense Jürgen Klaric, su papá.

La tensión de Daniela había llegado a tal punto que desembocó en problemas gástricos. “No sabíamos que sufría tanto por el colegio. Nos explicó que le iba mal en matemáticas, pero que no nos había contado porque no quería decepcionarnos”, dice Klaric, un reconocido experto en ‘neuromarketing’, autor de dos ‘best sellers’ (‘Véndele a la mente, no a la gente’ y ‘Estamos ciegos’) y una celebridad en redes sociales: tiene más de 1,6 millones de seguidores en Facebook y en Instagram, 381.000. Además, asesora a compañías de todo el mundo en temas de motivación.

Después de esa experiencia, que ocurrió hace unos tres años, decidió retirar a su hija del colegio, enseñarle en casa junto con su esposa (con la educación virtual como complemento) e investigar por qué los sistemas educativos están enfermando a niños como Daniela.

Eso lo llevó, durante los últimos dos años, a 14 países (incluidos Finlandia, Singapur, Estados Unidos y Colombia), donde consultó a más 100 personas. Habló con el expresidente uruguayo Pepe Mujica y los colombianos Rodolfo Llinás y Antanas Mockus, entre muchas otras personalidades, y construyó el documental ‘Un crimen llamado educación’, que desde este sábado estará al aire en redes sociales.

Klaric, de 47 años, estuvo esta semana en Bogotá, donde conversó con EL TIEMPO.

Su documental empieza con ‘Another Brick in the Wall’, de Pink Floyd. ¿Acaso, como dice la canción, no necesitamos educación?

Claro que sí, la educación es lo más maravilloso del mundo. Todos la necesitamos. El ser humano, para trascender, debe tener conciencia y valores, y para tenerlos debe estudiar. Pero la educación de hoy no está formando al ser humano en competencias blandas –liderazgo y trabajo en equipo, por ejemplo– ni en habilidades prácticas para la vida. La gente se gradúa sin saber hacer nada y después sale al mundo y se encuentra con una pared. Por eso hay tanta gente tan afectada por su situación económica y por su infelicidad.

¿Debemos romper el muro?

Sí, debemos romper el muro creado por la industrialización de hace 200 años, que hoy es totalmente incompetente e insensible a las necesidades del ser humano.

El sistema educativo está dirigido hacia una sola inteligencia, la matemática, y eso va en contra de la teoría de Howard Gardner sobre las inteligencias múltiples

Porque no considera que todos los seres humanos somos diferentes y enseña a todos igual. El sistema educativo está dirigido hacia una sola inteligencia, la matemática, y eso va en contra de la teoría de Howard Gardner sobre las inteligencias múltiples. Menospreciamos las mentes creativas, visuales, a los artistas, a los músicos. Ellos siempre se ven afectados por el sistema, que está hecho para la mente matemática.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este crimen?

Hoy se suicidan entre tres y cuatro chicos al día (en promedio) por estrés, ‘bullying’ escolar y matoneo del maestro. No sabemos lo que está pasando en el mundo. En Corea del Sur, que tiene el mejor sistema educativo según las pruebas Pisa, la mitad de los estudiantes tiene pensamientos suicidas. Allá hay hasta una terapia contra el suicidio, para que los estudiantes descubran lo doloroso que es suicidarse y cómo esa decisión puede afectar a sus familias.

¿Cuál es el principal problema del sistema educativo?

Describir el principal problema es muy difícil porque el mecanismo tiene muchos engranajes y son muchos los que están mal. Sin embargo, creo que uno de los más grandes es que no somos conscientes de lo que está pasando. La gente no tiene tiempo para analizar, para estudiar y para enterarse de por qué un sistema educativo es malo. La gente no sabe cómo funciona el cerebro y cómo el sistema educativo actual está agrediendo a nuestros niños y dejándolos sin las competencias básicas para la vida.

Uno de los países que visitó fue Colombia, donde habló con reconocidos personajes del sector educativo, como Antanas Mockus. ¿Qué piensa ahora de nuestro sistema educativo?

El sistema educativo colombiano es demasiado exigente. Tiene una problemática muy atípica y es que los niños entran al colegio a muy tempranas horas. Se ha podido comprobar que no hay nada mejor para el desarrollo cerebral de los niños que dormir. Cuando hicimos el documental, detectamos que Colombia es uno de los países donde los niños comienzan más temprano la jornada escolar.

Y otra cosa: es uno de los países que más tareas les dejan a los niños. Los chicos se despiertan a las 5 de la mañana, empiezan clases a las 7 y regresan a sus casas a las 5 de la tarde. Y después tienen que hacer dos horas de tarea. Entonces, no les queda tiempo para tener desarrollo social o para el entretenimiento. En resumen, entre los grandes problemas de Colombia están los horarios y el exceso de tareas, que generan un estrés escolar excesivo.

Entre los grandes problemas de Colombia están los horarios y el exceso de tareas, que generan un estrés escolar excesivo

¿Cómo debería ser la educación?

Debería ser práctica, no por materias. Por ejemplo, un chico al que le encanta dibujar puede diseñar una montaña rusa; al que le gustan las matemáticas puede hacer los cálculos de velocidad y al que le gusta la comunicación podría hacer un reportaje sobre el tema.

En Estados Unidos se utiliza el Project Based Learning (PBL o aprendizaje basado en proyectos) desde hace 20 años y ha sido todo un éxito, solo que el Gobierno no permite que más del 7 por ciento de los colegios enseñen mediante esta técnica, debido a intereses económicos. Finlandia lleva un año implementándolo y allá también ha sido un éxito.

¿Cómo se imagina la educación del futuro?

Libre. Me imagino niños yendo felices al colegio –muchos no quieren ir–, un colegio donde ellos cultiven sus alimentos, donde coman de forma sana, donde no sean castigados, sino que los lleven a cuartos de meditación para controlar su energía.

Me imagino una educación en la que esté prohibido recetar Ritalina y en la que predominen el deporte y la respiración. Me imagino colegios hermosos donde profesores y chicos trabajen en proyectos, y en la que se aprenda a hablar en público y a ser felices.

Usted dice en el documental que el mundo necesita amor, pero yo me pongo de abogado del diablo y digo que eso no le sirve al sector productivo. ¿O sí?

Claro que sí. La gente feliz produce más, la gente que no tiene estrés es más exitosa. Yo creo que el sector productivo sí está interesado en que la gente sea más integral y tenga valores, y no simplemente en que sepa cosas específicas. Hoy es necesario que la gente aprenda a trabajar en equipo y tenga mejor comunicación asertiva, por ejemplo. Esas habilidades permiten que la gente sea más productiva.

¿Por qué está en contra de las pruebas estandarizadas?

Estoy 100 por ciento en contra de los exámenes Pisa; están haciendo un daño enorme porque principalmente evalúan las matemáticas, las ciencias y la lectura. El ser humano podría ser buenísimo en matemáticas, en ciencia y en lectura, pero si no tiene competencias blandas –como inteligencia emocional– no habremos cumplido el rol principal de la educación, que es trascender. Creo que los exámenes Pisa deben revaluar totalmente su propuesta y evaluar qué tan felices son los estudiantes en el sistema educativo. Podemos ser los mejores en matemáticas, ciencia y lectura, pero ¿qué logramos si los niños ni siquiera quieren ir al colegio?

¿Qué espera lograr con este documental? 

Generar conciencia. Me he dado cuenta en estos dos años de trabajo de investigación, en tantos países, de que no hay conciencia; la gente no sabe por qué el sistema educativo afecta tanto a la gente. Otra cosa es que no saben cómo reaccionar a la problemática, están desesperados porque no ven resultados.

Y también es bien importante que los padres sean conscientes de que son los más responsables de la educación de sus hijos. Yo creo que vamos a generar conciencia, y siempre que generas conciencia generas propuesta. Y cuando hay conciencia y propuesta, hay cambio.

¿Qué se necesita para que haya un cambio de verdad en el sistema educativo?

Lo primero es que seamos conscientes de que todos somos el problema. No es de los políticos, de los maestros o de los rectores; el problema no es del método, no es solo de los padres. Es un problema generalizado. Cuando se dice sistema, se habla de muchos componentes y engranajes. Todos debemos tener presente el rol que tenemos dentro del sistema educativo y todos debemos generar un cambio específico en una zona específica. Yo creo que este documental puede lograr eso.

SIMÓN GRANJA
EL TIEMPO@simongrma

FUENTE: EL TIEMPO


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