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junio 12, 2017

No al lenguaje machista


Bogotá D.C, 12 de junio 2017

 

 

Ni las leyes ni las mujeres son para violarlas.

 

Rechazamos la violencia machista que promueve el vicepresidente del Concejo municipal de Santa Rosa, Ramón Cardona.

 

La Casa de la Mujer es una organización feminista que desde 1982 se ha dedicado a la promoción, protección y defensa de los derechos humanos de las mujeres, con el propósito de contribuir al ejercicio de su ciudadanía plena.

 

Según el Instituto de Medicina Legal, en 2015 se presentaron 970 asesinatos de mujeres en el territorio nacional, así mismo, en este momento, 6.219 mujeres están en riesgo de ser asesinadas por sus parejas o ex parejas. De esa cifra, la Defensoría del Pueblo ha identificado 1.658 casos en estado crítico. De acuerdo con esto, cada tres días se comete un feminicidio en el país, y de tres de estos delitos, por lo menos en dos casos, las autoridades competentes, principalmente Comisarías de Familia y Unidades de Reacción Inmediata de la Fiscalía, ya había conocido del caso.

 

Por nuestra trayectoria y por estas aterradoras cifras, rechazamos la violencia machista que promueve el vicepresidente del Concejo municipal de Santa Rosa, Ramón Cardona.

 

Es inaceptable que el Concejal Cardona haga alusión a que las mujeres pueden ser violadas, mientras que la ley no. En primer lugar, la violación es un delito que per se, rompe las leyes básicas de seguridad, respeto y protección integral a las mujeres. Pero además porque el uso de refranes, dichos y bromas sexistas y machistas, generan en la opinión pública la aceptación y naturalización de sus afirmaciones; ello quiere decir, que el Concejal Cardona al citar tal dicho, promovió el ejercicio de la violencia hacia las mujeres. En otras palabras, su expresión fue una exhortación a la agresión contra las mujeres, normalizando estas agresiones y legitimando los crímenes de odio.

 

Es por este uso violento e irresponsable del lenguaje que luego, en los numerosos y atroces casos de violación y feminicidios en Colombia, se termina por atribuirle la culpa a la víctima y no al victimario.

 

Urge una sanción social, disciplinaria y penal para este lamentable hecho. Ni las mujeres, ni las leyes, ni nuestros derechos son para ser violados. Colombia, sus mujeres y el futuro de paz que está por ser construido no aceptan más violencias de este tipo. Es hora de cerrarle la puerta al sexismo para abrirle la puerta al respeto, la protección y la promoción de derechos para todas las mujeres.

 

Casa de la Mujer
coordinacion@casmujer.com
@casa_la
Tel. 2218785
Bogotá


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