Menú

Entérate

octubre 30, 2025

Brecha salarial: las mujeres ganan solo 89 pesos por cada 100 que reciben los hombres en Colombia


Un informe de Raddar CKG Latam advierte que la brecha salarial entre hombres y mujeres en Colombia persiste, pese a avances educativos femeninos.

La desigualdad salarial entre hombres y mujeres es una realidad que muchas veces pasa inadvertida, pero que sigue marcando la economía colombiana.

Según un estudio reciente de la consultora Raddar CKG Latam, la brecha existe y tiene raíces profundas: históricas, culturales y estructurales.

Aunque el país figura entre los que presentan menores diferencias salariales en América Latina, el panorama cambia cuando se observa en detalle lo que ocurre dentro de cada sector y nivel de formación.

El estudio advierte que las mujeres colombianas, pese a tener mayores niveles educativos, siguen recibiendo menores ingresos que los hombres en cargos equivalentes. En otras palabras, el título universitario o el posgrado no garantiza igualdad de pago.

De acuerdo con el estudio, Colombia se ubicó dentro del top 5 de países con menor brecha salarial de América Latina tomando el promedio de salarios entre el 2015 y 2023, con un índice de 89,2.

Esto significa que, por cada 100 pesoscque recibe un hombre, una mujer gana en promedio 89, una diferencia menor frente a países como México o Guatemala, donde las mujeres reciben apenas 71 pesos por cada 100 de los hombres.

Las cifras detrás de la desigualdad salarial

Raddar CKG Latam encontró que, en promedio, las mujeres ganan entre un 12% y 18% menos que los hombres por el mismo trabajo.

En las zonas urbanas, los hombres ganan $1’846.849, mientras que las mujeres perciben $1’727.563, para una diferencia de -6,46% en contra de las mujeres.

Por su parte, en zonas rurales la diferencia es aún mayor. Los hombres devengan $1’097.193 y las mujeres ganan $820.5799, esto equivale a una brecha de -25,2%.

“En las áreas rurales la brecha se amplía significativamente (25,2%), porque las mujeres suelen estar concentradas en actividades agrícolas de baja remuneración, muchas veces informales o de subsistencia, mientras los hombres acceden a labores agrícolas mejor remuneradas, oficios técnicos o roles de mayor autonomía económica”, concluye el estudio.

Además, la escasa cobertura de políticas de protección laboral y la persistencia de roles de género en el campo limitan las oportunidades salariales.

El problema no radica solo en el salario base. También influye la menor representación femenina en cargos de liderazgo, las pausas laborales por maternidad y la carga desigual del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, que limita las oportunidades de ascenso.

Sobre la brecha salarial según posición ocupacional, se observa una menor brecha, e incluso una inversión de la misma (mayor paridad o ingresos femeninos superiores), en cargos de mayor autonomía o ingreso.

Por ejemplo, en el rol de patrón o empleador, las mujeres ganan $102,4 por cada $100 que gana un hombre, y en el de jornalero o peón esta cifra asciende a $104,0. En el sector público, el empleado del Gobierno muestra una brecha de $99,9, y el empleado particular una de $96,9.

Por otro lado, la brecha salarial se amplía notablemente en empleos de bajos ingresos. El empleado doméstico se ubica con una brecha de $76,3, lo que significa que la mujer gana $76,3 por cada $100 del hombre. Situaciones similares se dan en el trabajador remunerado en negocios de otros hogares, con una brecha de $77,6.

Más educación, menos salario: la paradoja femenina

A medida que aumenta el nivel educativo, los ingresos promedio de hombres y mujeres se incrementan notablemente.

Además, la brecha se reduce: mientras en educación básica las mujeres apenas reciben entre el 60% y 73% del salario masculino, en posgrados (especialización,doctorado y maestría) logran superar el 90%, acercándose casi a la paridad.

Es decir, en los niveles básicos es donde la brecha golpea más fuerte. Por ejemplo, en el nivel Ninguno la brecha es de $35,0 (es decir, la mujer gana $35 por cada $100 del hombre).

En cambio, en posgrados (especialización, doctorado y maestría), la brecha se reduce significativamente, acercándose casi a la paridad. Por ejemplo, en Maestría es de $97,6 y en Especialización es de $95,0.

“La educación podría ser una de las vías más efectivas para reducir la brecha salarial puesto que a medida que aumenta el nivel educativo, es posible que las diferencias de ingreso se atenúen, lo que sugiere que invertir en formación podría favorecer una mayor autonomía económica y una participación más equitativa de las mujeres en el mercado laboral”, enfatiza el documento.

Por otra parte, la edad aumenta la brecha salarial en Colombia. A partir del rango de 36-40 años, la diferencia salarial entre hombres y mujeres se amplía considerablemente.

“Aunque Colombia muestra avances en materia salarial, esta aparente igualdad puede ser engañosa. La persistencia de la informalidad, la concentración de mujeres en sectores de menor remuneración y las barreras para acceder o permanecer en posiciones de liderazgo evidencian que aún existen limitaciones estructurales que impiden una verdadera igualdad deoportunidades en el mercado laboral”, concluye el informe.

FUENTE: EL COLOMBIANO


Más Noticias