Adriana del Socorro Villarreal Chenaz es una mujer indígena del Resguardo de Chiles, en el municipio de Cumbal (Nariño), suroccidente colombiano. A sus 54 años, ha dedicado su vida al liderazgo comunitario, al fortalecimiento del tejido organizativo de las mujeres y a la defensa del territorio.

Desde muy joven, Adriana se vinculó a las actividades del cabildo y a los espacios comunitarios que promovían los saberes tradicionales. Aunque no tuvo la oportunidad de cursar el bachillerato en su edad escolar, encontró en los talleres populares y en la práctica de oficios, un camino para formarse y aportar a su comunidad. Fue así como descubrió su vocación por la confección, un arte que aprendió en la juventud y que, con el tiempo, se convirtió en su proyecto de vida.

Formarse para volver y sembrar en comunidad

Durante años, trabajó de día y estudió de noche, preparándose con disciplina y esfuerzo. A los 28 años regresó a su comunidad con una nueva visión: aportar lo aprendido para fortalecer las iniciativas locales. Junto a vecinas y vecinos impulsó una asociación que, aunque no perduró, sembró las bases de futuros procesos organizativos. Más adelante fundó su propio taller de confecciones y continuó participando activamente en diversos espacios comunitarios y de liderazgo. Su compromiso con la niñez, la juventud y las mujeres la llevó a vincularse a la Alcaldía de Cumbal, liderar procesos de catequesis, representar a su comunidad en grupos locales y formarse en distintos programas técnicos.

Nace ARARIWA: organización de mujeres indígenas, luchadoras, guerreras y guardianas

En 2022, Adriana participó en el taller “Fortalecimiento de las mujeres indígenas a través del empoderamiento cultural”, liderado por la Mesa de Concertación de los Pueblos Pastos y Quillacingas, con el respaldo del Cabildo. Fue en este espacio donde, junto a otras compañeras, sintió con fuerza la necesidad de crear una organización propia de mujeres que recogiera sus luchas, sentires y sueños colectivos. Así nació ARARIWA, cuyo nombre en quechua significa mujer luchadora, guerrera, guardiana.

“Durante el taller sentimos una fuerza muy grande entre todas, como si nuestras abuelas nos estuvieran guiando. Fue ahí donde entendimos que necesitábamos una organización propia, una que naciera desde nuestro sentir como mujeres indígenas.” — Adriana Villarreal

La organización se constituyó legalmente en 2023 y hoy está conformada por 21 mujeres indígenas que trabajan por el desarrollo comunitario, la autonomía económica y la defensa de los derechos de las mujeres del resguardo.

Entre 2020 y 2023, Adriana también asumió el reto de ser Concejala municipal, con el respaldo de su comunidad. Esta experiencia fortaleció su compromiso con la participación política de las mujeres y el liderazgo comunitario, desde una mirada de defensa del territorio y los derechos colectivos.

ARARIWA se fortalece en el marco de ProDefensoras

Gracias al liderazgo de sus integrantes, ARARIWA logró integrarse a la Red Departamental de Organizaciones de Mujeres Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos de Nariño “Urdiendo y Tejiendo Paz”. Esta articulación se ha consolidado a través del programa Prodefensoras, liderado por ONU Mujeres, con el apoyo de la Embajada de Noruega, en alianza en Nariño con la Corporación Ocho de Marzo.

En este contexto, se desarrolló el Diplomado “Urdiendo los Hilos de la Paz”, un proceso formativo del que participaron tres integrantes de ARARIWA. Su activa participación y posterior certificación fortalecieron las capacidades de la organización para incidir en la defensa de los derechos humanos en el territorio.

Iniciativas para la construcción de paz

Uno de los logros más significativos para ARARIWA fue haber sido seleccionada como una de las cinco organizaciones beneficiarias de la convocatoria de microfinanciación de propuestas para la construcción de paz, dirigida a las organizaciones que hacen parte de la Red y que culminaron el diplomado.

De esta oportunidad nació “Ecoenseñanza por la Pachamama”, una propuesta que promueve la armonía con la naturaleza, la revalorización de los saberes ancestrales y la construcción de paz desde los territorios. Esta iniciativa recibió apoyo económico y acompañamiento integral por parte de la Corporación Ocho de Marzo, lo que permitió materializar una visión colectiva, nacida desde el sentir y el compromiso de las mujeres del resguardo.

“Con Ecoenseñanza por la Pachamama quisimos volver la mirada a nuestra relación con la tierra, con los saberes que nos dejaron nuestras abuelas. Para nosotras fue muy significativo recibir este respaldo, porque sentimos que nuestras ideas, nuestras voces y nuestra forma de construir paz desde lo ancestral también cuentan y tienen fuerza” afirma Adriana con voz emotiva.

Adriana siempre ha soñado con liderar una empresa donde las mujeres puedan trabajar dignamente, generar ingresos seguros y desarrollarse en un entorno donde su dignidad sea respetada. Para ella, el liderazgo no es un privilegio individual, sino una responsabilidad compartida. Su mayor anhelo es transformar la vida de las mujeres de su comunidad, no desde la utopía, sino desde acciones reales, sostenibles y profundamente humanas.

“Siempre había querido liderar una organización, porque mis sueños son grandes y quiero, con el alma, crear una empresa donde las mujeres podamos tener un trabajo digno, ingresos seguros, donde la dignidad de las mujeres se respete y todas y todos podamos convivir en armonía. No como un sueño, sino como una realidad.” — Adriana Villarreal

Adriana no ha recorrido este camino sola. El proceso vivido junto a ARARIWA ha contado con el acompañamiento fundamental del programa Prodefensoras, cuyas acciones han fortalecido de manera significativa la formación, articulación y defensa de los derechos de las mujeres en Nariño.

“Su respaldo ha sido clave para avanzar con más fuerza, confianza y herramientas hacia un liderazgo transformador, comprometido con la autonomía de las mujeres y la defensa de los territorios ancestrales”, lo menciona Adriana con gran efusividad.

FUENTE: https://colombia.unwomen.org/