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julio 30, 2025

Colombia: más mujeres sostienen hogares, pero viven con menos y más carga


Cada vez más mujeres lideran hogares en Colombia, pero con menos ingresos y más carga. ¿Qué hay detrás de esta tendencia creciente?

Cada vez más hogares en Colombia son liderados por mujeres, pero las brechas económicas, sociales y de cuidados dificultan su bienestar y autonomía. Un reciente informe revela cómo estas condiciones estructurales explican, en parte, por qué muchas mujeres hoy optan por no ser madres.

Hogares liderados por mujeres: una tendencia creciente

La Encuesta Nacional de Calidad de Vida (2024) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, revela un dato clave: el número de hogares encabezados por mujeres en Colombia ha pasado del 36,4 % en 2015 al 46,5 % en 2024, lo que representa 8,5 millones de hogares. Una transformación silenciosa en la estructura familiar del país que, sin embargo, se enfrenta a profundas desigualdades.

La mayoría de estas mujeres jefas de hogar son solteras y sin pareja: el 65,2 % enfrenta sola la carga económica y de cuidados. En contraste, el 68,3 % de los hombres jefes de hogar viven en contextos biparentales.

Menos ingresos, más carga: así se feminiza la pobreza en Colombia

Los hogares liderados por mujeres enfrentan mayores tasas de pobreza. Además: Los nacimientos cayeron 43,6 % en los últimos 10 años en Colombia: De 742.610 a 419.002

Según datos del Dane, el 37,7 % de las jefas de hogar viven en situación de pobreza monetaria, frente al 29,5 % de los hombres. Además, el ingreso mensual de sus hogares apenas alcanza los $1,2 millones, mientras que los liderados por hombres superan los $1,4 millones.

A esta brecha económica se suma una carga desigual de trabajo doméstico. La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo señala que las mujeres dedican cuatro horas y 38 minutos más que los hombres al cuidado no remunerado cada día. Esto impacta directamente su autonomía económica, salud mental y oportunidades de desarrollo.

La inseguridad alimentaria en Colombia tiene rostro de mujer

Uno de los indicadores más alarmantes es el de inseguridad alimentaria:

Más de 2,4 millones de hogares con jefatura femenina sufrieron escasez de alimentos.

1,1 millones se quedaron completamente sin comida.

El 44,1 % de estos hogares expresaron preocupación constante por no tener qué comer.

Las jefas de hogar afrodescendientes e indígenas enfrentan tasas aún más altas de pobreza y hambre. El informe destaca que el 69 % de las mujeres indígenas y el 61 % de las afrocolombianas reportaron preocupación por la falta de alimentos.

¿Por qué tantas mujeres ya no quieren ser madres en Colombia?

La caída de la natalidaden Colombia no es casual. En 2024 se registraron 445.011 nacimientos, la cifra más baja desde 1998. Y según el Dane, el 75,2 % de las mujeres en edad fértil no desean tener hijos. Específicamente en el caso de Santander, el departamento ha experimentado una disminución significativa en los últimos años. En 2024, se registró una caída del 14,8 %, con solo 18.659 nacimientos. Otras noticias: ¿Viejos o jóvenes? Este es la edad promedio que tendrán los santandereanos en el 2035

Esto se debe, en gran parte, a un entorno adverso para las mujeres que ya son madres o desean serlo: precariedad económica, sobrecarga de cuidados, falta de acceso al empleo formal y escasa corresponsabilidad en la crianza.

El informe ‘Ser mujer, madre y sostén del hogar en Colombia: una ecuación desigual’, de la Fundación WWB Colombia, subraya que nueve de cada 10 mujeres jefas de hogar fueron madres entre los 14 y 28 años, muchas de ellas aún dependiendo económicamente de otros.

Este inicio temprano en la maternidad está directamente relacionado con mayores niveles de pobreza y menor acceso a salud, pensión y empleo digno.

Más allá de la elección: el entorno que condiciona la maternidad

Aunque muchas veces la discusión sobre la caída de la natalidad se centra en decisiones personales, el informe señala que en realidad estas decisiones están profundamente condicionadas por factores estructurales.

“Reducir el debate a elecciones personales invisibiliza el peso de las brechas de género. No es capricho que muchas mujeres prioricen su autonomía económica. Es una respuesta racional y legítima ante un entorno que restringe sus opciones”, señala el informe.

Negras e indígenas: desigualdades que se acumulan

Las brechas son más profundas cuando se intersectan con etnicidad, discapacidad o territorio.

El 65 % de las jefas de hogar indígenas y el 59 % de las afrodescendientes no logran cubrir sus necesidades básicas.

El 74 % de las mujeres indígenas se consideran en pobreza, así como el 68 % de las afrocolombianas.

Además, el trabajo no remunerado sigue siendo desproporcionado: el 50 % de las jefas de hogar afro, indígenas o con discapacidad se dedican exclusivamente a los oficios del hogar, con escaso acceso al empleo formal.

La natalidad, una ecuación desigual que afecta a todo el país

“Hoy existen más hogares dependiendo de mujeres, que además tienen más responsabilidad y menos ingresos. Eso las conduce al empobrecimiento, y en esa ecuación desigual pierde el país”, advierte Esneyder Cortés, director de Planeación y Estrategia de la Fundación WWB Colombia. Le interesa: Migrantes impulsan en 2024 el mayor crecimiento demográfico de EE.UU. en más de 20 años

La caída en la natalidad, lejos de ser solo un fenómeno demográfico, refleja una crisis estructural que impacta la salud, la economía y el bienestar de millones de mujeres en Colombia. Y es un llamado urgente a redistribuir las cargas, cerrar brechas y garantizar derechos si el país quiere construir un futuro sostenible e inclusivo.

FUENTE: https://www.vanguardia.com/


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