La crisis de fecundidad sitúa a la humanidad en un momento único que puede repercutir seriamente en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. CAMBIO presenta los hallazgos del estudio ‘¿Cuál es la verdadera crisis de la fecundidad en Colombia?’, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

El descenso de la fecundidad cada vez es más evidente en Colombia y el mundo. Un estudio liderado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) reveló que, entre 1950 y 2025, las mujeres en Colombia pasaron de tener seis hijos en promedio a solo 1,61.  Algo similar ocurrió a nivel mundial, pues mientras que en la década de los 50 el promedio de hijos por mujer era de cinco, en 2025 esta cifra disminuyó a 2,5.

La crisis de fecundidad sitúa a la humanidad en un momento único que no tiene que ver exclusivamente con un porcentaje cada vez más alto de población adulta y cada vez más bajo de bebés. Se trata también de una situación que puede poner en riesgo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sobre todo en un contexto en el que las agendas antiderechos están cobrando fuerza.

El estudio ‘¿Cuál es la verdadera crisis de la fecundidad? Realidades, causas y desafíos’, realizado por la UNFPA, alertó sobre la emergencia de narrativas alarmistas, impulsadas por gobiernos y grupos políticos de distintas partes del mundo, para abordar el descenso de la fecundidad. En el informe se advierte de las consecuencias negativas de  los discursos tendientes a culpabilizar a las mujeres por este fenómeno que preocupa a los sistemas pensionales o de manufactura del mundo por la disminución poblacional.

“En los últimos años han surgido políticas que promueven el retorno de los derechos de las mujeres a los ámbitos domésticos y el recorte progresivo de algunos de los derechos en materia de igualdad de género para combatir el descenso de la fecundidad. Al final, estas lo que pretenden es adaptar las decisiones de las mujeres a las metas poblacionales de los Estados, sin tener en cuenta los factores que condicionan sus decisiones sexuales y reproductivas”, advirtió Luis Mora, uno de los líderes de la investigación.

El informe propone un cambio de paradigma a la hora de analizar la situación de la fecundidad. “Alejarnos del foco catastrofista y alarmista de políticas coercitivas es importante, pues esto servirá para centrarnos en cuál es la crisis real de la baja fecundidad, la cual tiene que ver con las aspiraciones de las personas, el acceso a trabajos dignos, a vivienda, a servicios, entre otros”, destacó Mora.

Después de la pandemia, el descenso anual de fecundidad en todos los grupos edad  en Colombia se aceleró. El fenómeno fue significativamente mayor en las edades más jóvenes. Crédito: Freepik

Las causas de la baja fecundidad en Colombia

La UNFPA realizó un sondeo a más de 500 jóvenes y adolescentes de 30 departamentos del país con la intención de conocer su percepción frente al deseo o no de tener hijos. El estudio arrojó que el 41 por ciento manifiesta que quieren tener hijos, que el 37 por ciento no ha tomado una decisión y que el 21 no desea tenerlos.

Quienes no quieren tener hijos argumentan principalmente razones ligadas al ejercicio de su autonomía y al cumplimiento de un proyecto de vida que consideran incompatible con esta decisión. Asimismo, manifiestan que una de sus preocupaciones tiene que ver con factores económicos como el acceso a bienes y servicios.

Algo paradójico ocurre en quienes sí desean tenerlos, pues aunque exista la intención, persiste la preocupación por encontrar una pareja idónea y estable que comparta este proyecto de vida, y por vivir en un entorno que sea favorable en términos de acceso a servicios.

Por lo anterior, la UNFPA concluye que, aunque un porcentaje significativo de personas desean tener hijos, enfrentan restricciones que impactan sus decisiones reproductivas tales como barreras económicas, desempleo, precariedad laboral, falta de vivienda y de redes de cuidado, inestabilidad política, problemas de pareja y marcos normativos restrictivos. “Además, en la población hay una mayor resistencia a los roles de género tradicionales y un temor a la violencia y la sobrecarga del cuidado”, destaca la organización.

¿Dónde puede estar la solución?

El informe liderado por la UNFPA afianza la idea de que la verdadera crisis de la fecundidad radica en “la incapacidad de asegurar las condiciones sociales, económicas y culturales que permitan a todas las personas y parejas cumplir sus expectativas reproductivas”. De ahí la necesidad de superar las visiones catastrofistas o alarmistas sobre el hundimiento demográfico, que a menudo promueven iniciativas pronatalistas que pueden generar un retroceso en la igualdad de género y vulnerar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

En sus recomendaciones finales, la UNFPA propone:

• Fomentar información sobre el comportamiento de la fecundidad a partir de fuentes tradicionales y datos basados en la ciudadanía, desde un enfoque de género y de derechos humanos.
   
• Abordar de forma integral la diversidad de barreras que impiden que las personas materialicen sus decisiones de tener o no hijos. Esto implica garantizar el acceso universal, gratuito y de calidad a servicios de autonomía sexual y reproductiva.
   
• Impulsar políticas públicas integrales que transformen las normas de género con un enfoque étnico racial, de diversidad sexual y de inclusión para personas con discapacidad, que aseguren los derechos sexuales y reproductivos.
   
• Generar entornos habilitantes orientados a eliminar barreras estructurales como la pobreza, la desigualdad de género y el acceso limitado a educación o empleo, y aseguren los derechos sexuales y reproductivos más allá de la dinámica demográfica y poblacional.
   
• Asegurar el acceso a sistemas integrales de cuidado, que permita reducir las cargas que personas y familias tienen con el cuidado de sus hijos.

FUENTE: CAMBIO COLOMBIA