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marzo 26, 2019

Presidenta de la JEP pide al senador Uribe “no acudir a estrategias de desprestigio”


Patricia Linares le recordó al también expresidente que desde la JEP se ha propiciado un debate con respeto y que, como servidor público, debería impulsar la paz, un derecho y un deber estipulado en la Constitución.

Después de la controversia que generó la valla instalada en Antioquia del partido Centro Democrático, acusando a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de estar del lado de los victimarios, su presidenta, Patricia Linares, envió una carta al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, pidiéndole respeto en el debate en torno a esta jurisdicción y el cumplimiento estricto del artículo 22 de la Constitución, “que establece que la paz es un derecho y un deber de todas y todos los colombianos”.

En un primer lugar, Linares le recordó al expresidente Uribe las palabras del papa Francisco, en su visita en septiembre de 2017: “Nos dijo, por ejemplo, que “la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos” y que ese esfuerzo “nos debe hacer huir de toda tentación de venganza””. Con esas reflexiones como base, Linares le hizo un llamado al “compromiso ineludible de no de no acudir a estrategias de desprestigio, desinformación y agresión continua”, en contra de quienes tienen la tarea de administrar justicia transicional.

En la misiva, también rememoró que, en los últimos meses, la JEP ha observado “con respeto, tranquilidad y prudencia las propuestas de reforma en torno al modelo de justicia transicional adoptado por el Estado colombiano”, que se han impulsado desde el Gobierno Nacional y algunos sectores del Congreso. Lo han hecho, según la presidenta de la JEP, lejos del insulto, la desinformación y la distorsión.

Asimismo, recordó que “las víctimas, la sociedad colombiana y la comunidad internacional que ha acompañado el proceso de paz en Colombia reclaman como derecho la construcción de una paz estable y duradera” y que es función de los servidores públicos “el trámite democrático de las diferencias, los debates y las controversias que puedan surgir en torno al Sistema Integral de Verdad Justicia, Reparación y No Repetición y, concretamente, de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)”.

Linares, como ya lo ha repetido en varias ocasiones, insistió que la JEP es un Tribunal de Paz, creado para contribuir a superar la guerra que durante medio siglo azotó a Colombia, garantizando no impunidad y vocación de reconciliación. Y por eso nunca recurrirá al lenguaje bélico, ofensivo o degradante.

La paz, dijo la magistrada, “requiere de espíritus sosegados, de un lenguaje democrático, sereno, sincero, conciliador, el lenguaje que necesita Colombia para por fin pasar la página extensa de la guerra y quedar inmersos en la tarea inmensa de reconstruirnos como sociedad”.

Las vallas den Centro Democrático fueron conocidas, después de que la senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, publicara en su Twitter la imagen. En redes sociales la imagen se difundió viralmente, causando el efecto esperado: unos atacan la publicación y otros la defienden furiosamente.  La senadora le confirmó a El Espectador que es autora de la valla y explicó que hay dos: una en Caldas y otra en la vía de Medellín a Bolombolo.

“No es una valla agresiva. Agresivo es seguir humillando a las víctimas revictimizándolas y negándoles el derecho que tienen a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición. Estamos haciendo una pregunta porque el tema pasa lo jurídico y tiene que ver con que, si Colombia va a seguir pasando por encima a las víctimas, con tal de entregar impunidad y licencia para delinquir a los victimarios”, aseguró la congresista.

La propaganda del Centro Democrático sale en medio de las objeciones presidenciales a la JEP y la petición de una reforma constitucional con la que quieren modificar el diseño del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que se pactó entre el Gobierno y las Farc.

Esta es la carta completa:

Doctor

ÁLVARO URIBE VÉLEZ

Senador de la República

 

Honorable Senador Uribe,

En septiembre de 2017, cuando el papa Francisco visitó nuestro país, nos dejó una serie de reflexiones que día a día se nos presentan como necesarias para avanzar en el camino de construir una paz estable y duradera.

Nos dijo, por ejemplo, que “la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos” y que ese esfuerzo “nos debe hacer huir de toda tentación de venganza”.

Antecedida de esas reflexiones quiero, muy respetuosamente, dirigirme a usted, como expresidente de la República, senador y máximo líder del Partido Centro Democrático, para solicitarle y por su intermedio a los miembros de esa colectividad política, el cumplimiento estricto de los dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Política que establece que la paz es un derecho y un deber de todas y todos los colombianos, un deber ético y jurídico que nos vincula sin distingo.

Un deber que en mi criterio se intensifica cuando cumplimos  servidores del Estado, que se traduce en mesura, prudencia, serenidad y el compromiso ineludible de no de no acudir a estrategias de desprestigio, desinformación y agresión continua, en contra de quienes tenemos la difícil tarea de administrar justicia transicional, dirigidas a jueces de la república que ejercemos nuestras funciones con la autonomía e independencia, con la que nos dota la Constitución, siempre supeditados a sus directrices y mandatos.

En los últimos meses, como se nos impone, hemos observado con respeto, tranquilidad y prudencia las propuestas de reforma en torno al modelo de justicia transicional adoptado por el Estado colombiano, propuestas que se han impulsado desde el Ejecutivo y algunos sectores del Congreso, las mismas exigen que quieren tienen la responsabilidad de estudiarlas y tomar decisiones lo hagan propiciados debates ajenos al insulto, la desinformación y la distorsión de las funciones que tenemos a cargo.

Las víctimas, la sociedad colombiana y la comunidad internacional que ha acompañado el proceso de paz en Colombia, reclaman como derecho la construcción de una paz estable y duradera y de nosotros, los servidores públicos, el trámite democrático de las diferencias, los debates y las controversias que puedan surgir en torno al Sistema Integral de Verdad Justicia, Reparación y No Repetición y, concretamente, de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Somos un Tribunal de Paz, creado para contribuir a superar la guerra que durante medio siglo azotó a Colombia, garantizando no impunidad y vocación de reconciliación, nunca recurriremos al lenguaje bélico, ofensivo o degradante.

Reconocemos como necesario el debate político que encuentra en el Congreso su escenario natural, exigiendo, eso sí, respeto que merecemos como Jueces de la República, y como ciudadanas y ciudadanos comprometidos con la paz.

La paz requiere de espíritus sosegados, de un lenguaje democrático, sereno, sincero, conciliador, el lenguaje que necesita Colombia para por fin pasar la página extensa de la guerra y quedar inmersos en la tarea inmensa de reconstruirnos como sociedad.

Los colombianos necesitamos la paz y la paz necesita de todos los colombianos.

Cordialmente,

PATRICIA LINARES PRIETO

Presidenta de la JEP

FUENTE: EL ESPECTADOR


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