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Siete hábitos sencillos que pueden mejorar el diagnóstico y el tratamiento de cáncer de seno

Este tipo de cáncer es el más diagnosticado entre las colombianas, con cerca de 13.300 casos reportados. Una mujer puede hacer muchas cosas antes, durante y después del proceso para mejorar las opciones de sobrevida.

Este lunes 19 de octubre se celebra el día de la lucha contra el cáncer de seno,uno de los tipos de cáncer que puede tener mayor sobrevida si es diagnosticado a tiempo. En Colombia, en el 2018, según Globocan, se diagnosticaron 13.300 nuevos casos de Cáncer de Seno, lo que corresponde al 24 por ciento de todo tipo de cáncer diagnosticado.

Lastimosamente desde el inicio del confinamiento, muchas personas diagnosticadas con esta patología han pausado o abandonado sus tratamientos, e incluso el examen diagnóstico anual como lo es la mamografía, poniendo en riesgo su salud. A propósito del día, SEMANA recuerda siete sencillos hábitos que las mujeres con esta enfermedad pueden poner en práctica desde sus casas para mejor el tratamiento de la enfermedad.

Actividad física

Aunque es posible que una persona en medio de su tratamiento de cáncer no sienta ganas de moverse, los médicos recomiendan que se lance al ruedo, pues el ejercicio es considerado una de las mejores actividades que puede hacer por su salud. La Sociedad Americana de Cáncer recomienda 150 minutos de ejercicio moderado (caminar) y 75 minutos de actividad vigorosa (trotar) y dos sesiones de entrenamiento con fuerza a la semana. Este tipo de hábito ayuda a los sobrevivientes de cáncer a mantener su buena salud. Además, es recomendable para paliar los efectos secundarios del tratamiento como la fatiga y la depresión. Adicionalmente, ha mostrado reducir el riesgo de recurrencia del tumor y mejorar la sobrevida.


Comer saludable

Una dieta sana debe incluir suficientes frutas, vegetales y alimentos ricos en fibra y antioxidantes. Un estudio, hecho en 2016, encontró que aquellas mujeres que habían hecho esta dieta de jóvenes tenían 25 por ciento menos riesgo de desarrollar este cáncer más tarde en la vida. Comer bien durante el tratamiento de cáncer también ha mostrado ser bueno. No existen alimentos milagrosos, dicen los expertos. Entre las recomendaciones está aumentar el consumo de frutas, vegetales, y granos enteros; disminuir la ingesta de grasa y minimizar la de alimentos curados, ahumados y embutidos. El alcohol puede consumirse pero solo en moderación

Yoga

De todas las terapias alternativas, la más estudiada ha sido el yoga y el resultado es que su práctica constante mejora los efectos secundarios del tratamiento. Además de ser ejercicio físico, esto ayuda a “reducir la fatiga y mejorar el ánimo, lo cual es importante porque estas mujeres pasan por momentos muy estresantes en sus vidas”, dice Janice Keicolt-Glaser, investigadora de Ohio State University. Un estudio hecho en 2017 mostró que hacer por lo menos dos sesiones a la semana, mejoró el sueño y redujo el mareo en el día en mujeres con tratamiento para cáncer de seno. Otra investigación hecha en 2016 con 200 sobrevivientes de cáncer de seno, mostró que quienes practicaban yoga tenían menos fatiga y menos marcadores de inflamación.

Dormir

Entre siete y nueve horas en brazos de Morfeo es crucial para tener una buena salud. Por eso dormir bien también es bueno para aquellos enfermos con cáncer de seno, pues la capacidad de dormir bien está relacionada con mayor posibilidad de supervivencia de este tumor. Un estudio hecho en 2016 encontró que las mujeres que dormían en promedio menos de 5 horas en la noche antes de ser diagnosticadas con la enfermedad, tuvieron 1,5 veces más posibilidad de morir de este mal que aquellas que aseguraron haber dormido 7 a 8 horas en la noche.https://www.youtube.com/embed/W4SkmF832dw?feature=oembed

Tratamiento a tiempo

El tiempo es oro en cáncer. Los estudios señalan que la detección temprana, el diagnóstico oportuno y el tratamiento a tiempo están asociados a mejores posibilidades de sobrevivencia. Además, también es importante el momento en que se haga el tratamiento. En un trabajo de 2014, investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann encontraron que este es más efectivo si se hace en la noche, pues a esa hora del día se segregan hormonas esteroides que contrarrestan los efectos de ciertos receptores en drogas objetivo. Aunque estos resultados son en ratones, si la tesis se sostiene en humanos, cambiar la hora del tratamiento, los haría más efectivos

Meditación

Los pacientes de cáncer de seno suelen sentirse estresados, con rabia, cansados y estos son apenas algunos síntomas de la carga que tiene la enfermedad en el aspecto emocional del paciente. Cuando es así, la mujer siente más esos síntomas físicos. Por eso es importante controlar la mente y darle bienestar. Esto se logra con mindfulness. Un estudio hecho en 2014 mostró que este tipo meditación es efectiva para tratar los síntomas de desórdenes del ánimo (ansiedad y depresión) que se presentan en mujeres con un reciente diagnóstico de cáncer de seno.

Peso saludable

Si tiene cáncer de seno es importante mantener la balanza en el número correcto para ayudarle a reducir el riesgo. Hay evidencia de que estar en sobrepeso u obeso aumenta las probabilidades de que el cáncer regrese o de morir por esta causa. Sin embargo aún no se sabe a ciencia cierta si bajar de peso es conveniente hacerlo durante el tratamiento o después de este. Por eso cada paciente debe consultar con el médico tratante. Además de los efectos benéficos en cáncer, tener el peso ideal mejora la calidad de vida y la función física y reduce la probabilidad de tener otros tipos de cáncer y enfermedades crónicas como la cardiovascular.

FUENTE: SEMANA

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Éxito en vacuna contra el cáncer de mama

Según la OMS, el cáncer es una de las mayores causas de muerte a nivel mundial, en el 2018 murieron por diferentes tipos de cáncer, 9.555.027 millones de personas en el mundo, y de ellas 626.679 tenían cáncer de mama (Cifras de Global Cancer Observatory, 2018).

Cifras en Aumento

La lucha contra el cáncer es una apuesta mundial, y un reto bastante importante ya que además de los casos presentes, según la Sociedad Española de Oncología Médica se pronostica que en las dos próximas décadas, el número de casos nuevos aumentará más de un 63% respecto 2018. En cuanto a las cifras en la región, Rafael Lozano Arcencio (et all) en el artículo Tendencias del Cáncer de Mama en América Latina y el Caribe, explica «los años de vida saludable (AVISA) perdidos debidos al CaMa ascienden a 615 000, lo cual representa 1.4% del total de AVISA por todas las causas y una tasa de 221 por 100 000 mujeres. De ese total, 91% corresponde a años perdidos por muerte prematura y 9% a años vividos con discapacidad. En contraste, en Estados Unidos y Canadá se pierden 673 000 AVISA (3% del total y una tasa de 410 por 100 000 mujeres), pero 71% se debe a muertes prematuras y 29% a discapacidad. El riesgo de perder un año por muerte prematura por CaMa es 1.4 veces mayor para las mujeres de Norteamérica; cuando se refiere a años de vida con discapacidad, el riesgo es 6.3 veces mayor» (1).

La Vacuna contra el Cáncer de Mama

En Estados Unidos, The Mayo Clinic hizo el descubrimiento de una vacuna para el cáncer de mama, que estimula al mismo organismo a defenderse de la enfermedad. Este tratamiento fue aplicado con éxito en sus primeras etapas la paciente Lee Merker quién había sido diagnosticada con carcinoma ductal in situ no invasivo en etapa cero, en marzo del año pasado. Cuando se le dio el diagnóstico, Lee tuvo la opción de elegir entre tres tratamientos: 1. Hacerse una tumorectomía, que consiste en extraer el tumor quirúrgicamente 2. Someterse a una mastectomía (es la extirpación de la glándula mamaria o una parte de ella) 3. Formar parte de un ensayo clínico para obtener una vacuna que puede salvar vidas y matar las células y evitar que regresen. Esta oferta se la presentaron como potencialmente salvadora y aunque hacía parte de un estudio aún en desarrollo,  la eligió.

El desarrollo del tratamiento duró doce semanas, en las cuales se le hicieron tres aplicaciones de la vacuna, exámenes de sangre y físicos con el fin de hacerle seguimiento y también una mastectomía, ya que era la única forma en que se sabría que todo había sido eliminado correctamente, según explica la médica Saranya Chumsri. La misma médica, comentó que además, gracias a esta extracción los especialistas podían analizar el tejido para poder ver cómo fue el funcionamiento de la vacuna y trabajar en ella con el fin de que pueda usarse para prevenir el cáncer.

Actualmente se está aplicando el mismo tratamiento a otro paciente con cáncer que también ha tenido resultados positivos, y se ha aplicado la vacuna a otros en todas las etapas de cáncer, incluyendo pacientes con cáncer en etapa cuatro, sin que haya fracasado, lo que la convierte en una esperanza para la lucha contra el cáncer.

(1) Lozano Arcencio Rafael, Et All, Tendencias del Cáncer de Mama en América Latina y el Caribe, Revista Salud Pública de México / vol. 51, suplemento 2 de 2009

FUENTE: https://estudiosdegeneroal.com/

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Sexo, género y salud: de la problemática conceptual a la medicalización

La confusión entre los términos sexo y género es habitual, hasta el punto de que se utilizan sin distinción, en ámbitos que, precisamente, deberían procurar su adecuado uso, como en las instituciones, en encuestas oficiales e incluso en artículos científicos y la comunidad médica. Sexo y género no tienen nada que ver; y la consecuencia de esta falta de claridad no podría ser más dañina. De hecho, tiene especial relevancia, en el ámbito sanitario.

Porque como bien dice Celia Amorós, “Si conceptualizamos mal, politizamos mal”. Y no hay nada más político que el sexo y la opresión que éste conlleva para las mujeres, debido a que vivimos en un mundo patriarcal.

Es imprescindible aclarar y definir estos conceptos, propiamente y desde una perspectiva objetiva y feminista, sus implicaciones sociopolíticas y sobre la salud.

SEXO:

El sexo, en los seres humanos (al igual que en el resto de los mamíferos), se define por tres procesos secuenciales:

  1. El sexo cromosómico: Que se establece en la fecundación, siendo XX la mujer (hembra) y XY el varón (macho).
  2. El sexo gonadal: Las gónadas, es decir, testículos y ovarios, son los órganos que se encargan de la producción de los gametos (espermatozoides y óvulos.) Se desarrollan a partir de la 8ª semana de gestación, en función de la presencia o ausencia del cromosoma Y.
  3. El sexo fenotípico: Hace referencia al resto de los genitales, su forma y desarrollo (las partes más conocidas son la vulva, vagina, el clítoris y útero en el caso de las mujeres, y el pene en el caso de los hombres). En el sexo fenotípico influyen las hormonas, por ejemplo, la presencia de testosterona producida en los testículos determina el desarrollo de los genitales de los varones. Además, dentro del sexo fenotípico, tenemos todo lo que se conoce como caracteres sexuales secundarios y que se desarrollan en la pubertad como consecuencia de la actividad de las hormonas.

Hasta aquí, esto es biología pura. Es constatable y demostrable que el desarrollo físico y sexual de hombres y mujeres es diferente, y esto tiene un sustento material.

Ahora, y aquí entra lo relevante en cuanto a teoría feminista: estas distinciones físicas, debidas al sexo, en ningún momento justifican, ni explican, diferencias en los comportamientos, tendencias, gustos y percepciones entre mujeres y hombres.

Es decir, que no existe una determinación biológica debido a la pertenencia de un sexo u otro. Ya lo decía la filósofa Simone de Beauvoir: “Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana.” Por supuesto, a la feminista radical iniciadora de la 2ª ola no le faltaba razón al advertir que los intentos de justificación y naturalización de la situación de subordinación que padecemos las mujeres no son más que una herramienta social del machismo para someternos, pero no una realidad biológica.

Dicho esto, pasamos al siguiente término:

GÉNERO:

Desde una perspectiva feminista, el concepto género hace referencia a la “definición cultural del comportamiento que se concibe como apropiado a cada sexo dentro de una sociedad determinada y en un momento determinado”. Explica Gerda Lerner, autora de El origen del patriarcado, que el género es el “conjunto de papeles sociales” asignados a un sexo u otro.

Básicamente, el género implica la justificación y creación cultural que condena a las mujeres a una posición de subordinación a los varones, que ostentan sus privilegios gracias a este razonamiento que es cualquier cosa menos razonable. Es la herramienta educativa que se utiliza para la perpetuación y sustentación del patriarcado, con roles diferenciados para cada sexo.

El género es la base de la desigualdad sexual. Es el sustento de los roles sexuales y clases sexuales, que castigan a las mujeres a servir y cumplir con un estereotipo profundamente antinatural y dañino, puesto que se basan en la más contundente misoginia.

No hay mujer que, bajo las premisas del patriarcado y del género, pueda encontrarse satisfecha consigo misma, puesto que siempre existirá un ideal inalcanzable, un estereotipo sesgado e imposible que, sumado a una socavación de su autoestima, la hará sentirse culpable y miserable por ser incapaz de llegar a esa meta inlograble.

La mujer, condenada al auto-odio, al menosprecio, y a infravalorarse constantemente, no lo hace, además, al margen de su cuerpo. La misoginia, en la sociedad patriarcal, está intrínsecamente ligada al cuerpo de las mujeres; y la relación que las mujeres mantenemos con nuestro propio cuerpo es el mejor ejemplo de este rechazo.

Por ello, en palabras de Sheila Jeffreys en su análisis El género daña, “las teóricas feministas radicales no buscan que el género sea un poco más flexible, sino a eliminarlo. Son abolicionistas del género, porque entienden que éste otorga el marco conceptual de la dominación masculina.”

“Según el enfoque feminista radical”, continúa, “la masculinidad es el comportamiento de la clase masculina dominante; y la feminidad es el comportamiento de la clase femenina subordinada. Por lo tanto, el género no tiene lugar en el futuro igualitario (entre sexos) que el feminismo busca crear”.

No obstante, esta no es la única definición que se otorga al término “género” (pese a que sí es la única definición feminista). No es raro escuchar “identidad de género” o “identidad sexual”, especialmente cuando se habla de transexualidad o transgenerismo. Y resulta de incluso mayor interés, cuando estos términos son incluso utilizados por la comunidad científica, pese a que no sólo carecen de ningún tipo de evidencia que las constate como realidades materiales (como lo es el sexo), sino que, además, niegan todo lo que ya se ha descrito tras siglos de análisis médico y científico.

IDENTIDAD DE GÉNERO O IDENTIDAD SEXUAL:

Según la NHS-UK (Sistema Nacional de Salud de Reino Unido), la “disforia de género” se trataría de una «condición» en la que una persona experimenta incomodidad, extrema ansiedad y/o malestar porque «hay un fallo o falta de congruencia» entre el sexo biológico de una persona y su «identidad de género».

A su vez, describen que la “identidad de género” es el género con el que una persona se identifica o en el que siente que está. Pero ¿es acaso el género algo con lo que te puedas “identificar”?

La NHS no define género en su página de Gender Dysphoria, sin embargo, sí lo hace la OMS. Lo describe así: «Género» se refiere a los roles socialmente construidos, los comportamientos, actividades y atributos que una sociedad dada considera apropiados para los hombres y las mujeres. «Masculino» y «femenino» son categorías de género.

Habiendo definido el género, desde los propios servicios y entidades de atención a la salud, como una serie de «roles», es decir, comportamientos estereotipados, asignados en función del sexo, podemos afirmar que el concepto de “la identidad de género” se sustenta en que hay «comportamientos de hombre» y «comportamientos de mujer». Una idea profundamente machista, según demuestra el análisis feminista.

Asimismo, resulta, cuanto menos chocante que en ningún momento se mencionen bases científicas, hechos, relaciones anatómicas-fisiológicas que justifiquen la existencia de una supuesta “identidad de género” o “identidad sexual”.

De hecho, el campo de la “identidad sexual” ha sido pocas veces explorado, y todavía no del todo comprendido, por la medicina y, en particular por parte de la psiquiatría. Es por eso, entre otras, que cuando hablamos de transexualidad y transgenerismo, o de identidad y disforia de género, no podemos aportar sólidas evidencias con respecto al diagnóstico y manejo de estas entidades.

Esto dificulta una atención sanitaria adecuada para estas personas, pero, además, añadir este tipo de terminología imprecisa y acientífica hace peligrar la utilización de lo que ya conocemos sobre la salud humana y concretamente de los cuerpos de las mujeres.

Y es que, a pesar de esta falta de certeza y especificación terminológica, la aproximación medicalizada a la disforia es cada vez más normalizada en la población. Es decir, que pese a que no comprendemos muy bien qué es, qué la origina, y cómo podemos abordarlo de la mejor forma quienes la padecen, estamos aceptando y favoreciendo, tanto desde los sectores del transactivismo, como desde sectores supuestamente progresistas y falsamente autodenominados feministas, que las personas que padecen una disconformidad con los roles sexuales, deben someterse a tratamientos, sea médicos o quirúrgicos, para encajar con esos roles. ¿No es esto la consolidación más atroz de los roles sexuales?

Esto, sin duda, ni es feminista, ni es progresista, ni es una práctica médica lógica, especialmente si se basa en criterios subjetivos heterogéneos, que deberían beneficiarse de un trato individualizado y de atención integral, pero, sobre todo, de una sociedad que deje de pretender que las personas encajen en un estereotipo u otro en función de su sexo.

Sin duda, quienes más se beneficiarían de que estos roles desaparecieran, serían todas aquellas personas que han aprendido, en esta sociedad machista, a odiar sus cuerpos porque éstos no encajan en los mandatos del patriarcado: cualquier persona con disforia sexual, pero en especial las mujeres que, bajo este mismo paradigma, desprecian sus cuerpos y son las víctimas de la disforia (desde siempre, pero ahora con mayor riesgo de medicalizar su sufrimiento).

A la luz de todo esto, hay que hacerse muchas preguntas, preguntas críticas para la atención a la salud: ¿Por qué hay más niñas que niños acudiendo a las clínicas de cambio de sexo en países con leyes de Identidad de Género? ¿Por qué las asociaciones de padres y madres están en contra de los tratamientos hormonales para la transición? ¿Qué consecuencias tienen estos tratamientos? ¿Deben medicarse y operarse cuerpos sanos?

Pero también nos lleva de forma irrevocable a hacernos preguntas para el propio feminismo: ¿qué consecuencias tiene para las mujeres este cambio en la definición y concepto del género?

FUENTE: TRIBUNA FEMINISTA

Salud

Ya es posible hacer en casa el examen para prevenir el cáncer de cuello uterino

Un dispositivo permite prevenir esta enfermedad que cauda miles de muertes en el mundo.

Un grupo de científicos canadienses elaboró un dispositivo para detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH), causante de este tipo de cáncer. Se trata de Evekit un dispositivo de tamizaje, que consta de un cepillo el cual permite realizar autónomamente el examen.

De acuerdo con los expertos, el cepillo recolecta la muestra de la pared vaginal en seco, lo cual le permite guardarla siendo viable durante mucho tiempo sin necesidad de refrigerarse.

“Podría ayudar a reducir las altas tasas de mortalidad de esta enfermedad, la primera causa de muerte por cáncer en muchos países del mundo. Además de detectar cepas de alto riesgo relacionadas directamente con el desarrollo de cáncer de cuello uterino, cepas 16 y 18; el resultado evidencia otro grupo de cepas consideradas de riesgo como son la 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, 73 y 82”, dice el ginecólogo Jairo Bonilla, presidente de la Asociación Colombiana de Colposcopia.Publicidad

Según Bonilla, este dispositivo tiene una gran ventaja pues las mujeres, pueden hacer el examen por sí solas, con lo que se espera prevenir esta enfermedad.

“Las mujeres se toman la muestra solas introduciendo un pequeño cepillo en la vagina, usualmente pueden hacerlo en posición de pie. Una vez adentro el cepillo se mueve alrededor del canal vaginal para tomar la muestra y una vez afuera se guarda” explica el ginecólogo Jairo Bonilla. Realizada la autotoma el resultado se recibe en siete días vía correo electrónico. El laboratorio Synlab es el encargado de recoger la muestra en la casa de la paciente, de procesar y de enviar el resultado”, dice Bonilla.

En caso de que el resultado sea negativo o sea que no se detecten cepas del VPH, debe volverse a realizar la prueba de VPH en 3 años; en caso de ser positivo debe contactar inmediatamente a su ginecólogo para proceder al debido tratamiento.

El virus papiloma humano (VPH) es una de las principales causas del cáncer de cuello uterino. En Colombia la incidencia es de 18 casos nuevos por cada 100 mil mujeres al año. Detectar la presencia del virus ayuda a diagnosticar tempranamente lesiones precancerosas, ayudando a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de cervix.Publicidad

El dispositivo, está especialmente diseñado para mantener el material genético viable, por muchas semanas sin refrigeración. Su eficacia ha sido avalada por estudios clínicos en más de 140.000 mujeres alrededor del mundo.

FUENTE: BLU RADIO

Salud

El primer morral para mujeres que se recuperan de cáncer de mama

Surgió de la necesidad de alguien que quería seguir practicando montañismo, aunque le habían recomendado no hacerlo.

El primer morral para mujeres que se recuperan de cáncer de mama.

María Prando adoraba recorrer la montaña. Sin embargo, después de ser diagnosticada con cáncer de seno y ser sometida a una cirugía, su médico le advirtió que no podría llevar peso en el brazo ni en el hombro del lado de su cuerpo intervenido. Una de las principales secuelas de este tipo de operaciones es el linfedema, una inflamación del brazo que puede volverse crónica y que es provocada por una acumulación anormal de linfa (un líquido rico en proteínas) bajo la piel.

Ante la advertencia de los especialistas, Prandi pensó en la posibilidad de crear un morral que le permitiera seguir adelante con su pasión. Para ello visitó la empresa deportiva Aksa, que le ayudó a prefeccionar su prototipo y hacer realidad su proyecto. Idearon un sistema de cierre que equilibra el peso y elimina una de las dos correas en función del pecho intervenido. Si la cirugía fue en en el pecho derecho, se elimina la tira derecha del hombro, y a la inversa, en el caso de una intervención en el pecho izquierdo. Esta tira pasa por debajo de la axila, cruzada en diagonal al lado opuesto de la cintura. Además tiene un tensor en el pecho que también se cruza en diagonal hacia el otro lado. La idea es que las correas de la cintura sean las que aguanten el peso.

“En solo tres pasos, la mochila permite llevar peso, pero libera la parte intervenida de cualquier presión”, resume la estudiante de Derecho de la UOC Lali Costa, una de las impulsoras del proyecto junto con Prandi y Jordi Costa, propietario de Esportiva Aksa. Es un morral que las mujeres pueden utilizar no solo para ir a la montaña, sino también para ir a trabajar o llevar cargas como el computador portátil.

Antes de sacar el producto al mercado, fue probado en varias mujeres que tuvieron cáncer de mama, durante diferentes sesiones de marcha nórdica, una disciplina deportiva muy beneficiosa para aquellas que han sido intervenidas, ya que ayuda a reactivar el sistema linfático y  a prevenir el linfedema.

Vale la pena agregar que el morral también es útil para personas a quienes les falta una extremidad superior o aquellas que llevan un bypass. Por ahora, la maleta solo se consigue en la web de Woman’s Back, donde es posible encontrar siete modelos. Por el momento solo se vende en Europa, pero no descartan dar el salto internacional.

FUENTE: EL ESPECTADOR

Salud

Diez cosas que todas las mujeres que toman hormonas deben saber

Se calcula que el 60 por ciento de las mujeres en etapa de menopausia puede requerirlas.

Hace dos semanas, investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) volvieron a poner sobre el tapete el tema de la Terapia Hormonal de Menopausia (THM), al publicar un artículo en la revista The Lancet, en el que se relaciona el uso de estas sustancias con el cáncer y en algunos casos sugiere una asociación mayor con la aparición de tumores de seno.

La investigación, un metaanálisis (estudio de varios estudios), analizó más de 110.000 mujeres con cáncer de mama diagnosticadas después de la menopausia y subraya que el riesgo depende de la duración de los tratamientos de las combinaciones de algunos productos y la vía de administración.

En armonía con lo anterior, ya las autoridades sanitarias europeas recomiendan desde hace varios años que estas terapias duren el menos tiempo posible y que se utilicen las dosis efectivas más bajas; y en Estados Unidos se ha demostrado que las combinaciones de estrógenos-progestágenos pueden tener un mayor riesgo que el uso solo de estrógenos, por lo que los tratamientos se han orientado a seguir estas recomendaciones.

En Colombia, Jaime Urdinola, ginecólogo, miembro de la Asociación Colombiana de Menopausia, aclara que el estudio no es nuevo, sino una revisión de estudios que recalca sobre elementos que ya se conocían, fundados sobre la combinación de hormonas, que dicho sea de paso, ya no se utilizan y además hace énfasis en los beneficios de las nuevas vías de administración que desde hace tiempo se utilizan en este país.

Como el tema genera controversia y temor en muchas usuarias, Adriana Camero, ginecóloga, presidenta de la Asociación Colombiana de Menopausia (ACM), manifiesta que no hay ningún miedo en estos anuncios que ya son conocidos y que todas las mujeres deben tener claro que el beneficio de las hormonas se mide en términos de dignidad en etapa menopáusica y que su tratamiento siempre debe estar bajo la tutela de un médico experto.

En ese sentido, Camero, en representación de la ACM, plantea los 10 temas que todas las mujeres deben conocer con respecto a la THM.¿Porqué se toman hormonas?

La Terapia Hormonal de la Menopausia (THM) es un tratamiento que busca atenuar los efectos de la carencia de hormonas que el organismo de la mujer deja de producir en esta etapa. Actualmente está aprobada para tratar las oleadas de calor o sofocos, la menopausia prematura (antes de los 40 años), los síntomas genitourinarios y la prevención de la osteoporosis.¿Qué tipos de hormonas se toman?

Se suplen los estrógenos y la progesterona (progestina) a las mujeres que no se les ha retirado el útero, se les formula tanto el estrógeno como la progestina, para evitar el aumento del grosor del endometrio (capa interna de la matriz), mientras que las pacientes que ya no tienen este órgano (a las que se les ha extirpado quirúrgicamente) solo deben recibir estrógenos.¿Qué efectos busca la THM?

Mejorar la calidad de vida de cerca del 60 por ciento de las mujeres que en etapa de la menopausia pueden presentar calores, agotamiento, cambios emocionales, alteraciones en el sueño, resequedad vaginal y disminución de la libido, además de fragilidad en los huesos.

Todas las mujeres en esta etapa que presenten síntomas y que después de una evaluación médica no tengan ninguna contraindicación se favorecen de este tratamiento.¿Quiénes no pueden tomarla?

Aquellas mujeres que presenten antecedentes familiares o personales de tumores de seno, de ovario o de útero, además de haber tenido algún episodio de trombosis, accidentes cerebrovasculares, enfermedades hepáticas o sangrados vaginales sin explicación, no deben recibir este tipo de suplencias.¿Qué riesgos tienen?

En casos exagerados se han escrito alteraciones cardiacas, enfermedades cerebrovasculares, coágulos sanguíneos y tumores de seno. Sin embargo, los riesgos son mucho menores frente a sus beneficios si el tratamiento se otorga por tiempos cortos, con los medicamentos adecuados y las dosis exactas. Si está bajo control médico, no hay porqué temer.¿Producen o no cáncer?

Definitivamente la respuesta es no. Aunque este es un temor muy difundido, hay que tener en cuenta que las hormonas utilizadas lo que hacen es replicar las funciones que hay en el organismo, por lo que no se puede pensar que estas desarrollen tumores. Es claro que los beneficios son reconocidos y la posibilidad de un pequeño incremento de riesgo genera mucha controversia. Sin embargo, hoy los estudios permiten que los tratamientos sean seguros individualizándolos.¿Qué signos de alerta se deben tener en cuenta?

Todos los medicamentos pueden generar efectos adversos y las hormonas no son la excepción. De ahí que síntomas como tensión o dolor mamario, sangrado uterino, cambios en el estado de ánimo, dolor de cabeza o en las piernas y retención de líquidos son motivo de consulta.¿Cuándo consultar al médico?

Toda mujer que reciba hormonas debe tener unos controles periódicos con el médico y por supuesto cuando se presente uno de los síntomas anteriormente descritos.¿Qué deben hacer las mujeres que hoy toman hormonas?

Primero no asustarse y estar tranquilas. Segundo, si tiene alguna duda consultar consulte el médico y en caso de querer modificar o suspender estas medicaciones, asesorarse muy bien. Ajustarse siempre a las dosis y a los tiempos de prescripción es muy importante.

FUENTE: EL TIEMPO

Papilona Humano

Japón y la controversia de la Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano.

El equipo de SaneVax quisiera compartir una serie de hechos que se presentaron en Japón, los cuales resultaron en una decisión poco sorpresiva. Tanto los eventos que sucedieron como la decisión misma ofrecieron esperanza a millones de familias cuyas vidas se han visto afectadas por el uso y aplicación de las vacunas contra el virus del papiloma humano: Gardasil y Cervaix. Leer Más

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La investigadora líder en desarrollar vacunas del papiloma humano (VPH) confiesa para “poder dormir de noche”: Gardasil y Cervarix NO FUNCIONAN, SON PELIGROSAS y NO FUERON PROBADAS

La investigadora líder en desarrollar las vacunas del papiloma humano (VPH) confesó en 2009,  su posición  acerca de las dos vacunas que existen actualmente, las cuales según Harper no funcionan y son muy peligrosas. Por eso es necesario informarse y mirar  las diferentes posturas sobre la vacuna contra el VPH, para tomar una la mejor decisión para la salud de cada ser humano. Leer Más

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35 niñas de Casanare tienen síntomas similares a las del Carmen de Bolívar

Las autoridades descartaron una relación directa con la vacuna contra el Papiloma Humano. Leer Más

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A pesar del respaldo médico y científico, a esta vacuna le sobran enemigos. Leer Más

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El Ministerio de Salud de Colombia descartó que la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) tenga relación con los problemas de salud que han tenido unas 170 niñas de El Carmen de Bolívar y municipios vecinos, en el norte del país. Leer Más