septiembre 10, 2025
¿La migración también tiene cara de mujer? Mujeres venezolanas migrantes en Colombia: la experiencia diferenciada y la feminización de la migración

Uno de los acontecimientos migratorios más importantes de la última década en América Latina ha sido el éxodo de personas venezolanas, siendo Colombia uno de los países destino con mayor acogida para esta población. Según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para mayo de 2025, habían emigrado 6.874.261 personas venezolanas, de las cuales 2.810.358 residen actualmente en Colombia. Frente a esto, el 51 % de las personas migrantes de origen venezolano eran mujeres (Migración Colombia, 2024) cifra que desde hace algunos años ha venido en aumento. Esto puede entenderse como la feminización de la migración. El fenómeno de la feminización de la migración se comprende como “una creciente proporción de mujeres entre las personas migrantes. En un sentido más amplio, alude también a la visibilización del género como una dimensión estructurante de la vida social y de los procesos migratorios” (Vargas-Ribas, C. 2022). Pasar por el reconocimiento de la posición desigual de la mujer migrante es profundizar la conceptualización de la feminización de la migración.
Históricamente, la mujer migrante ha sido considerada como un agente pasivo, sin embargo, esta concepción se ha venido transformando no solo por el crecimiento de las cifras en el flujo migratorio, sino por la realización del papel activo en el proceso de tránsito como persona generalmente encargada de la cadena de cuidados, que pasan desde el bienestar alimentario, hasta el manejo de los trámites, sumado a esto, los cuerpos feminizados sufren de problemáticas con mayor frecuencia en el momento del viaje como lo pueden ser la violencia sexual, la trata de personas, la violencia obstetrica, etc. El rol de las mujeres también se encuentra presente en el momento de la integración social en el país de acogida, pues se le da la responsabilidad de reconstruir el hogar desde adentro, teniendo no sólo las obligaciones de cuidado y labor doméstico extendidas, sino la incorporación en el mercado laboral, el cual, debido a su nueva condición de migrantes, suele estar profundamente anclada a la informalidad y la no garantía de derechos laborales, encontrándose no solo con salarios más bajos, sino con un limitado repertorio de posibilidades laborales, en donde el peligro de estar expuestas a situaciones de violencia se intensifican radicalmente.
Del mismo modo, muchas corporizan una nueva clasificación: la de ser una mujer migrante transnacional, pues muchas de ellas, aunque se encuentren asentadas en el nuevo territorio, siguen ancladas a las responsabilidades frente a familiares que decidieron quedarse en el país de origen, responsabilidades en muchas ocasiones económicas y emocionales. Las experiencias de muchas mujeres venezolanas en Colombia muestran estas realidades, y son estas experiencias la que marcan la necesidad de la visibilización de la agencia y potencial de acción de la mujer migrante como un actor activo en la política transnacional y las políticas migratorias, hasta las consideraciones de las diferentes esferas de vulnerabilidad que atraviesan. Según la Plataforma Regional de Coordinación Interinstitucional para los Refugiados y los Migrantes de Venezuela (referenciado como R4V), las mujeres venezolanas migrantes son la población en necesidad (PIN -People in need-) que más protección requiere, habiendo registradas para diciembre de 2024 más de 1,618,000. (R4V, 2024). Esto genera una alerta en la necesidad de atender las complejidades interseccionales de las mujeres migrantes.
En Colombia desde hace algunos años ha crecido la tendencia de violentar a las mujeres venezolanas desde los estereotipos discriminatorios que le otorgan a la mujer migrante un trato diferenciado negativo, excluyente y ocasiones violento y misógino en razón ser un cuerpo feminizado, extranjero y en algunas ocasiones, empobrecido. Esta discriminación repercute en la reproducción de violencias estructurales que se encuentran entrelazadas unas con otras: la feminización de la pobreza con la feminización de la migración. De acuerdo con esto, la idea de que las mujeres migran en busca de mejorar su bienestar y calidad de vida, y que al momento de pretender una permanencia en un nuevo territorio, las acciones discriminatorias proporcionan desventajas marcadas, brechas en la experiencia de las mujeres, en donde se comprende que la feminización de la pobreza pasa por una mayor dificultad a la hora de conseguir empleo formal, vivienda propia, créditos, etc (Rojas López, J. O., & Castro Carpintero, D. K., 2020). Esta misma discriminación es de corte sexual, pues parte de la deshumanización de la persona migrante es objetivizar sus cuerpos, y en el caso de las mujeres, esto implica una sexualización violenta que está presente en todo el proceso de migración: desde el camino, en donde al estar expuestas a trochas, a quedar a la intemperie, es probable que el peligro de sufrir de violencia sexual, acoso, intimidación y demás son alarmantes, y esto no se elimina sino que las persigue en los sitios de permanencia. La migración, aunque con cara de mujer, sigue siendo un proceso masculinizado y violento para las mujeres.
Tristemente, la garantía de los derechos que requieren gran atención -el acceso a salud, educación, trabajo, integridad corporal y sexual, alimentación- se encuentran profundamente dependientes del estatus migratorio de las mujeres (Páez Torres, M. y Palacios Sanabria, M. 2021). En este sentido, desde el Estado, los avances necesarios, aunque en muchos casos insuficientes, han permitido contemplar las diferentes realidades permeadas por las estructuras sociales que afectan de forma diferenciada la experiencia y el proceso migratorio, por lo que el reconocimiento de la importancia del enfoque diferenciado ha generado desde la jurisprudencia transformaciones para contemplar las desventajas y aportar a disminuir las brechas que existen en un fenómeno complejo como la migración; un ejemplo de estos avances fue la Sentencia T-166 de 2024 en la cual, la Corte Constitucional decidió que las mujeres migrantes venezolanas, que han sido víctimas de discriminación y sobrevivientes de violencia, puedan acceder al Permiso de Protección Temporal donde se les permita inscribirse extemporáneamente al Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) (Jaimes, E., & Fuentes, M., 2025). En muchos casos, las políticas migratorias favorecen la discriminación y no toman en consideración un enfoque diferencial en las políticas públicas, por lo que pasos como dicha sentencia hacen camino para reducir las barreras en la salvaguardia de los derechos fundamentales de las mujeres migrantes venezolanas en el país.
Desde el marco de la cooperación internacional, el gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos ha marcado un histórico retroceso en el desarrollo de políticas amables para las personas migrantes, pues desde el uso de discurso se ha mostrado como un gobernante no sólo ajeno sino antagónico del despliegue de políticas migratorias desde la dignidad, siendo Trump la cara de decisiones políticas relevantes para los procesos migratorios globales y particularmente de la Región Latinoamericana, pues desde enero del presente año, ha frenado drásticamente el financiamiento de las actividades de asistencia humanitaria para personas migrantes, por lo que por extensión, ha tenido una variedad de implicaciones. Alicia Hernández desde la BBC News Mundo escribe: “Tenemos programas cuyo destino está relativamente contado, como cualquier cosa que tenga que ver con lo que llaman la “cultura woke”, temas de “ideología de género”, con programas polémicos para los republicanos de salud femenina y aborto estarán cerrados, protección de medio ambiente” (Hernández, 2025); la profundización de las condiciones negativas de las personas migrantes en todo el mundo se ven afectadas de forma material en la agenda internacional e inmaterial desde la cultura, el discurso y el imaginario frente a ellas y ellos como el “otro” indeseable, siendo víctimas de una deshumanización creciente desde la administración actual de Estados Unidos.
Son muchas las mujeres que deciden emprender el viaje de buscar un nuevo lugar para ser y desarrollar su vida, en ellas reside potencial, valía, fuerza y también en ellas se encarnan violencias estructurales invisibilizadas. No olvidar la constante necesidad de reconocerlas y reivindicarlas. Buscar acciones efectivas de impacto directo para su protección, apoyo, y actuar por y para la dignidad de la mujer migrante. Politizar la experiencia migratoria desde los cuerpos feminizados, las maternidades transnacionales, la feminización de la migración, es, entre muchas cosas, visibilizar los entramados de poder que permiten el desarrollo de las violencias en el posicionamiento sexo-género desigual en los procesos sociales y la reproducción de la idea de la existencia de cuerpos “predispuestos” a la violencia, y, a su vez, permite comprender la contradicción de lo que implica resistir a dicha lógica y en el mismo nivel, reivindicarla.
Bibliografía
Hernández, A. (2025, 3 febrero). Qué consecuencias tendrá en América Latina la paralización de la ayuda al desarrollo ordenada por Trump. BBC News Mundo. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/articles/c1ez3qd9zpdo
Jaimes, E., & Fuentes, M. (2025). Abordaje integral de la prevención de la violencia contra la mujer migrante desde la. Agricultura, 33(1), 1.
Observatorio Colombiano de las Mujeres. (2020). La violencia contra las mujeres migrantes en Colombia: una frontera por superar. Boletín especial. USAID; Pact Colombia; ABA; Freedom House; Internews.
Recuperado de: https://observatoriomujeres.gov.co/archivos/publicaciones/Publicacion_187.pdf
Páez Torres, M., & Palacios Sanabria, M. T. (2021). El doble desafío de las mujeres migrantes.
Regional Inter-Agency Coordination Platform for Refugees and Migrants from Venezuela R4V. (2024). Refugee and Migrant Response Plan 2025-2026. R4V. Recuperado de: https://rmrp.r4v.info/
Regional Inter-Agency Coordination Platform for Refugees and Migrants from Venezuela R4V. (2025). Personas refugiadas y migrantes venezolanas. Recuperado de: https://www.r4v.info/es/population-update-june2025-esp
Rojas, J. O. & Castro, D. K. (2020). Discriminación, estereotipos y prejuicios sobre las mujeres migrantes venezolanas en la ciudad de Bogotá. Recuperado de: https://hdl.handle.net/20.500.14625/27353
Unda, R., & Alvarado, S. V. (2012). Feminización de la migración y papel de las mujeres en el hecho migratorio. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 10(1), 593-610.
Vargas-Ribas, C. (2022). La feminización de las migraciones: algunas reflexiones. Revista sobre Fronteras e Integración Regional, 27(54), 87-99.
FUENTE: https://www.pares.com.co/