Colombia – Cuando Yaritza se fue de Venezuela rumbo a Colombia en 2020, su sueño era simple: tener una vida mejor para ella y para su familia. En ese momento no sabía que ese viaje iba a dar origen a un propósito mucho más profundo: ofrecer apoyo sanitario y esperanza a sus nuevos vecinos en Santa Marta, al norte de Colombia.

“Me encontré con personas que me ayudaron y a la vez me ayudaron a ayudar a otros”, dice Yaritza.

En la frontera sudoccidental del país, en El Hormiguero, Luci también estaba empezando de nuevo. Originaria de Buenaventura, estaba intentando forjarse una nueva vida no solamente para ella misma y su familia sino también para toda la comunidad en un sentido más amplio, ayudando a los vecinos a dar la bienvenida a los recién llegados con los brazos abiertos. Luci se ha convertido en un pilar de la cohesión social, trabajando codo a codo con los migrantes y las comunidades de acogida. 

Ambas mujeres, igualmente fuertes y resilientes, fueron impulsadas por la pasión de prestar servicio y encontraron un propósito en sus vidas como líderes comunitarias. Por medio de la Red Comunitaria de Salud, que forma parte de CoNexo, un proyecto que cuenta con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), han surgido como agentes del cambio en sus comunidades.  

“A través de este proceso estamos aprendiendo a ser parte de la solución”, dice Yaritza. Luci agrega: “Ahora tenemos las herramientas para desarrollar proyectos reales para nuestra gente”.  

Juntas están liderando iniciativas locales, fomentando la participación de los y las jóvenes y promoviendo el acceso igualitario a la salud y la educación.

Yaritza: de maestra de pre escolar a líder sanitaria comunitaria

El viaje de Yaritza hacia el liderazgo empezó cuando se unió al consejo de acción de su comunidad. Luego aprovechó las oportunidades ofrecidas por la OIM, aprendiendo acerca de la promoción de la salud, primeros auxilios psicológicos y estrategias de comunicación.  

“Ahora puedo hablarle a la gente sobre salud de manera holística”, explica. “Este conocimiento me permite apoyar a los menores y adolescentes que están en la escuela, concientizar y prevenir la violencia”.  

Anteriormente Yaritza trabajó como maestra de pre escolar, con una fuerte pasión por la salud mental. Ahora está trabajando con otros líderes en un proyecto de promoción de la salud mental que será implementado en Santa Marta en 2025. Sus esfuerzos están forjando servicios muy requeridos en escuelas y en espacios públicos de toda la ciudad.

Luci: Construyendo puentes en El Hormiguero

El camino de Luci hacia el liderazgo también empezó con su deseo de devolver. Como Yaritza, ella se convirtió en un miembro activo del consejo de acción de su comunidad y se unión a la Red Comunitaria de Salud de la OIM. Por medio de talleres sobre salud maternal, apoyo psicosocial y mucho más, descubrió nuevas maneras de prestar servicios a su comunidad.  

“Nos enseñaron cómo cuidar a las mujeres embarazadas, brindar apoyo de salud mental y orientar a las personas jóvenes”.  

Luci tuvo un rol clave en la creación de otra iniciativa local: Uniendo Fronteras, realizando sueños, un dinámico grupo que congrega a los migrantes y a los líderes de la comunidad para que puedan desarrollar planes de integración y promover la coexistencia pacífica. Desde torneos de fútbol hasta eventos de cocina, el foco de Luci está puesto en celebrar las culturas, desarrollar la confianza, y crear conexiones entre los venezolanos y los colombianos.

Construyendo futuros mejores para todos

Las historias de Luci y de Yaritza nos recuerdan que la migración no tiene que ver simplemente con el movimiento. Se relaciona con la resiliencia, el liderazgo y el poder de la comunidad.  

“Debemos seguir trabajando juntos para nuestra comunidad”, dijo Luci. “El bienestar debe ser una prioridad para todos nosotros”.

Yaritza y Luci son tan solo dos de las muchas mujeres venezolanas que, con el apoyo de la OIM y de la KOICA, están transformando sus comunidades. Sus historias son un poderoso recordatorio de que cuando a las mujeres se les brindan las herramientas adecuadas, construyen puentes, promueven la unidad, y allanan el camino hacia futuros más prósperos para ellas mismas, sus familias y todas las personas de sus entornos.

FUENTE: https://colombia.iom.int/