En la vereda Piedras Negras, municipio de Cajibío, Cauca, Rosa Elvia Yandi, una mujer campesina de 76 años ha hecho del cuidado de la naturaleza una causa de vida. Maestra jubilada, lideresa comunitaria y defensora del territorio, Rosa Elvia representa a las mujeres que, desde la ruralidad colombiana, luchan por un planeta más justo y sostenible. En el Día Internacional de la Madre Tierra, resaltamos su liderazgo y su labor de protección del medio ambiente.

Desde joven, Rosa Elvia ha dedicado su vida al cuidado de la naturaleza, convirtiéndose en una verdadera guardiana de la Madre Tierra. Su compromiso nace de un profundo respeto por el medio ambiente, heredado de sus raíces campesinas y la sabiduría ancestral de su comunidad. Comprendió desde temprano que el bienestar de las personas y el equilibrio ecológico están estrechamente ligados.

En el año 2014, fundó la Asociación Mujeres Emprendedoras de Piedras Negras, integrada actualmente por 26 mujeres rurales que luchan cada día por el cuidado del medio ambiente y la defensa del territorio. Esta organización hace parte del proyecto ‘Mujeres Cambiando su Mundo’, a través de la Asociación Movimiento Campesino de Cajibío, en el departamento del Cauca, al sur de Colombia, donde Rosa Elvia lidera procesos de formación ambiental, reforestación y restauración de fuentes hídricas. Esta iniciativa de ONU Mujeres junto al Gobierno de Alemania y el Gobierno de Colombia, es una acción afirmativa que reconoce la labor de las defensoras ambientales en Colombia y fortalece su incidencia a través del trabajo en red.

Restaurar la vida, un árbol a la vez

Rosa Elvia ha asumido la tarea de difundir el valor del cuidado del medio ambiente a través de iniciativas que conectan la historia, la cultura y la sostenibilidad. Para ella, la tierra no es solo un recurso, sino el legado de sus antepasadas, una herencia que debe preservarse para las futuras generaciones. 

En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, que este año hace un llamado global a combatir la contaminación por plásticos, Rosa Elvia reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente. Desde su comunidad, está reforestando más de 2.000 árboles nativos en la vertiente del acueducto de Piedras Negras, un nacimiento de agua vital que abastece a decenas de familias y que está siendo amenazado por la deforestación y la quema indiscriminada de bosques. De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, cada año, el mundo pierde 10 millones de hectáreas de bosques, una extensión similar a Islandia.

“Ya no tenemos agua todos los días. Se están secando los nacimientos y los árboles los están tumbando. Si no cuidamos ahora nuestro planeta y sus recursos naturales, nuestros hijos/as y nietos/as se quedarán sin agua”, advierte Rosa Elvia.

Con una energía incansable, ha impulsado programas de educación ambiental en su comunidad, sensibilizando a jóvenes y personas adultas sobre la importancia de cuidar los bosques, las fuentes de agua y la biodiversidad. Su labor no solo ha permitido la regeneración de espacios naturales, sino también el fortalecimiento del tejido social y cultural en su región.

Además, junto a la Asociación Mujeres Emprendedoras de Piedras Negras promueve la agricultura limpia y el uso de prácticas agroecológicas que respetan los ciclos de la tierra, evitando el uso de químicos nocivos, “nosotras contamos también con un vivero donde tenemos árboles nativos, hortalizas, acelgas, tomates, remolacha, que contribuyen a la seguridad alimentaria de nuestra comunidad” menciona. Para Rosa Elvia, cuidar el suelo es tan importante como proteger el agua, porque es en la tierra donde germina la vida y el alimento.

“Yo siempre le digo a la gente que este mundo es prestado y que, por eso, no podemos esperar a que vengan los demás a cuidarnos el agua y la tierra, es una labor que nos compete a todos. […] A mí me gusta enseñarle a la gente sobre el reciclaje, el valor del agua y la tierra y todo lo que podemos hacer desde la casa para cuidar el medio ambiente”, enfatiza Rosa Elvia y envía un mensaje contundente: 

“Mi mensaje para el mundo es que nos apropiemos del cuidado del agua. No queremos permitir que dentro de poco se forme una guerra por este líquido preciado, por eso es muy importante que enseñemos a nuestras hijas e hijos a amar y cuidar la naturaleza”.

El testimonio de Rosa Elvia Yandi es una invitación a cuidar y proteger el medio ambiente, cada gesto por pequeño que sea cuenta. En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, su ejemplo resuena como un recordatorio de que cuidar el medio ambiente es cuidar la vida, y que, a través del trabajo colectivo y el liderazgo de las mujeres, es posible cambiar el mundo.

FUENTE: ONUMUJERES