Las cifras son alarmantes: en lo corrido del 2024 se han presentado 671 feminicidios entre enero a septiembre. Una realidad que afecta a las familias y que requiere acciones urgentes.

La violencia contra las mujeres en Colombia sigue escalando y dejando historias desgarradoras. En Bogotá, la localidad de Ciudad Bolívar fue escenario de un nuevo feminicidio que estremeció al país.

Ana Carmela Pacheco Díaz, de 30 años, fue asesinada frente a sus hijas por su pareja en el barrio La Joya. Según testigos, una discusión por un piropo de otro hombre a la mujer desencadenó una pelea que culminó en el fatal desenlace.

La tragedia se suma a otros casos recientes, como los ocurridos en el reciente puente festivo en Antioquia que dejó cuatro mujeres asesinadas en distintos puntos del departamento. La joven María Fernanda Ortiz Zapata, de 25 años, fue hallada sin vida en la vereda Berracal, en Guarne.

Más tarde, en el barrio Santa María de los Ángeles, en Medellín, Miriam del Carmen Jaramillo Álvarez, de 75 años, fue presuntamente asesinada por su esposo, quien se entregó a la Policía.

A estas muertes se suman los casos de Yenifer Yuliana Montoya Loaiza, de 36 años, quien fue asesinada en Salgar, a donde había llegado junto a su pareja en búsqueda de trabajo, y el trágico desenlace de Sara Monsalve Isaza, de 26 años, presuntamente asesinada por su pareja sentimental, un hombre colombo-estadounidense de su misma edad, en Envigado

Oscuro panorama

Estas muertes no son casos aislados. El Observatorio Colombiano de Feminicidios de la Red Feminista Antimilitarista registró un total de 671 feminicidios en Colombia entre enero y septiembre de 2024, con 530 tentativas de feminicidio en el mismo período.

Un dato desgarrador es que 24 niños y niñas perdieron a sus madres debido a estos actos de violencia.

Solo en septiembre de 2024, 74 feminicidios fueron reportados en el país, incluidos 15 en Bogotá, 14 en Antioquia y 9 en Cauca. Esta crisis de violencia afecta tanto a zonas urbanas (65% de los casos) como rurales (23%), dejando un rastro de mujeres de todas las edades y ocupaciones.

El análisis del Observatorio destaca cómo la violencia feminicida está interconectada con problemáticas estructurales del país.

Las víctimas provienen de diferentes trasfondos: algunas eran vendedoras informales, trabajadoras sexuales, o incluso niñas, reflejando una sombría realidad donde los feminicidios no solo desnudan la violencia de género sino también las condiciones de pobreza, exclusión y militarización que afectan a muchas mujeres en Colombia.

De hecho, de los 74 feminicidios de septiembre, el 59% fueron cometidos con armas de fuego, y 44 casos ocurrieron en viviendas, lo que refuerza el riesgo al que se enfrentan las mujeres dentro de sus propios entornos familiares y comunitarios.

Los esfuerzos de colectivos como Republicanas Populares y su Observatorio de Feminicidios procuran presionar al Estado y promover cambios estructurales.

Su sistema de información permite recopilar datos territoriales y ofrecer un análisis profundo sobre la violencia feminicida y sus implicaciones en la vida de las mujeres.

En su boletín “Vivas Nos Queremos”, el Observatorio resalta la urgencia de comprender esta violencia desde una perspectiva integral, abarcando factores como el neoliberalismo y la militarización que perpetúan el ciclo de desigualdad y vulnerabilidad de las mujeres.

FUENTE: https://www.corrillos.com.co/