A la joven la descuartizaron la semana pasada. La Policía señala a Harold Andrés Echeverry, que se dio a la fuga y fue capturado este lunes en Villavicencio, Meta

El presunto autor de un crimen escalofriante, que conmocionó a toda Colombia, ha sido arrestado este lunes en Villavicencio (Meta). El pasado 8 de diciembre, en la madrugada de la Noche de Velitas, la Policía encontró en el taller Car Center, del barrio San Judas, en Cali, el cuerpo desmembrado de Michel Dayana González, una joven de 14 años. Rápidamente, las autoridades señalaron a un vigilante del establecimiento, Harold Andrés Echeverry, de ser el responsable del feminicidio. El hombre se dio a la fuga esa misma noche. Tres días después, tras una búsqueda se extendió a terminales, aeropuertos, municipios y departamentos colindantes, la Policía lo capturó en la tarde de este lunes a más de 500 kilómetros del lugar del crimen, a bordo de una moto.

“Vamos a tener resultados pronto”, había declarado el sábado el secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, en una rueda de prensa. Tras un fin de semana de búsqueda intensiva, las autoridades lograron esa meta. Dranguet reveló este lunes en Blu Radio que no es la primera vez que Echeverry es acusado de un crimen perverso. Además de ser señalado del feminicidio de Michel Dayana, ya había estado privado de la libertad por el delito de acceso carnal abusivo a un menor de 14 años.

Es más, la noche del asesinato, antes de que huyera en una moto del taller, “varios de los trabajadores lo vieron y le identificaron un golpe en el ojo” y “rasguños en su rostro, principalmente en su labio y en el cuello”. La Alcaldía de Cali ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos (unos 25.000 dólares) por información que llevara a su captura. El domingo, la Administración de Pitalito (Huila) la aumentó 20 millones más, y el alcalde convocó a los demás mandatarios locales a sumar dinero para una gran bolsa. No fue necesario.

Si actuó solo sigue siendo una incógnita, según Dranguet. La Policía investiga a los trabajadores del taller para determinar si alguno fue cómplice. “Según la información previa que nos da, el responsable del taller le dio la oportunidad para que se socializara y para que buscara un nuevo camino. Pero definitivamente hay irregularidades allí. Por eso varios trabajadores del taller y su propietario están vinculados al proceso”, admitió.

Un hallazgo macabro

Los propios empleados que están vinculados a la investigación fueron los que encontraron sangre en el baño en las horas posteriores al asesinato y llamaron a las autoridades. Momentos después, la Policía encontró partes del cuerpo de Dayana escondidas en el taller. Algunas aparecieron en una caneca, otras debajo de una escalera. De acuerdo con El Tiempo, los análisis de sangre de los restos hallados revelaron indicios de la presencia de una tercera persona. Echeverry ha sido capturado, pero la investigación sigue.

La noche del crimen iba a ser una feliz. Dayana celebraba la Noche de Velitas con su familia, cuando salió a una tienda del barrio con 2.000 pesos que le había dado su padre para comprar dulces. Allí, en su misma cuadra, fue interceptada y llevada al interior del taller. No volvió a salir.

Las cámaras de seguridad del sector, presuntamente capturaron ese momento. En un video, se ve a Dayana caminando tranquilamente por la cuadra de su casa. De repente, se le acerca un hombre mucho más grande, vestido de un buzo gris, que le habla. En cuestión de segundos, ambos desaparecen de las imágenes. Horas más tarde, la joven fue encontrada muerta. El último mensaje que mandó a su familia decía “ya vengo, papi”.

“La morboseaba todos los días”

En los días posteriores a la tragedia, los padres de Michel Dayana han hablado con varios medios de comunicación. Su padre, Genaro González, contó que después de ese chat, las comunicaciones con su hija pararon y se preocupó. Entonces, con su esposa, salieron a la calle. “Dedujimos que ella estaba en esa cuadra y comenzamos a buscarla. Abrieron el taller y preguntamos a un trabajador que si había cámaras y dijo que no, que no había cámaras. Luego le mostramos las fotos de la niña para ver si la reconocía y dijo que no la conocía, y con mi pareja empezamos a sospechar”, aseguró. Lamentablemente, tenían la razón.

González recuerda a su hija como una niña alegre y sonriente. “Todos le decían risita porque siempre andaba con una sonrisa muy tierna”, dijo a Caracol Radio. “Yo no sé por qué un animal me le hace eso”. Michel Dayana ya había tenido problemas con Echeverry, según su padre. “Él la morboseaba todos los días. Tenía que cruzar la calle para evitarlo”, aseguró con voz entrecortada.

Michel Dayana soñaba con ser médica. El domingo pasado, cientos de personas se juntaron en el polideportivo de su barrio, en el sur de Cali, para recordarla y reclamar justicia. Entre velas, flores y oraciones, le dijeron adiós. El sepelio se realizó este lunes, 11 de diciembre, a las tres de la tarde. Dos horas después, la Policía capturaba a su presunto feminicida.

FUENTE: EL PAIS