La víctima, identificada como Carlos Andrés Sánchez Villa, fue asesinada en una vía que conecta a ese municipio con La Gabarra y de momento se desconocen a los autores intelectuales y materiales del crimen.

La situación de orden público y violencia en el Catatumbo, al igual que en los años pasados, es insostenible. En la noche de ayer, mientras se desplazaba por una carretera que conecta a Tibú con el corregimiento de La Gabarra, el líder social Carlos Andrés Sánchez fue interceptado por dos hombres en moto, quienes le dispararon en repetidas ocasiones, generándole la muerte. 

Sánchez, de 37 años, era el vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Raya y su muerte causó sorpresa dentro de la comunidad porque él nunca había manifestado amenazas en su contra. 

Desde la Asociación Campesina del Catatumbo dicen que este crimen llama la atención porque el lugar de los hechos, kilómetro 17 de la vía, está muy cerca de un puesto de control permanente del Ejército Nacional. 

A su vez, voceros de la asociación advierten que por cómo ven las cosas dentro de su comunidad, la violencia criminal no se detendrá en esta época, a pesar de la cuarentena. 

En esta zona del país hacen presencia grupos como el Epl, Eln y disidencias de las Farc, por lo cual todavía se desconoce el origen de este y otros asesinatos en investigación. 

Por lo pronto, Jhon Alzate, comandante de la Policía en Norte de Santander señaló que “una comisión judicial fue enviada al lugar de los hechos para adelantar la investigación, que nos conduzca a esclarecer lo ocurrido y a ubicar a los responsables de este homicidio”. Estas labores se harán en conjunto con inteligencia del Ejército en la zona.

Con el asesinato de Sánchez, la cifra de líderes sociales asesinados en el catatumbo a lo largo de 2020 asciende a cinco y no se tiene un registro único de personas amenazadas por organizaciones criminales en la región. 

Además de este caso, las autoridades investigan la muerte de Efrén Jesús Ospina, asesinado el 9 de febrero en zona rural de Tibú y la muerte de Tulio Sandoval, asesinado el 10 de enero en el mismo municipio.

FUENTE: EL ESPECTADOR