Durante el encuentro virtual del grupo de ministras de Relaciones Exteriores se plantearon temas como la desigualdad de género durante la crisis sanitaria y, la canciller colombiana, Claudia Blum, aseguró que Colombia está siendo incapaz de sobrellevar económicamente los efectos de la migración venezolana.

Este jueves 13 ministras de Relaciones Exteriores de diferentes países se reunieron virtualmente para hablar la gestión de cada gobierno durante la crisis sanitaria generada por el nuevo coronavirus. El encuentro fue convocado por la Canciller de España, Arancha González, y contó con la participación de las jefes de las carteras de relaciones exteriores de países de cinco continentes, entre ellas la Canciller colombiana, Claudia Blum.

Uno de los temas que se tocaron fueron las dimensiones de género durante la crisis y lo importante que es que se tengan en cuenta para adaptar los sistemas y dar una buena respuesta en materia social, económica y de salud. El tema no es de poca monta, teniendo encuenta que diferentes organizaciones de todo el mundo ya han manifestado su preocupación al respecto. Según afirma Amnistía Internacional, al menos en España “La brecha de género laboral pone en riesgo la salud de las mujeres. Estas, en las actividades sanitarias y de servicios sociales, representan el 75% del empleo. Pero también son mayoría las cajeras en los supermercados, las limpiadoras, las cuidadoras de la infancia y de las personas mayores. En estas tareas no vale el teletrabajo”.

En países como China, Francia, Italia y Corea las cifras de violencia intrafamiliar mostraron un alza de al menos 30% en reportes de violencia contra la mujer, según datos que arroja la ONU. En América Latina, en Ciudad de México, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia registró un aumento del 24,5% de denuncias por violencia en el hogar durante las dos primeras semanas de cuarentena (CCSJ, 2020). Mientras que en Chile el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género reportó un aumento del 70% en las llamadas para asistir a mujeres que sufren de violencia intrafamiliar (MMEG, 2020).

Al encuentro asistieron las cancilleres Marise Payne de Australia, Kang Kyung-wha de Corea del Sur, Alexandra Hill de El Salvador, Shirley Ayorkor de Ghana, Retno Marsudi de Indonesia, Kamina Johnson-Smith de Jamaica, Raychelle Omamo de Kenia, Ine Marie Eriksen de Noruega, Grace Naledi Manisa de Sudáfrica, Asma Mohamed Abdalla de Sudán y Ann Linde de Suecia.

Durante su intervención la Canciller colombiana Claudia Blum presentó algunas de las acciones que implementadas por el gobierno de Iván Duque, “como los subsidios y apoyos monetarios a mujeres cabeza de hogar en los programas Familias en Acción e Ingreso Solidario, así como a las mujeres del programa Colombia Mayor”.

Además, aseguró: “Los Gobiernos, los sectores productivos y la sociedad civil debemos unir esfuerzos para que, con visión integral, apliquemos respuestas que permitan una mejor atención en salud para hombres y mujeres, y eviten riesgos de discriminación o de mayor inequidad, violencia y pobreza contra la mujer”.

En Colombiia expertos y organizaciones afirman que la cuarentena acentúa la desigualdad de género. La Veeduría Distrital  de Bogotá, por ejemplo, realizó un análisis sobre la relación de la crisis generada por la pandemia y las inequidades que siguen afectando a las mujeres. En la ciptal las cifras de violencia intrafamiliar muestran que desde que se implementó el aislamiento social preventivo en los hogares, las mujeres están sufriendo en mayor medida la violencia en sus hogares. Según los reportes entregados por la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, en los primeros tres meses del año los casos de violencia intrafamiliar aumentaron en 18%. 

Por último, la Canciller colombiana habló en la reunión de los efectos de la pandemia en la migración venezolana, teniendo en cuenta que el flujo de personas tiene al límite, según la funcionario, al gobierno nacional. Por eso, las ministras tomaron nota para que en los próximos meses se pueda establecer una agenda de colaboración multilateral. 

FUENTE: EL ESPECTADOR