Se trata de María Ruth Sanabria, quien sufrió un atentado saliendo del municipio de Fortul. El automóvil en el que viajaba, al parecer, fue atacado con disparos de fusil.

María Ruth Sanabria, quien recibió en 2016 recibió el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en la categoría Toda una vida, salió ilesa en las últimas horas de un atentado en el municipio colombiano de Fortul, en el departamento de Arauca. (Le podría interesar: Así fue el examen de derechos humanos a Colombia en la ONU)

“La defensora de derechos humanos, María Ruth Sanabria, sufrió un atentado saliendo de Fortúl, Arauca. La compañera afortunadamente está ilesa”, informó la senadora Aída Avella, quien, al igual que la víctima del atentado, militó en el partido Unión Patriótica.

Avella añadió en su mensaje en Twitter que exigía al Gobierno Nacional proteger la vida de las personas que trabajan por los derechos humanos en Colombia. Medios locales detallaron que el automóvil en el que viaja Sanabria fue atacado con disparos de fusil. (Lea también: Colombia se niega a que la ONU examine la situación en las cárceles)

La organización Somos Defensores dijo en un informe de marzo pasado que la violencia contra activistas de los derechos humanos y líderes sociales en Colombia se cobró 106 vidas en 2017. En 2016, Sanabria recibió el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en la categoría Toda una vida, otorgado por la ONG de cooperación sueca Diakonia.

Diakonia, que tiene su sede central en Estocolmo y está formada por las iglesias libres de Suecia, trabaja en 35 países de Asia, África y América Latina y se dedica a fomentar la democracia, así como a la promoción y defensa de los derechos humanos.  (Le sugerimos: Piden a la CPI investigar crímenes de defensores de derechos humanos)

El partido de la Unión Patriótica se fundó en 1985 como parte de un proceso de paz iniciado un año antes por las Farc, con el gobierno del entonces presidente colombiano Belisario Betancur.

Según denuncias hechas por militantes de la UP, grupos paramilitares y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado asesinaron a por lo menos 3.500 miembros del partido, entre ellos dos candidatos presidenciales, los abogados Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa. También perdieron la vida ocho congresistas, 13 diputados, 70 concejales y 11 alcaldes.

FUENTE: EL ESPECTADOR