El Gobierno y el Eln anunciaron que continuarán los diálogos de paz en Quito, Ecuador. La Cumbre de Mujeres y Paz, que estuvo participando en los diálogos de La Habana, ha estado conversando activamente con ambas partes. Estas son sus perspectivas sobre la mesa que se reanuda.
El 26 de febrero, el Eln anunció su intención de suspender las hostilidades de cara a las elecciones parlamentarias que se celebraron este domingo. Con esta decisión manifestaron al Gobierno, a la opinión pública y a la sociedad civil en general su disposición para reanudar el quinto ciclo de negociación en la mesa de diálogos en Quito, Ecuador. El Gobierno aceptó este lunes la invitación y, oficialmente, informó que retomará los diálogos con esta guerrilla.
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“Creo que hacer una tregua en las elecciones, con las que ellos declararon que no están de acuerdo porque consideran que no son legítimas, es como mostrar respeto por una de las instancias de la participación política más importantes y en últimas es mostrar un respeto hacia la democracia”, evaluó la decisión del Eln Diana Salcedo López, subdirectora de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (Limpal), y vocera de las ocho organizaciones que integran la Cumbre Mujeres y Paz que estuvo reunida, de forma no oficial, con esta guerrilla el día en que se comunicó la decisión del cese al fuego unilateral.
Esta voluntad, tras dos meses en los que la incertidumbre fue la sensación que nubló toda posibilidad de un futuro acuerdo, en plena celebración parlamentaria, es una esperanza para continuar un proceso que aporta al escenario de paz en el que se montó el Gobierno con la firma del pacto con las Farc el 24 de noviembre de 2016.
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El proceso con el Eln, por su parte, es diferente e implica otros tiempos, otros compromisos e interpretaciones a las voluntades puestas en la mesa. La Cumbre de Mujeres y Paz, que estuvo participando en los diálogos de La Habana, ha estado conversando activamente con ambas partes tratando de persuadir que el pulso de la negociación en Quito no llegue hasta su último pálpito. Y, hoy, su clamor porque la mesa se mantenga y se reinicie la conversación ha sido escuchado.
De acuerdo a la interlocución que tuvieron con el Eln, ellas manifiestan que la delegación de la guerrilla está sentada y deseosa de continuar el proceso. Una de sus disposiciones es que apenas se dé inicio al quinto ciclo se reanude el pacto de cese al fuego bilateral.
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“Hay como un ánimo y una voluntad de mantener el cese al fuego durante todo el tiempo que dure la negociación. Eso es una noticia nueva, no es oficial porque no hay ningún pronunciamiento público, pero es un deseo que tiene la delegación y habría que pegarse de ese deseo un poco” contó Salcedo.
De ese anhelo están pegadas las más de 1.500 integrantes de la Cumbre que no han parado de trabajar y de tocar puertas de una delegación a otra aprovechando las condiciones de negociación que ha propiciado el actual Gobierno.
Ellas no son las únicas que temen por el futuro de la mesa de diálogo luego del 7 de agosto cuando se posesione la nueva cabeza al mando del Estado.
“Yo veo claro una incertidumbre en las personas del Eln frente a lo que pueda pasar con el nuevo Gobierno, pero digamos que hay una disposición para negociar, No lo dijeron directamente, pero uno podría leer una apertura a que si no es un Gobierno que no intenta atacar al siguiente día, como lo han manifestado algunos candidatos, tratarían de mantener ese diálogo con el nuevo presidente”, comenta la subdirectora de Limpal.
Dentro de la conversación, con Santos liderando o no, el Eln quiere concentrarse en dos temas específicos, adicional al pacto del cese bilateral.
El primero es el desminado, en el que manifestaron a la organización de mujeres que el Gobierno le falta mayor voluntad para reactivar las tareas. Además, piden que en este proceso se respalde la veeduría social, en especial la participación femenina, con el propósito de garantizar el cumplimiento de esta actividad.
Por otro lado, creen necesario ahondar más en lo que concierne a lapedagogía de paz. “Ellos consideran que es importante mantener y profundizar el tema de las herramientas y mecanismos de promoción para que las comunidades también se acerquen a esta coyuntura”, explicó Salcedo.
En cuanto a su implicación política no hubo ninguna manifestación, pero sí coincidieron con la Cumbre acerca de la importancia de apostar y promover por la participación en todos los niveles y grupos poblacionales de la sociedad. En ese sentido, se comprometieron a analizar el tema de enfoque de género, teniendo como base al informe que la plataforma de mujeres entregará en su próximo encuentro contando su incidencia en los diálogos de La Habana.
Por el momento, y hasta que no se concrete una fecha para reanudar el quinto ciclo de negociaciones, la Cumbre Mujeres y Paz y otras organizaciones sociales seguirán promoviendo esta posibilidad para cesar la guerra con esta guerrilla. Lo continuarán haciendo a pesar de la desazón que les ha producido las acciones militares de parte y parte.
«Las mujeres entendemos la importancia política, social y cultural que traería para el país la terminación con éxito de este proceso de diálogo, por esta razón, estamos a la expectativa de poder seguir acompañando, resguardando y aportando desde la voz y la mirada de las mujeres», señalaron en un comunicado este martes.
Por lo pronto, la tregua, que nació de forma voluntaria por parte de la cúpula del Eln, es la esperanza de voluntad política por la que víctimas, mujeres, campesinos, indígenas, afrodescendientes, y miembros de negociación del Gobierno se sostienen para creer en la posibilidad de llegar a un acuerdo antes de que termine esta administración.
FUENTE: EL ESPECTADOR