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junio 14, 2023

Una muerte violenta cada 21 horas: el terrible panorama para las mujeres en Honduras


Según la Cepal, Honduras tiene la tasa más alta de feminicidios en la región. ¿Qué hay detrás?

Lidia Murillo vivía en Yoro, un municipio al norte de Honduras, y se ganaba la vida atendiendo un negocio de bebidas alcohólicas. Sus familiares perdieron su rastro y la reportaron como desaparecida el pasado 12 de abril.

Una semana después, el 20 de abril, el hallazgo de su cuerpo fue atroz: Lidia fue encontrada decapitada y desmembrada en un pastizal del municipio, hasta donde acudieron sus familiares para reconocer el cuerpo.

El de Lidia es solo uno de los feminicidios que reporta Honduras en lo que va corrido de 2023. Según las cifras de la ONG hondureña Centro de Derechos de Mujeres (CDM), entre enero y abril del presente año han sido asesinadas un total de 121 mujeres, lo que equivale a una muerte violenta cada 21 horas en un país de tan solo 9,7 millones de habitantes.

El panorama, no obstante, no es nuevo. Desde 2021, el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal viene ubicando a Honduras como el país con la mayor tasa de feminicidios en la región, con una tasa de 4,6 feminicidios por cada 100.000 mujeres; mientras que las cifras del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (Conadeh) hablan de 7.583 muertes violentas de mujeres entre 2002 y febrero de 2023.

Tan solo el año pasado, el Centro de Derechos de Mujeres reportó 390 muertes violentas de mujeres, lo que representó una tasa de feminicidios de 7,9 por cada 100.000 mujeres.

Las cifras hablan de 7.583 muertes violentas de mujeres entre 2002 y febrero de 2023.

La crisis de seguridad

Esta ONG atribuye la reciente ola de feminicidios a una serie de factores. Por ejemplo, al hecho de que Honduras sigue siendo un país tradicionalmente dominado por los hombres y que aún tiene altas tasas de homicidios, con un promedio actual de entre 10 y 13 muertes diarias.

Según el informe ‘Violencia contra las mujeres en Honduras’, del CDM, “la situación de violencia por el narcotráfico y el crimen organizado, la desprotección estatal y su falta de acción en la construcción de políticas públicas integrales y respetuosas de los derechos humanos y, por otro lado, la cultura patriarcal están asesinando a las mujeres” en ese país.

El narcotráfico y el crimen organizado y, por otro lado, la cultura patriarcal están asesinando a las mujeres

La situación de violencia de género en esa nación centroamericana es tal que ya van 12.831 denuncias de violencia doméstica entre enero y abril de 2023, a lo que se suman las alrededor de 270 desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), habrían ocurrido en Honduras en 2022.

Resultan alarmantes los altos índices de asesinatos de mujeres y femicidios, personas LGBTI y personas defensoras de derechos humanos. También preocupa que, en este contexto caracterizado por violencia y presencia de estructuras criminales en gran parte del país, miles de niñas, niños y adolescentes son víctimas de diversas formas de violencia, incluyendo la sexual”, denunció la CIDH tras una visita al país en abril.

Decenas de mujeres participan en una movilización por la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en Tegucigalpa (Honduras).

Y pese a que la llegada al poder de Xiomara Casto, la primera mujer presidenta de Honduras en su historia, llenó de expectativas a las mujeres y a que la misma Castro prometió una política pública con perspectiva de género y se comprometió a implementar estrategias de prevención y abordaje de las violencias de género, un año y medio después de su llegada a la presidencia esa esperanza parece haberse desvanecido.

“La llegada del gobierno de Xiomara Castro, hace un año, representó una oportunidad histórica para cambiar el rumbo del país y poner los derechos humanos en el centro, pero el cambio no ha sido suficiente para atender la grave crisis que enfrenta la población en Honduras”, dijo hace un tiempo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

Dice que las muertes violentas de mujeres son investigadas, pero la realidad es otra.

En eso coincide Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), quien le dijo a Efe que las acciones de la mandataria han sido insuficientes en materia de género.

“Tenemos una apuesta política de la presidenta donde establece que las mujeres no están solas, pero al momento de la muerte sí están solas. Tenemos una apuesta política y un discurso donde dice que las muertes violentas de mujeres son investigadas, pero la realidad es otra”, lamenta Ayestas.

Impunidad en el 95 por ciento de los casos

El problema, según las denuncias de las organizaciones sociales, sigue siendo la impunidad y la falta de políticas públicas enfocadas en la prevención de los tipos de violencia contra las mujeres.

Según las cifras del Conadeh, el 95 por ciento de las muertes violentas de mujeres ocurridas desde el 2002 han quedado en la impunidad. Solo en 2022, según los reportes del CDM, en 191 de los 395 feminicidios se desconoce la relación del agresor con la víctima y en 88 de los casos ni siquiera se conoce la edad de la víctima, lo que da cuenta de la falta de investigación en torno a los asesinatos.

“Hay poca investigación de estos casos, la mayoría se quedan sin investigación y judicialización (….). Mientras no se judicialicen muchos casos, entonces definitivamente estamos ante un Estado que permite que siga ocurriendo la violencia machista en el país”, dice Ayestas a la agencia Efe.

Presidenta de Honduras, Xiomara Castro.

A la impunidad se suma la falta de perspectiva de género en el sector judicial. Según el CDM, de las 390 muertes reportadas en 2022, solo 17 fueron calificadas como feminicidios por el Ministerio Público, es decir, solo el 4 por ciento, mientras que el análisis del Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres señala que el 46 por ciento de esas muertes, e incluso más, calificaban como feminicidios.

“El Ministerio Público no toma en cuenta la relación desigual entre hombres y mujeres, la perspectiva de género en el registro de denuncias y en el proceso de investigación, y tipifica la mayoría de los casos como homicidios, un delito que se castiga con una pena menor”, denuncia la ONG.

Por eso, la defensora de derechos humanos, Honorina Rodríguez, le dijo a Efe que el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia de Honduras “deben cambiar las formas en que están atendiendo la violencia contra las mujeres” y, además, fortalecer de “forma urgente” la Unidad Especializada en la Investigación de Muerte de Mujeres.

En su opinión, la falla radica en la falta de voluntad política, en el poco presupuesto para la investigación y en la falta de campañas para ponerle fin a la violencia machista.

Se trata de un asunto cultural al que se le debe “dar prioridad

El Estado hondureño debe “preocuparse” por la muerte violenta de una mujer cada día en el país, pues se trata de un “asunto cultural” al que se le debe “dar prioridad” para establecer políticas públicas orientadas a prevenir esos asesinatos, pidió la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

El CDM, por su parte, exige una política pública “a favor de la vida y la justicia”, demanda procesos respetuosos para las víctimas y sus familias y pide una estrategia integral para disminuir los altos niveles de violencia contra las mujeres en Honduras.

La crisis de género en Honduras, en cifras

Según el monitoreo de femicidios de la ONG hondureña, la mayoría de las mujeres asesinadas en Honduras en 2022 oscilaban entre los 20 y los 29 años (94 muertes), los 30 y los 39 años (59 muertes) y los 10 y los 19 años (43 muertes).

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El año pasado, además, 169 mujeres fueron asesinadas con armas de fuego y 38 con arma blanca. También fueron víctimas de armas químicas, armas incendiarias, entre otras.

En 2022, el 33 por ciento de las muertes fueron feminicidios sin determinar, 26 % de fueron feminicidios por delincuencia organizada, 22 por ciento casos de feminicidio íntimo, 9 por ciento por violencia intrafamiliar y 4 por ciento por violencia sexual.

El panorama regional

La situación en los demás países de América Latina no es mejor. Según el Observatorio de Género de la Cepal, en 2021 al menos 4.473 mujeres fueron asesinadas en 29 países latinoamericanos.

En Colombia, por ejemplo, hubo 619 feminicidios en 2022 y ya van 133 en lo corrido de 2023, es decir, uno cada 28 horas, según las cifras del Observatorio Colombiano de Feminicidios.

En México, tan solo en los tres primeros meses del año hubo 220 casos de feminicidios y la media desde 2018 es de 10 mujeres asesinadas al día.

Argentina también terminó 2022 con una cifra preocupante de 252 mujeres asesinadas, es decir, una cada 35 horas. Y durante los primeros cuatro meses de 2023, esa nación acarrea 116 víctimas de violencia machista.

FUENTE: EL TIEMPO


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