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mayo 16, 2023

Las guerras de la paz: diario de Olga Behar, una periodista rebelde


Pasados 38 años de su primera publicación, este libro regresa a las librerías siendo uno de los más vendidos durante la reciente Feria del Libro, y tiene capítulos y voces nuevas que abordan la historia reciente de Colombia hasta la elección del presidente Gustavo Petro. Su reedición es un homenaje a Olga Behar, autora de la obra, quien lleva más de 50 años ejerciendo el oficio periodístico.

Es casi paradójico que esta obra de la literatura de no ficción, cuyos relatos atraviesan la historia del conflicto colombiano, renazca cuando se cumplen 75 años después de que empezara la vorágine sanguinolenta en Colombia: el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, caudillo liberal. El magnicidio de quien fuera recordado como el caudillo del pueblo le abrió paso a un luto eterno empañado de horrores que Olga Behar, autora de esta obra, retrata con detalle, casi a manera de dramaturgia.

Las guerras de la paz arranca justo ahí, poco después del asesinato de Gaitán. Por eso mismo, el primer capítulo del libro se titula La primera guerra. El testimonio número uno que emerge en el libro es el de Ricardo Rojas, a quien Behar, una periodista que no le rehuye a la descripción minuciosa de quienes posaban junto a su grabadora para ser entrevistados, resume de la siguiente manera:

“Recluido en un instituto de enseñanza, Ricardo Rojas intenta borrar de su pasado una experiencia rica en anécdotas, pero profundamente angustiante para su vida personal. Fue uno de los muchos guerrilleros del Llano que abandonó la lucha, pero no por falta de banderas, sino por simple desilusión”.

Lo que cuenta Rojas es tan conmovedor como poderoso, y tan vibrante e íntimo como el resto de las voces que aparecen. Así empieza: “Entré en la cárcel por leer un poema. Eran unos bellos versos de Carlos Castro Saavedra, titulados “Soldado en Tierra”.

El libro, que fue reeditado por Icono Editorial y que está dividido en dos tomos, es el diario testimonial de los fracasos y las ilusiones de quienes alguna vez quisieron conquistar la paz con las armas, así lo explica Behar:

“Cuando se publicó la primera edición de este libro, hace casi 38 años, este era el país de las guerras. Ni en mis peores pesadillas pensé que lo que ocurriría en este país luego de la publicación de Las guerras de la paz, podría pasar, y resulta que todo ocurrió. El país se despedazó y hoy intenta reconstruirse en medio de la ilusión que la guerra le dejó. Ha pasado mucha agua debajo del río, había que contar la realidad vivida casi 4 décadas después de que el libro se imprimiera por primera vez”.

Esta no es solo la recolección de decenas de testimonios que ponen ante el lector la barbaridad de las torturas ocurridas durante los gobiernos más represivos de la década de los años 80, ni la muestra testimonial de que el sufrimiento en Colombia ha sobrevivido a la guerra desde hace 75 años, es también la bitácora de una periodista que en una época gris del país se enfrentó al machismo, fue rebelde, firme, creyó en la paz, y escribió esta obra, que es una travesía por su libreta personal, que ahora es parte de la historia de Colombia.

“Durante muchos años recorrí la geografía profunda de Colombia para escribir este libro. Crucé ríos, selvas espesas, aguanté hambre, frío. Soporté jornadas muy duras de trabajo para hacer esto que hoy llega de nuevo a las manos de quienes lo quieran leer. Es un libro para que las generaciones de ahora puedan mirar para atrás y entender su origen. Y es también una manera de decirles a los periodistas más jóvenes que parte de la responsabilidad que trae consigo nuestro oficio es formar la memoria de la ciudadanía. Este libro nos invita a no olvidar”.

El segundo capítulo se titula Las fundaciones. Este aparte reconstruye – desde la voz de sus protagonistas – las vidas de Ernesto Rojas, quien fue comandante general del Ejército Popular de Liberación (EPL), de Alonso Ojeda Awad, entonces miembro del Ejército de Liberación Nacional. Luego, Behar entrevista a Jacobo Arenas (1924-1990), uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc EP). Con Arenas, la conversación es acerca de la resistencia de Marquetalia.

Así, Behar llega a la conversación que tuvo con Israel Santamaría, oficial superior del M19 y termina con Adelaida Abadía Rey, miembro del Movimiento de Autodefensa Obrera y Movimiento Camilo Torres.

La tercera parte del libro – y la última del primer tomo -, acerca al lector a las experiencias más intensas que personajes como Vera Grabe, Germán Zea Hernández y Álvaro Fayad vivieron en la guerra. Pero uno de los momentos más emocionantes, relatados al tenor de una película de ficción, es el del robo de la espada de Bolívar, un operativo ejecutado por el M19 en enero del año 1974, en la Quinta, ubicada en Bogotá.

La conversación es con Lucho Otero un curtido miembro del Comando Superior del M19 que murió el 7 de noviembre de 1985 en los hechos acaecidos durante la toma y retoma del palacio de Justicia. Aquí va un fragmento:

“Pensamos en cada detalle; nos pegamos esparadrapos o curitas en los dedos para no dejar huellas, otros usaban guantes, como turistas, planificamos los minutos, los pasos de cada compañero, de cada grupo con cronómetro en mano”.

En el segundo tomo de Las guerras de la paz, que fue, por cierto, el más vendido de Icono Editorial durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá, 2023, hay cuatro capítulos más, todos dedicados a la paz. Dos de ellos retratan los episodios recientes de la historia de Colombia basándose en testimonios y entrevistas realizadas a 4 personajes claves: León Valencia, desmovilizado de la Corriente de Renovación Socialista y analista político; Diego Arias, desmovilizado del M19 y politólogo; Antonio Navarro Wolff, excomandante del M19, líder de la AD-M19 y constituyente del 91; y Otty Patiño, fundador del M19.

Estas tres voces serán el hilo conductor de lo que Behar denomina en su libro como La cuarta guerra y la profundización del conflicto. Los protagonistas de la parte final de la obra pisarán escenarios relacionados con lo que significó a futuro para Colombia la toma del Palacio de Justicia. Lo que sobrevino para el país durante el gobierno del expresidente Virgilio Barco como, por ejemplo, el asesinato sistemático cometido en contra de miembros de la Unión Patriótica (UP).

En ese aparte, Behar reconstruye la vida de la UP y se da la licencia de revivir una conversación que tuvo con Bernardo Jaramillo, candidato presidencial de este movimiento político, asesinado en marzo de 1990. Esa conversación era el presagio de lo que Jaramillo sabría que le podía ocurrir.

Con Navarro, la periodista aborda temas relacionados con los retos de la desmovilización de exmiembros del M19 tras la firma de la paz: “Para mí fue complicado porque ¿qué íbamos a hacer ahora?, pero era tanto el apoyo, la gente nos decía en la calle cuando estábamos llevando a (Carlos) Pizarro al cementerio: “Viva Pizarro. Quédense, no se devuelvan”, dice el excomandante del M19 en el libro cuyos caminos conducen a una conversación con Otty Patiño en la que revive el tortuoso sendero que significó para muchos miembros del Eme el proceso de reintegración.

Luego, hay un viraje sobre el proceso de La Habana con las extintas Farc, las ilusiones tejidas sobre ese acuerdo, y la necesidad de no perder la ilusión. El final del texto es el mapa de lo que fue el gobierno de Iván Duque y los obstáculos que durante su cuatrienio hubo frente a la implementación del Acuerdo de Paz. El final es un augurio de incertidumbre, y de buena suerte, para la paz total.

“El país en el que nació esta obra tenía esperanzas que hoy se están concretando. ¿Por qué no contarlas? Detrás de cada voz que quiso ser grabada para este libro hay una lucha, una causa, una ilusión para este futuro que hoy vivimos. Quise entrevistarlos a ellos, no solo por lo que son, sino por lo que representan: los testimonios de ellos demuestran que sí se puede caminar hacia un país distinto”, dice Behar.

Con su regreso a las librerías, este libro demuestra que es una obra de todos los tiempos, pues, a través de las radiografías del horror que Behar dibuja en su reeditada ópera prima, se puede ver ese pedazo de Colombia que lleva décadas luchando por ir más allá del país de las tristezas y de los moribundos para transformarse en la nación de la metáfora, en la que en medio de la suciedad, todos intentan darle sentido a la vida, para convertirse en precursores de las causas que, aunque imposibles, le otorgan belleza y luz al país de las guerras de la paz.

FUENTE: EL ESPECTADOR


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